martes, 30 de junio de 2015

Viaje por California I

Ya estoy de regreso, después de dos semanas recorriendo parte de California. Aún tengo que descargar parte de las fotos, no digo ya seleccionarlas y borrar un buen puñado de ellas, así que esta entrada es sólo un primer acercamiento a un viaje estupendo.

Hay más fotos en mi otro blog, y según vaya poniendo orden entre tanto caos publicaré alguna entrada más. Y es que dos semanas dan para mucho.

Nada más aterrizar alquilamos el coche y nos fuimos al Lago Tahoe. El día siguiente, soleado y con altas temperaturas, era domingo y el lago bullía de actividad. De todas formas, encontramos algún rincón solitario. A pesar de la sequía que sufren por allí el lago tenía bastante agua.




En un viaje por Estados Unidos no pueden faltar los calóricos desayunos en una cafetería típica.    


Yosemite es un imán para los turistas. Demasiada gente concentrada en los puntos más interesantes, como las cascadas, un poco escasas ya de agua, el lago Espejo, El Capitán o el Half Dome. Me parece que la gente olvida que está en un Parque Nacional y se comportan como palurdos, pero siendo tantos contra uno quizás sea yo quien esté equivocado.    







Recorrimos muchos senderos, los más fáciles, y aun así caminamos mucho más de lo que acostumbramos. Este lago, sin embargo, estaba al borde de la carretera. Los árboles son altos como en ningún otro lugar del Planeta. Pinos y sequoias compiten en tamaño y longevidad.    



Aves que no logro identificar, simpáticas ardillas acostumbradas, por desgracia, a pedir comida (ya hablaremos otro día de las malas prácticas de alimentarlas a pesar de los muchos carteles que hay por todas partes) y ciervos cruzando la carretera tan tranquilos a unos pocos metros de nosotros. Es un mule deer, llamado así por sus enormes orejas.    





No fueron los únicos en cruzar la carretera delante nuestro. Aquí tenemos al primer oso de los cinco que vimos. Fue tal la sorpresa que no me dio tiempo ni a cambiar el ISO.    


El paisaje es espectacular. Día tras día, siempre diferente, sin que canse nunca. Camino de Soda Springs vimos estas nubes vestidas de arco iris. Es la primera vez que veíamos este fenómeno.    



Llegamos justo a tiempo de ver Mariposa Grove y sus sequoias. Lo acaban de cerrar por años para llevar a cabo una intensa restauración. Fijaos en el tamaño de la persona que hay entre los árboles.    


Los días eran largos e intensos. Nos levantábamos temprano y raro era el día que no veíamos anochecer desde el coche. Dos semanas parecen mucho tiempo, pero es una minucia cuando hay tanto que ver.    


Entrada paralela aquí para los que se hayan quedado con ganas de ver más.