martes, 4 de diciembre de 2012

Vacaciones

He pillado a mi empresa con la guardia baja y parece que por fin me voy de vacaciones. ¡Ya era hora!

Cuando regrese ya estaréis con los villancicos, así que aprovecho para desearos a todos una muy feliz Navidad. Que cada uno la pase como mejor le parezca, pero que la disfrute.

Muchas gracias por todos vuestros comentarios durante el 2012 y nos vemos el año próximo.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Martín Rico en el Prado

Después de la sorprendentemente floja exposición sobre el último Rafael, donde había más cuadros de sus seguidores que del propio maestro, el Pardo vuelve por sus fueros y nos ofrece una espléndida muestra de este paisajista español de finales del XIX que es Martín Rico.


Mucho menos conocido de lo que debiera, lo descubrí en 1994, también en el Prado, en una exposición en la que compartía cartel con sus amigos Mariano Fortuny y Raimundo de Madrazo.

Martín Rico fue uno de los artistas más relevantes en la introducción del paisaje realista en España y el que mayor proyección internacional tuvo en su tiempo.

Es en este museo donde se encuentran la mayoría de los cuadros y cuadernos de dibujo que hay en España porque, como es habitual, Rico fue mejor considerado en el extranjero que en su propio país.

La diversidad de sus etapas pictóricas […] le sitúa como uno de los pintores españoles de mayor interés del siglo.

Formado en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en sus primeros paisajes nos lleva a Covadonga, Sierra Nevada y Guadarrama. Más adelante visitó Londres, Suiza y Francia, pero mis favoritos nos esperan en la última parte de la visita, dedicada a su estancia en Venecia. En posteriores visitas a España retrataría Granada, Toledo o Fuenterrabía.




Parece que la ciudad de los canales, a la que me estoy planteando volver pronto, me persigue; primero con los Canalettos de la Wallace Collection de Londres, ahora con estas magníficas vistas que nos ofrece Martín Rico.




Algunos de estos cuadros los ejecutó desde una góndola entre 1873 y 1908, año de su fallecimiento. Los edificios están cambiados de lugar o han sido simplemente inventados, a pesar de lo cual, la silueta de la ciudad, sus canales y sus puentes son perfectamente reconocibles por los que amamos esta ciudad tan única y especial.

La cursiva es del folleto que acompaña la exposición. Las fotos son de Internet.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Hospital de la Princesa

Varios amigos que trabajan en sendos hospitales de Madrid llevan ya algunos años advirtiéndome de que el gobierno regional no está haciendo las cosas bien. Ni mucho menos; una cosa salir en la televisión local inaugurando hospitales y otra muy diferente es dotarlos del personal y los medios necesarios.


Imagen de Internet

El presidente regional anuncia ahora que van a convertir el Hospital de la Princesa en un centro especializado para ancianos. Que digo yo que sí, que cada vez hay más personas mayores y que por supuesto hay que atenderlas, pero no veo la necesidad de desmantelar uno de los mejores hospitales de Madrid en lo que a investigación se refiere para tal fin.

El hospital de la Princesa está reconocido como puntero en muchas especialidades entre las que destacan hematología y neurocirugía. Atiende a multitud de pacientes y hemos invertido en él gran parte de nuestros impuestos. Ahora quieren, sin dar explicaciones, reconvertirlo y tirar a la basura todo ese esfuerzo, toda la inversión realizada. Me parece que hay gato encerrado y que no están dispuestos a contarnos qué piensan hacer con nuestro dinero. Lo peor es que me lo imagino.

Y lo hacen los mismos dirigentes que ensalzaban su labor y su prestigio hace menos de un año. Poco importan los que en él trabajan, menos aún los pacientes que había en tratamiento o en lista de espera.

Como no se atrevieron a hacer las reformas necesarias en su momento, nos encontramos ahora con que hay que recortar. Y es que quien gasta en baratijas innecesarias pronto se queda sin recursos para lo esencial. No creo que las nuevas empresas privadas vayan a gestionar mejor la Sanidad; tampoco que vayan a tratar a los pacientes como nos merecemos.

Visitando el blog de Lola me encontré con un problema parecido en Canarias. De allí me he traído este enlace en el que al menos podemos dar a conocer nuestras opiniones.


