Este año tuve que cambiar de planes para las vacaciones de Semana Santa por motivos de trabajo, debiendo conformarme con un destino más cercano y menos exótico, aunque no por ello menos bonito. La compañía también mereció la pena.
Después de mi viaje de diez días por la Comunidad Cántabra en 2004, me apetecía volver por allí. Es una provincia relativamente pequeña, pero son muchos los lugares interesantes que merecen una visita.



La iglesia románica de Cervatos fue nuestra primera parada. Hace seis años era casi de noche y estábamos rodeados de niebla, así que poco pudimos ver. Esta vez nos hemos desquitado. Lo mismo sucedió con las cercanas ruinas romanas de Julióbriga y con esta otra iglesia.




Un alto en el camino, en el pueblo de Bárcena de Pie de Concha para reponer fuerzas con un estupendo entrecôte. Como aquí no se andan con tonterías con el tamaño de las raciones, recomiendo ir haciendo hueco desde la víspera.

El día se estropeó y por la tarde tuvimos algo de lluvia, lo que no fue óbice para que cogiéramos la mochila y caminásemos en busca de San Román de Moroso, una iglesia mozárabe del s X que se encuentra en mitad de un denso bosque. Como podéis ver, los árboles aún estaban desnudos.

El Palacio de Hornillos, donde Amenábar rodara la película Los otros, ya lo conocéis de alguna entrada anterior. Sigue en su sitio, al igual que la original iglesia de San Jorge.
