sábado, 15 de febrero de 2014

Lucerna I


Mi primera visita a Lucerna fue por trabajo, hace ya muchos años, y recuerdo que había tanta niebla que no se podía ver el lago a pesar de estar bien cerca. No tuve tiempo entonces de visitarla, pero en esta ocasión (la excursión es de agosto, no de ahora) me he desquitado.

Está cerca de Zug y sólo hacen falta unos pocos minutos en tren. Eso sí, por segundo fin de semana llegamos con retraso, desmontando un mito más sobre los suizos. Por mucho que se consideren más puntuales que sus vecinos alemanes empiezo a no creérmelo.


Como iba solo no me llevé ni guía ni mapa, convencido de que encontraría mi camino por el centro de la ciudad.

Nada más salir de la estación se topa uno con el conocido puente de la capilla. Las nubes cubrían el sol en ese momento, pero no duraron mucho, y de claro en claro fui tomando mis fotos, avanzando y retrocediendo.




La mayoría de los turistas atraviesan el puente, pero yo decidí dejarlo para más tarde y seguir la orilla del lago, en busca de este otro, menos espectacular y bastante más corto. Es el Puente de los Molinos y data de 1408. Las pinturas de los triángulos son de Kaspar Meglinger.




No pueden faltar los cisnes a la caza de turistas, ¿o es al revés?


Esta parte de la ciudad es muy tranquila. Las tiendas están abiertas, pero las calles son peatonales y no hay demasiada gente. Me gustan las fachadas pintadas y las pequeñas plazas que voy descubriendo conforme camino sin un rumbo fijo.





Desde aquí podemos apreciar la famosa torre, así como las fachadas de los edificios del centro.






Hay muchos restaurantes entre los puentes principales, pero es pronto para comer, así que me encamino hacia la muralla medieval. Desde aquí se ven los tejados de la ciudad, pero ha vuelto a nublarse.



Aún nos queda mucho por ver, pero lo dejamos para otra entrada.

8 comentarios:

Ligia dijo...

¡Qué maravilla, Tawaki! Me encantan los puentes, el lago, las pinturas, los edificios... ¡todo!! Espero la segunda parte. Abrazos

Senior Citizen dijo...

Bonito paseo. Lo que no entiendo es como se mantienen esas pinturas en fachadas y hasta en un puente con tanta humedad como debe haber. Claro, que también tienen la ventaja de que no se las comerá el sol...

unjubilado dijo...

Me han gustado mucho tus fotos, tanto es así que desde la estación he tratado de seguirte por varios sitios y no siempre lo he conseguido.
Al puente de los Molinos no conseguí entrar así que lo vi de lejos.

Contadora de Libros. dijo...

Un millón de gracias por este post, Tawaki.

Si supieras que creo que tengo exactamente las mismas fotos que nos han enseñado hoy aquí!!!

El puente de los molinos y esas pinturas, las fachadas de esas viviendas, los restaurantes, las calles peatonales, el puente grande (¡qué bonito es por fuera con esas flores y por dentro una maravilla que encierra mucha historia).

Ha sido como volver a estar allí.
Lucerna es uno de los lugares que con más encanto, recuerdo de Suiza.

Y es ahora, por fin, cuando ya me hago una idea de dónde te encuentras (dices que a tan sólo unos minutos en tren de Lucerna).
Ya te ubico, siiiiii.

Un abrazo grande.

nella dijo...

Es una ciudad preciosa y ese puente con sus flores colgantes, definitivamente llama la atención.
Idem comentario en "más extraño..." jajjaaa

José Núñez de Cela dijo...

Recuerdo los viajes de mi padre. A su vuelta nos "obsequiaba" con aquellas sesiones de diapositivas que la mayor parte pasaba distraído Pero siempre me vienen a la memoria las fotografías de aquel puente lleno de flores atravesando un lago.
Ahora lo he vuelto a recordar!

Gracias

Tawaki dijo...

Ligia, pues ya sabes, un avión y a Suiza de visita, que aquí tienes mucho de todo eso.

Senior Citizen, supongo que las restauran de vez en cuando. Al fin y al cabo, es una ciudad muy turística donde vienen muchos "japoneses" a comprar relojes. Tienen que ofrecer buena imagen.

Un jubilado, es una ciudad pequeña, pero es que yo callejeo mucho y a veces vuelvo sobre mis pasos…

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Tawaki dijo...

Nélida, no me extrañaría. Es el circuito más turístico y es normal que lo hayamos hecho parecido. Lucerna es una preciosidad, ¿verdad? Por cierto, vivo en Zug.

Nélida, sí, hay que ahorrar, y hay que vivir doscientos años. Es tanto lo que hay que ver. Pero lo importante es disfrutar de lo que se vive.

José Núñez de Cela, puede que las fotos de tu padre tengan un valor especial y que el otro puente, el de la Capilla sea el original antes de que se quemara en el incendio.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.