Por otro lado, para los que quieran leer más, pueden pinchar aquí:


o aquí:

miércoles, 31 de octubre de 2012

Lisboa y Londres II

Llevaba la intención de volver por Richmond, el parque donde vimos los ciervos el año pasado; pensé en visitar alguno nuevo de los que no están por el centro, volver quizá a Kew Gardens.
Pero mi empresa tenía otros planes y tuve que conformarme con un breve paseo por el socorrido Hyde Park, que siempre está bonito en esta época del año. Era sábado, amenazaba lluvia y todo estaba más tranquilo de lo habitual.
 



 
Aproveché que tenía libre el domingo por la mañana para acercarme por la Torre de Londres. Fijaos en qué mañana nos hizo, aunque luego volvieron las nubes y las reuniones. Fue una mañana bien fresquita.
 
 
El Puente de la Torre es uno de los iconos de esta ciudad. Se comenzó a construir a finales del siglo XIX y tiene casi 250 metros de largo por 65 de alto. Se emplearon más de 11.000 toneladas de acero.
 

 
En los días siguientes disfruté de pocos huecos en los que poder escaparme, pero no faltó una visita a la Wallace Collection, una de las muchas colecciones particulares que podemos encontrar en Londres.
 
 
Es el lugar ideal para disfrutar del arte sin que haya hordas de turistas haciéndose fotos; un rincón silencioso con una cafetería en la que descansar y tomar un sandwich después de haber pateado la ciudad.
 

 
La colección, compuesta por casi 5.500 piezas, fue adquirida entre los siglos XV y XIX y se exhibe en 25 salas que rebosan de muebles, pinturas, porcelanas, armas, etc. Hay dos Tizianos, cuatro Rembrandts, nueve Murillos, cuatro Van Dycks, ventidós Canalettos, la lista es interminable.
 

 
Es mi decimoséptimo octubre en Londres y esta ciudad sigue sorprendiéndome. Aunque se trate de visitas repetidas como las de esta ocasión siempre gusta volver. Cada vez que pienso que alguien me dijo que la había visto en un fin de semana me da la risa.

lunes, 22 de octubre de 2012

Lisboa y Londres I

Un año más he tenido que trabajar en Lisboa y en Londres por unos días. Ya sé que al ver las fotos pensaréis que estuve de vacaciones, pero lo cierto es que esta vez dispuse de menos tiempo libre del que hubiese querido.

He aprovechado para saldar una deuda pendiente que tenía con la Fundación Calouste Gulbenkian, una colección muy variada e interesante que podéis visitar en la capital portuguesa.





Aún tengo que leer los libros que compré pero investigando en Internet he aprendido que el museo guarda 6000 piezas reunidas por un hombre de negocios nacido en Armenia y fallecido en Lisboa.

Aproveché una tarde para volver por el oceanario. Es ya mi tercera visita, pero es que ver los peces me relaja, y puedo pasarme embobado horas enteras. En esta ocasión tuve menos tiempo de lo habitual y me pareció que la crisis está afectando al número de especies. No en vano, mantener este inmenso acuario no es barato. No sé, espero estar equivocado.





Dentro de unos días seguimos con Londres...

miércoles, 10 de octubre de 2012

El Menhir de Kerloas


Cuando tomamos el desvío para ver este menhir no éramos conscientes de su tamaño. Es el más grande de los que quedan en pie en Francia, y desde luego, el mayor de todos los que he visto en mis viajes.
Podemos ver cómo destaca sobre las copas de los árboles nada más tomar la senda. Aquí no hay que caminar a ciegas preguntándose cuánto tardaremos en llegar, como nos pasó en Córcega.
 

 
Con una altura de casi diez metros, antes de que lo alcanzara un rayo llegó a medir doce, es visible desde treinta kilómetros de distancia.
Se cree que fue erigido hace unos 5.000 años, y se encuentra cerca de Plouarzel.


En el siglo XIX las parejas de recién casados solían frotar sus barrigas contra él; ellos con la esperanza de tener hijos varones, ellas con el deseo de asegurarse el control de la casa.
 
