sábado, 20 de septiembre de 2008

El terror de los mares

Está visto que este año es el de los sueños milagros cumplidos, porque cuando ya desesperaba de conseguir el título de buceo llegó un amigo y me sacó del marasmo. Qué queréis, me daba pereza hacerlo solo y a la mayoría de mis amigos les daba miedo; algo comprensible cuando no se conocen las cosas. Ocurren accidentes, es cierto, pero si se va con cuidado no tiene por qué pasar nada grave.


Ya tengo el carnet desde el lunes, después de haber recordado las nociones más elementales de mis clases de física durante un fin de semana intenso, con varias horas de vídeo, dos inmersiones en la piscina y un examen. Preguntadme lo que queráis sobre flotabilidad, especialmente antes de que me olvide.

El último fin de semana lo pasamos en La Manga, en el sur de España, donde hicimos cuatro inmersiones bastante facilitas, pero agotadoras. Hacía tiempo que no dormía tan bien. Sobre todo, porque la mayoría de los alumnos eran unos pipiolos de veintitantos años y uno ya está mayor para según qué cosas. Me costó mucho compensar el oído derecho, así que tengo que bajar muy, muy despacio.


Nada más empezar me las tuve que ver con una colonia de mejillones residentes, bastante agresivos, que habían tomado como hogar el cabo por el que debíamos bajar nosotros. Parece que mi toma al asalto no les gustó del todo, porque se defendieron con uñas y, sobre todo, dientes, arrancándome varios trozos de carne, heridas que enseñaré a mis nietos y de las que estoy tremendamente orgulloso.


Ahora sólo queda hacer más inmersiones, coger algo de práctica y disfrutar a tope de los fondos marinos, porque la experiencia vale la pena y no se parece en nada a mirar peces en un acuario, por muy bueno que éste sea. Ya veis que Tawaki se moja.


No me quiero olvidar de aquellos que nos ayudaron y que con su saber hacer nos lo pusieron todo mucho más fácil. Muchas gracias, lo pasamos muy bien.


Y animar a los que aún tenéis dudas; respirar es muy fácil, intuitivo, diría yo, y la sensación de ingravidez es una gozada. Tampoco se bajan tantos metros. Además, en Madrid, el bautismo vale 20 euros y como te pones todo el equipo, es fácil descubrir si te sientes a gusto con él. eso sí, hacedlo con una empresa de garantías.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Regalos y más regalos

La buena amistad sí que es un regalo, y por muchos que la crean en vías de extinción, lo cierto es que goza de una salud excelente. Lo que ocurre es que es como con las cosas que merecen la pena, en ocasiones puede mostrarse esquiva, habita en lugares de difícil acceso y sólo se deja ver a quienes la buscan con paciencia y ahínco.

Buena prueba de ello son esas personas que hacen gala de una humanidad excepcional, como
Sylvia Reguero y Serrano-chan, un par de “locas del patchwork” que organizaron un intercambio al que se apuntó Tawaki a pesar de no haber cogido una aguja en su vida. Esos instrumentos del diablo pinchan, ¿no?

Tawaki quiso participar a su manera, que para eso va de independiente y despegado por la vida, publicando unas fotos de Madrid y sin esperar nada a cambio. De ahí su sorpresa al descubrir que recibiría estos espléndidos regalos desde Málaga y Granada respectivamente.

Hay que decir que con más fortuna que otra cosa también logró sacar adelante el
Desafío para Tawaki propuesto en el blog de Serrano-chan.

Les estoy muy agradecido a las dos; han demostrado ser unas detallistas de cuidado y ya ando a la busca y captura de algo que pueda gustarles, je,je. Y ahora vamos con las fotos de los regalos; espero que les hagan justicia, porque he perdido el libro de reclamaciones.

Éste es el primero de ellos:


Estooo... Bueno, son los problemas del directo. Había quedado con él pero parece que se retrasa un poco. Vamos con el segundo:


Lo de singles lo entiendo He buscado la palabra cocina en un diccionario y creo que ya sé a qué se refiere. Gracias Sylvia, porque como se puede apreciar en mi última foto, me estaba quedando en los huesos y este libro me vendrá muy bien. Puede que hasta mis amigos vuelvan a cenar en mi casa después de la última desbandada.

Este otro no sé muy bien para qué sirve, con esas cintas... Creo que es para envolver el libro. Si alguien conoce su utilidad le agradecería me diese alguna pista. Sylvia, me parece que te olvidaste de adjuntar el libro de instrucciones.



Un detalle. ¿Será la gallina de los huevos de oro? No sé, con esa cresta...


Por aquí asoma el tercero. ¡Ya era hora! Siempre llega con retraso.



Es que es un poco tímido, pero enseguida coge confianza. Fijaos en los buenos colores que trae. Harto de lechuga que viene él.



