viernes, 17 de junio de 2016

Ver pasar gente

A principios de este año, volví a ver la película Un franco, 14 pesetas, que sin ser nada del otro mundo, creo que nos da una idea, demasiado edulcorada, eso sí, de lo que era vivir en Suiza.

La dirigió y protagonizó Carlos Iglesias en 2006, y trata de unos compatriotas que emigran a Suiza en busca del trabajo que escaseaba entonces en España, en los años 60 del siglo pasado. Parece que cinco décadas después algunas cosas siguen igual, pero esa es otra historia.

Aunque no voy a comparar mi emigración con la de los protagonistas, sí que hay algunos puntos en común que me hacen gracia. Las fronteras helvéticas, cerradas entonces a los embutidos ibéricos, son ahora algo más permisivas, pero no demasiado.

Lo que más choca quizás, es lo soleada que aparece Suiza en la película, algo que no coincide demasiado con la realidad, pero que podemos pasar por alto en favor de la historia. Los suizos tampoco besan con tanta facilidad, y de hacerlo, dan tres besos, no dos. Siguen siendo, sin embargo, igual de ordenados y educados.



Ahora que cumplo tres años viviendo en Suiza, me siento muy identificado con algunas escenas y diálogos. Situaciones que siguen chocando a los que se quedaron en España, pero que son muy reales.

Al llegar aquí me dijeron que había un punto de no retorno, un momento en el que ya no deseas volver a España. Al principio parece imposible, pero en mi caso ese punto llegó a las pocas semanas, y si algún día vuelvo a mi país de origen, será porque no pueda mantener el alto tren de vida de aquí, no porque añore la Península Ibérica. Nadie me cree, dicen que exagero, pero es absolutamente cierto.

Una calle de Madrid.


Y una de Zug.


No niego que en ocasiones te sientes como el protagonista, con ganas de sentarte en la madrileña calle de Alcalá, con una cerveza en la mano, el sol acariciándote el rostro, viendo pasar gente, pero luego te acuerdas del tráfico, de la suciedad y el ruido, del tiempo que llevas esperando el autobús, y de la mala educación de la gente, y te das cuenta de que la verdadera calidad de vida es otra cosa.


Pero la escena más devastadora de la película es cuando el inmigrante italiano relata cómo tras comprar su primer coche, de segunda mano, fue a Nápoles a ver a su familia. A la mañana siguiente descubre con estupor que se lo han destrozado. Con sus propias palabras, con dolor, nos dice que no se lo han robado, sino que se lo han destrozado, únicamente por envidia.

Ahí es donde te das cuenta de que las personas son muy diferentes en un país y en otro. No se trata de pobreza, sino de mezquindad. Renuncias entonces a todo el sol del mundo, al jamón y a las terrazas, con tal de no aguantar a los envidiosos, por lo hablar de los que, sabiéndose vulgares, lo proclaman con orgullo a los cuatro vientos.

Si, ya sé que no se puede generalizar, pero los hechos están ahí. En Suiza encuentro buena educación, y en España colchones apoyados contra los árboles en plena calle.

Creo que en realidad soy un suizo que nació en el país equivocado.


No me puedo creer que hayan pasado ya tres años.

15 comentarios:

Contadora de Libros. dijo...

Hola Tawaki.
No he visto la película, aunque me han hablado de ella varias veces. Creo que de esta no pasa.
Calidad de vida. Esas tres palabras que has empleado creo que resumen muy bien el post entero que nos compartes.
España tiene muchos rincones preciosos, cierto que Madrid a pesar de tener muchas cosas buenas es caótica en casi todo y en la suciedad también "es a lo grande".
Cuando estuve en Suiza, y eso que solo fue un viaje de vacaciones, noté estas diferencias que señalas ( educación y respeto, conductas cívicas ).
Cuando me preguntan "de todos los países que conoces cuál es el que más te gustó como para volver o quedarte". Me ponen en un aprieto porque han habido varios, pero siempre Suiza está entre los tres primeros. En parte por lo que has dicho aquí.

Un beso y sigue disfrutando de ese país!!!!

Senior Citizen dijo...

Un pariente que lleva muchos años en un país europeo no tan "super" como Suiza, pero más que España, dice que cuando se jubile nunca podrá volver completamente a nuestro país "porque hablamos a gritos". Y esto me lo decía en un bar de tapas lleno de gente...

Ligia dijo...

No conozco Suiza, pero siempre he escuchado "cosas buenas", sin tener en cuenta el alto tren de vida aunque supongo que estará en consonancia con los sueldos. Comprendo lo que dices en cuanto a las diferencias de calidad de vida, pero a mí me sería difícil encontrar "el calorcito" de mi tierra en otro lado. Abrazos

nella dijo...

