domingo, 20 de diciembre de 2015

Navidad

Nos acercamos nuevamente a la Navidad y al final del año. Algunos, como el turrón, regresamos a casa, a compartir unos días con la familia y con los amigos que nos esperan al otro lado de los Alpes.

Quiero agradeceros, no sólo vuestras visitas y comentarios a lo largo de este 2015, sino la cantidad de cosas interesantes que compartís en vuestros blogs; desde la vivencia diaria hasta un viaje, pasando por una imagen, una poesía o la crítica de un libro. Aprendo y me divierto mucho con ello, y ese es el verdadero privilegio.

Os deseo también unos días muy felices, y que empecemos el 2016 con muchas ganas, con salud y energías, para seguir compartiendo una parte importante de nuestras vidas.


Un detalle de una vidriera de la Iglesia de Saint Nizier, en Lyon.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Lyon II

Seguimos donde lo dejamos en la entrada anterior. Salgo del Museo de Bellas Artes y me acerco por la iglesia de San Pedro, que ahora ya está abierta. Es pequeña pero bonita.


Por enésima vez cruzo el río, esta vez hasta tomar la rue de la Republique hacia el sur. La place de la Republique tiene una fuente curiosa, rectangular, con muchos chorros de agua que cambian de intensidad y bonitos edificios alrededor.





Continúo caminando hacia el sur y llego a la place Bellecour, que es enorme, pero está tomada por gente que juega a la petanca, puestos y carpas a los que no me acerco. Busco la estatua de Antoine de Saint-Exupery, que se encuentra en la esquina opuesta, pero antes fotografío a Luis XV a caballo, que está en el centro de la plaza.


Me debato entre volver hacia el centro o acercarme a la Basilique de St.-Martin d’Ainay, que está algo más lejos. Decido continuar, ya que no creo que pueda volver por Lyon y quiero ver lo más posible. La basílica en cuestión tiene buena pinta, pero está cerrada los domingos por la tarde. Lo de los horarios aquí es una locura y empieza a tocarme las narices.


Cruzo por la pasarela St.-Georges, que me lleva a la iglesia del mismo nombre, con la que tengo mejor suerte.







La catedral luce mejor bajo la luz del sol.



El lunes, fiesta de Pentecostés, amanece soleado. Las nubes van y vienen durante toda la mañana, pero hace un día de lo más agradable. El museo que quiero ver está cerrado, al igual que mi segunda opción. Otro museo está abierto, pero resulta que se lo han llevado a París. ¡Vaya panorama! La capilla de las Trinitarias está cerrada y parece que la han reconvertido en una sala de conciertos.

Me acerco hasta el río y tomo dirección sur hacia la place des Jacobins.








La Basilique de St.-Martin d’Ainay tampoco abre hoy.


En vista de que todo está cerrado, subo a ver de nuevo las ruinas romanas, hoy bajo la luz del sol, y la basílica.









Francia es muy bonita, pero trabajan menos que la chaqueta de un  guardia.