lunes, 21 de enero de 2013

Ginebra


Aún sigo a vueltas con algunas fotos del 2012, como estas de nuestro fin de semana en Ginebra. Son varios los amigos que tengo en Suiza, y aprovechamos los primeros días de diciembre para juntarnos, ponernos al día y tomarnos una estupenda fodue de queso.

Es estupendo descubrir que esos amigos a los que no ves desde hace años siguen siendo tan entrañables como siempre.

El famoso reloj de flores lucía los colores fríos del invierno mientras el lago dormitaba en soledad.






El domingo por la mañana teníamos la ciudad para nosotros solos. Era tan temprano que incluso el célebre surtidor despertaría más tarde. Los barcos estaban amarrados y la playa abandonada bajo la primera nevada de la temporada.





El aire estaba en calma y hacía menos frío del que parece al ver las fotos.




Qué imagen tan diferente a la del verano, cuando la orilla del lago bulle de gente y las terrazas animan a sentarse con una cerveza fresquita.

domingo, 6 de enero de 2013

Costa Rica


Costa Rica, el destino de mis últimas vacaciones es un país precioso en el que es imposible aburrirse. Fueron dos semanas intensas de caminatas por el bosque, navegación por ríos y canales, excursiones nocturnas y pequeñas dosis de aventura.

Ya en Tortuguero, primera parada, nos llenaron el día de actividades y nos hicieron madrugar de lo lindo. De hecho el día que más tarde me levanté en todo el viaje fue un domingo a las siete de la mañana, pero el plato fuerte es la fauna y ésta es más fácil verla en las primeras horas de la mañana.






Ver nacer a las tortugas verdes en la playa, observarlas en sus primeros pasos hacia la orilla fue muy emocionante.



En un país tan verde no extraño que llueva a menudo, de modo que el chubasquero se convirtió en mi mejor aliado. No obstante, tuve suerte y pude ver el cráter del volcán Arenal completamente despejado. Hace dos años que dejó de expulsar lava, pero sigue activo y no hay que confiarse demasiado.



Las aguas termales de Tabacón aprovechan el curso del río para formar piscinas en las que la temperatura varía según lo remontamos y es un lugar estupendo para relajarse.



Monteverde, mi tercer destino, ofrece un paisaje diferente: el bosque nuboso. También hacía más frío porque está a mayor altitud. Allí aproveché para descubrir mi primera tarántula en un paseo nocturno y para admirar una pequeña pitón de color azulado. A la mañana siguiente nos fuimos a ver aves, pero los colibrís merecen un capítulo aparte.







Me reservé para el final la parte más soleada y tranquila. Las playas de Manuel Antonio son espectaculares, pero me quedo con las ranas de ojos verdes. También he de hacer un hueco para las mariposas, y para un mono capuchino que se me acercó en el manglar de Isla Damas.







Aún tuve tiempo el último día para acercarme hasta el volcán Poás y admirar su hermoso cráter desde su mismo borde.



Y esto es sólo el aperitivo, aún estoy organizando las fotos y hay lugares, excursiones y animales para más entradas, no penséis que os vais a librar de ellas.