A mí me parece que Ud. es un extra-terrestre :) :)

Cuando veo las fotos que subís de Suiza, siempre me digo lo mismo, parecen de otro mundo. Un mundo ordenado y limpio. Y también siempre me hago la misma pregunta, ¿cómo será su gente? ¿Serán cálidos? ¿Afectivos? ¿Solidarios, abiertos a recibir gente de otros lugares? Por éstos lados al nivel que planteas somos un desastre, pero tenemos otras cosas buenas a nivel humano, aunque también mucho de envidia.
Quizá la patria esté donde uno se sienta a gusto con el entorno y su gente.
Besos

Tawaki dijo...

Nélida G.A., es que a los españoles no se nos caen de la boca esas tres palabras, lo que me parece muy bien, porque España tiene grandes cosas, pero me gustaría que todos tuvieran la posibilidad de vivir fuera un año. Descubrirían dos cosas: que nuestro país tiene muchas cosas buenas y que no es el único lugar del mundo donde se vive bien.

Senior Citizen, lo de hablar a gritos es una muestra más de la falta de respeto que tanto nos molesta a algunos. España tiene muchas cosas buenas, pero sigue estando muy atrasada, y no es de extrañar que muchos no quieran volver.

Ligia, Suiza tiene cosas buenas y cosas malas, como en todas partes, pero a mí me gustaría que España, que es mi país de nacimiento, copiara las buenas. El "calorcito" al igual que el jamón o la historia y los paisajes de nuestro país son muy importantes, pero también el respeto, la buena educación, el civismo, etc. De nada me sirve tener los primeros si me faltan los segundos.

Nélida, de nada me sirve una persona cálida que se orina en el portal de mi piso, o un señor muy simpático que me estropea el carro, o una señora afectiva que me llene las aceras de mierdas de perro. No, lo siento, prefiero mil veces a estos suizos que no tienen por costumbre saludar en el ascensor, pero que dejan de hacer ruido cuando toca descansar. La afectividad se demuestra con el respeto. Ese es el error, el creer que por que alguien te da los buenos días ya vives bien, cuando resulta que está robando(te) dinero público, no porque sea un político, sino porque no paga impuestos, vive de una pensión que no le corresponde o sube al tren sin pagar el billete. Definitivamente, soy un extraterrestre. No me siento a gusto en España.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Charles de Batz dijo...

Pues ahí si he estado, precisamente el verano pasado. Estuve sobre todo en la Suiza Romande, en un apartamento de un pueblo que se llama Leysin, como base para recorren todo lo que pude de aquél país. Como todos, tiene para ver, disfrutar y conocer, a poco que te intereses en descubrir, mucho más de lo que a primera vista se espera. Me sorprendieron muchas cosas, en especial sus paisajes, y disfruté visitando el chateau de madame de Stael, Sion, el Furkapass, etc...

En mi caso, tendré que decirle que excepto el último de los 14 días, todos fueron bastante calurosos y soleados, lo cual me sorprendió, pues la verdad es que uno se espera todo lo contrario. Me pareció muy caro, pero limpio, ordenado, civilizado y, algo a lo que yo doy mucha importancia, cuidadoso con su patrimonio histórico y natural...

Un saludo

aitor dijo...

Después de leer tu artículo, me queda una sensación extraña.
No sé si pienso como tú ....o todo lo contrario.
De niño me tocó abandonar mi querida tierra en varias ocasiones por causas laborales de mis padres. Más adelante, ya de adulto, me tocó abandonarla de nuevo por motivos laborales personales.
A lo largo de mi vida he tenido el privilegio de conocer auténticos paraísos en recónditos rincones del planeta.
Pero actualmente llevo ya 25 años viviendo en mi tierra y si tengo algo claro en esta vida es que no podría vivir lejos de ella.
Añoro demasiado mi gente, las verdes montañas vascas que me sirven de refugio, el bravo mar cantábrico que me dá la vida.... el nexo de unión que siento con mi tierra es algo que trasciende más allá de lo comprensible pero sin duda alguna tengo claro que nací en el lugar adecuado o simplemente, no podría haber nacido en otro sitio.
¿Incomprensible, absurdo, estúpido?
Posiblemente pero a pesar de sentirme ciudadano del mundo, la sensación de pertenencia que tengo hacia ese insignificante rinconcito del mundo que me vio nacer es algo que va más allá de cualquier tipo de lógica y explicación.
Un saludo.

unjubilado dijo...