 
Según la leyenda, el menhir se asienta sobre un tesoro que sólo es visible en la noche de Navidad. Al dar las doce el menhir corre al mar para saciar la sed, pero apenas un segundo después vuelve a su sitio, aplastando a los incautos que se han lanzado a por el tesoro.
 
La palabra menhir fue adoptada por los arqueólogos en el siglo XIX, y proviene de dos palabras: men, que significa piedra e hir, que significa larga. Nadie sabe con qué objeto fueron erigidos.
Echemos un último vistazo antes de regresar al coche.
 

domingo, 30 de septiembre de 2012

La playa de Ruscumunoc

Ahora que termina el verano es época de seleccionar fotografías y ordenar recuerdos.

En nuestro segundo día en Bretaña vimos varias cosas interesantes, y esta bonita playa entre ellas. Se encuentra en el extremo de Finisterre y de hecho hay una cafetería que con cierta gracia, se anuncia como la última antes de llegar al Nuevo Mundo.



El entorno era de lo más apacible, con algunos bañistas tumbados en la arena o paseando por la orilla. El agua estaba bien fresquita y la primera luz de la tarde era propicia para sacar fotos.




Apenas si echamos un rápido vistazo a esta bonita costa. Bretaña es más grande de lo que parece y hay que recorrerla con más tiempo del que nosotros disponíamos. Señal de que tengo que volver.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Barcelona con Blau

Ahora que se viven tiempos revueltos es el momento ideal para tomar el pulso a esta ciudad. No sé cómo será vivir allí, pero para el visitante es más que evidente que hay un divorcio entre los políticos y la gente de la calle.

Barcelona me gusta mucho y si exceptuamos un par de visitas por motivos de trabajo, hacía muchos años que me debía una visita reposada por sus avenidas. También quería acercarme por el MNAC, y la invitación de Blau fue el detonante.

Hemos hecho tantas cosas que es imposible ponerlas todas en una entrada. Llegué el viernes y enseguida nos fuimos a cenar a unos de los chiringuitos de moda, el Pez Vela a cenar un arroz que estaba estupendo.

A la mañana siguiente, después de desayunar, iniciamos un recorrido maratoniano. Con decir que el domingo, al llegar a casa no me sentía las piernas…

Amaneció así de soleado.


Nos fuimos a Motjuïc, camino del MNAC y pasamos junto a la antigua plaza de toros, convertida ahora en un centro comercial. Las vistas desde la entrada del museo son preciosas y desde la azotea de la plaza también.




En el MNAC podemos contemplar obras desde el Románico hasta Ramón Casas, sin olvidarnos del genial Gaudí. Da para mucho tiempo, pero nosotros optamos por un vistazo general. No en vano teníamos muchas cosas por delante.

El edificio es enorme y las exposiciones están muy bien puestas, con mucho espacio y bien iluminadas.





El centro está a cierta distancia, pero quién dijo miedo, allá que nos fuimos caminando a buen paso. Aquí tenemos a Blau posando para nosotros.


Esto… bueno, quizás no era esta la foto. Blau es mucho más guapa, espectacular más bien.

Barcelona tiene buenos edificios, palacios con pequeños jardines como éste


y otros más emblemáticos como la casa Milá o la Batlló. Cualquiera de ellas merece una entrada aparte.




Blau dirá que me estoy saltando cosas, pero es que esta entrada lleva camino de hacerse eterna y no es cuestión de batir ningún récord.

Una breve parada para reponer energías en el Mercado de Santa Caterina y nos acercamos hasta el Palau, la estación de Francia y la iglesia de Santa María del Mar, una de las más bonitas de la ciudad. También hubo un hueco para el Templo de Augusto.



No se lo digan a nadie, pero en este sitio ponen unas tapas extraordinarias que podemos acompañar con xampanyet. Nosotros nos hicimos fuertes en un rincón y tuvieron que ir los mossos d'esquadra a sacarnos de allí.



El domingo repetimos desayuno en el Velódromo y nos despedimos con ganas de repetir la experiencia.

Volví al centro, esquivando japoneses por el Paseo de Gracia en dirección a la Catedral. Lástima que encadenaran una misa con otra. Apenas tuve tiempo de echar un rápido vistazo al interior.






Blau, eres un encanto, muchas gracias por ser tan buena guía y por la estupenda visita. ¡Espero repetir pronto!