domingo, 27 de mayo de 2012

Los zapatos del Danubio

Habíamos pedido cita para visitar el parlamento húngaro y nos sobraba una hora, así que nos dimos una vuelta por los alrededores en busca de este monumento. La guía no especificaba bien la dirección y los policías que custodiaban el edificio tampoco tenían mucha idea.


Al final dimos con estos 60 pares de zapatos de hierro que llevan esperando a sus dueños desde los años de la Segunda Guerra Mundial.




La escultura fue creada en 2005 por Gyula Pauer y Can Togay en honor de los judíos que fueron asesinados por los fascistas de la Arrow Cross húngara en el invierno de 1944-1945. Los llevaban hasta la orilla del río y, después de hacerles descalzarse, les disparaban. Se estima que murieron más de 12.000.


Los podemos encontrar a unos trescientos metros del parlamento, en dirección al Puente de las Cadenas, a orillas del Danubio en la ribera de Pest, aunque su localización es sólo simbólica.




Voy atrasadísimo con las fotos. Dentro de poco hará un año que estuvimos en Budapest y aún ando peleándome con ellas. Menos mal que en los dos últimos fines de semana les he dado un buen empujón.

Procuraré que la próxima entrada sobre la capital húngara sea más alegre.

viernes, 11 de mayo de 2012

Senda de Fuente del Cobre

Os advierto que hoy toca subir un poco, pero ya sabéis que si Tawaki puede hacerlo todo el mundo es capaz. La verdad es que miraba para abajo y era incapaz de explicarme cómo había llegado hasta allí arriba.


Estamos en Palencia en el Parque de Fuentes Carrionas, en el norte de España. Hace un día extraño, con más nubes que sol, y aunque estamos en Semana Santa hace fresquito, unos cinco o seis grados.

La senda es muy ancha y está flanqueada por robles. De vez en cuando se ve algún bosquecillo de hayas. Los árboles aún están sin hojas. También hay acebos enormes, algunos en mitad del camino, por lo que hay que atravesarlos.







Como de costumbre, hay demasiadas fotos, pero ya me diréis cuál quito. Cruzamos el Pisuerga, descansamos en alguna que otra pradera azotada por el viento y seguimos subiendo hasta llegar a la cueva.





El río Pisuerga, uno de los principales afluentes del Duero, no nace aquí, sino un poco más arriba, en el circo de Valdecebollas, pero sus aguas resurgen en esta Cueva del Cobre. Estamos a 1600 metros de altura, y aún nos queda que subir otro trecho.



Por encima de los 1700 metros los árboles desaparecen y sólo encontramos matorrales. Y algo de nieve. Y un viento endiablado.





Los robles son aquí más viejos y no dejan de asombrarme. Iniciamos el descenso.




No sé si os habéis percatado, pero el cielo se ha ido oscureciendo y ahora llega la niebla, algo de granizo y hasta una leve nevada. Un día completo, vamos.



Pocas horas después, abajo en el valle San Salvador de Cantamuda luce así de bien con la luz del atardecer. Y el embalse de Requejada. Es momento de reponer fuerzas con una suculenta cena.