Sylvia, muchísimas gracias por todos estos regalos. Espero que bien en Málaga, bien en Madrid, podamos coincidir pronto

Y ahora vamos con los de Serrano-chan. Ésta es una postal que me recuerda que hace muchos años que no voy por Granada y que ya va siendo hora de ponerle remedio. No me digan que no les apetece sentarse en alguno de los múltiples patios, escuchando el silencio del agua que corre tranquila.


¿Sabes? me encantan los azulejos, me traen recuerdos de cuando era niño y se me antoja que representan el gusto por el color y las formas geométricas. Líneas que te llevan en un viaje sin principio ni final. Y en cada cruce te vuelves a encontrar con los viejos amigos.


Aquí tenéis un detalle para que veáis bien lo bonito que es:


Y como colofón, una muñeca y un llavero, también hechos a mano, lo que les da más valor a mis ojos:


Serrano-chan, muchas gracias por tu regalos. También espero acertar con lo que te he buscado, y como con Sylvia, confío en que coincidamos muy pronto.

Hay gestos que te reconcilian con la vida y con las personas.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Edward Steichen

Para los amantes de la fotografía que vivan en Madrid, el Museo Reina Sofía expone hasta el 22 de este mes unas 300 instantáneas de Edward Steichen, uno de los mejores fotógrafos de todos los tiempos y en cualquier caso, uno de los más completos.

Gloria Swanson

Su carrera comprende desde los inicios de la fotografía hasta la mitad del siglo XX. Vino al mundo en Luxemburgo en 1879 y falleció en Estados Unidos en 1973. La foto de abajo, tomada en 1904 ó 1906 según las fuentes, fue subastada hace un par de años en 2,9 millones de dólares.

Moonlight Pond, 1906

Edificios emblemáticos como el Flatiron, paisajes, desnudos, moda, decoración, retratos, estrellas de Hollywood, son setenta años de trabajo los condensados en casi 300 fotos a cada cual más impresionante. Ser retratado por Steichen era el no va más de la época.

The Flatiron


Puente de Brooklyn

En la guerra y en la paz, este hombre convertía el marketing en puro deleite para los sentidos, hasta el punto de permitir que su nombre figurara junto a los productos que se anunciaban, algo a lo que muchos fotógrafos renunciaban para no socavar su prestigio.

Revistas como Vogue y Vanity Fair publicaron sus trabajos. Hizo arte con lo que para otros era un simple modo de ganarse la vida y acercó esta “nueva” técnica al gran público.

Auguste Rodin

A los que podáis acercaros espero que os guste. Los demás tendrán que conformarse con Internet. Yo estuve dos horas en la exposición y apenas fueron suficientes.

lunes, 1 de septiembre de 2008

De cuando el tomate sabía a tomate

Me contaba una amiga que descubrió un tomate agazapado en una esquina de su frigorífico, camuflado tras unas cervezas para no ser descubierto. A saber cuánto tiempo llevaba allí escondido.

Decidió hacer un experimento y dejarlo para ver cuánto aguantaba. Mes y medio más tarde aún conservaba su color rojo aunque fuera de vergüenza. ¡Qué no llevará este tomate en las venas para aguantar tanto tiempo, pensó!

El otro día comí yo uno que sabía a tomate; lo abrí y tenía hasta pulpa. Y es que en Madrid tenemos casi de todo, pero la calidad ya no es la misma, ni mucho menos. Puedes comprar tarugos de madera de color verde, que llaman peras, o de color naranja intenso, adquiridos como melocotones. No me extraña que el Amazonas esté en peligro; buena parte de los árboles nos los comemos a diario, enmascarados como frutas y hortalizas.


Esta foto no es mía, me la mandaron por email y deconozco quién es el artista.


Marché al sur, aprovechando que en mi ciudad hacía calor y que el viernes era fiesta, y llegué al mismo pueblo donde pasé los veranos de mi infancia. Si os digo que ha cambiado en estos treinta años no os sorprende, ¿verdad? El cine de verano es una discoteca y la valla publicitaria desde la que veíamos las películas sin pagar, no existe. Tampoco encuentro las dunas en las que hacíamos las barbacoas nocturnas que tanto molestaban a la Guardia Civil. Ahora han construido un hotel y para comer carne hay que pagar. Chalets, avenidas y fuentes han sustituido a los pinos de siempre, que fueron convertidos en manzanas y tomates.

De los chiringuitos ilegales no queda ni rastro, y ya no es posible echar partidos de fútbol en una playa abarrotada de gente que no conozco. Y no le echéis la culpa al Alzheimer, que os conozco.

Sardinas, caballas, puntillitas, Ribera del Duero y cafés con hielo; de todo en abundancia. El mar muy azul, removido, no agitado, y el agua fresca sin necesidad de echarle hielo. Sol, mucho sol en una playa en la que me siento como un colonizador blanco, perdido sin remedio en un mundo de jubilados con moreno del bueno, de ese negro que sólo se consigue con tiempo y constancia diarios.

Y atardeceres...


La foto está regular, pero mi móvil no da para más.