Solamente he estado fuera de España durante 6 meses en Venezuela y me chocaban muchas cosas de las que iba viendo, por supuesto no era la época actual, digo esto ya que no puedo opinar, aunque lógicamente cada país tiene sus cosas buenas y otras no tan buenas.
Me gustaría ver la película para poder opinar sobre ella, pero ¿Donde voy a verla?
- Jubi, si me permites, te la traigo aquí por si alguien la quiere ver
Adelante.
- Espera que te hago una sinopsis de ella. En la década de 1960 los españoles Martín (Carlos Iglesias) y Marcos (Javier Gutiérrez) se trasladan a Suiza en busca de trabajo, dejando a sus familias en Madrid. Allí, mientras se adaptan al día a día del país alpino, conocen a dos mujeres con las que iniciarán un affair: Martín con Hanna (Isabel Blanco), la dueña del hotel, y Marcos con una trabajadora local. Todo cambia cuando las familias de ambos trabajadores llegan a Suiza...
Pero mejor te dejo el enlace (https://www.youtube.com/watch?v=XIbHJLq9M3g) para que puedas verla

alfonso dijo...


Felicidades por esos tres años, que tan bien sobrellevas.
Sobre el relato que haces habría mucho que discutir. Supongo que aquella Suiza no es la de ahora como la España de ahora no es la de antes. En cualquier caso, la calidad de vida de los países se mide con muchos parámetros y creo que España sale muy bien parada de cualquier comparación. No te lo dice un chovinista sino una persona que no se siente identificada con el patrioterismo.
No pongo en duda los valores de Suiza, que mi paso por allí fe de un solo día, pero creo que no es justo señalar anécdotas a la hora de comparar España con Suiza... o con Marruecos, por poner cualquier ejemplo.
Lo que si está claro es que uno tiende a identificarse con el lugar donde vive, especialmente si vive bien y el lugar es muy agradable. Yo mismo, por ejemplo.
No me interpretes mal. No quiera abrir ningún debate. Gracias.

Un abrazo

· LMA · & · CR ·

lola santana dijo...

Hola Tawaki, Yo he visto la película un par de veces y me ha gustado, será porque yo también he sido emigrante.
Me alegro que disfrutes de lo que te rodea. Mi padre siempre decía que se es de dónde se pace no de dónde se nace. Yo añado que dónde mejor te encuentres.
Saludos,

Teté M. Jorge dijo...

Não vi o filme e tampouco conheço a Suíça (leio e vejo sobre este país que me parece estupendo!). Como você disse sobre a Espanha, no Brasil não é diferente... na verdade, o melhor país para se viver é aquele onde deveria existir educação em todos os sentidos, direitos e deveres para todos, saúde para todos, igualdade, oportunidade... são tantas coisas necessárias... e com uma qualidade de vida digna. Enfim, vamos vivendo e sobrevivendo cada um em seu espaço e fazendo a nossa parte como cidadãos de bem. Do seu país, eu guardo boas lembranças como turista.
Um beijo e parabéns por saber aproveitar a oportunidade que a vida lhe concedeu.

Tawaki dijo...

Charles de Batz, tuviste suerte con el tiempo, que viene por oleadas, y Suiza es tal y como la describes. Esa parte, junto con la francesa es la que menos conozco, pero confío en ir poniéndole remedio. Es un país pequeño, pero con mucho que ver.

Aitor, Aitor, Aitor, para nada incomprensible ni estúpido, de hecho es como piensa la mayoría de la gente. A mí también me gusta España, solo que me gustaría mucho más si abundaran cosas que yo valoro y que a veces echo en falta, como la tranquilidad, el respeto y la buena educación. Cada persona es diferente y lo que a uno le parece tranquilo otro lo califica de aburrido, yo me limito a dar una opinión personal, pero cada uno es libre de tener la suya - sólo faltaba - y si estás a gusto, pues me alegro mucho.

Un jubilado, la película no es nada del otro mundo, pero se ve con otros ojos cuando uno mismo ha emigrado. Claro que cada país tiene sus cosas buenas y malas, Suiza no es una excepción, pero me gustaría que los españoles copiásemos las buenas.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Tawaki dijo...

ñOCO Le bOLO, comparo la suiza de ahora, que es la que vivo, con la España actual, y la película sólo me sirve como punto de apoyo. Intento ser objetivo cuando hablo de España, sin ser chovinista cuando por ejemplo afirmo que tenemos la mejor gastronomía del mundo, pero también critico lo que no me gusta. Cada uno tiene sus gustos y sus varas de medir, y esta entrada hace referencia a los míos. Me gusta la tranquilidad y el respeto, y considero que ambos son más fáciles de encontrar en Suiza que en España. Me gustaría que España copiase lo que yo considero bueno, sabiendo que otros pueden discrepar. Por otro lado, siéntete libre de debatir todo lo que quieras. Yo lo hago desde el respeto, y tú también, de forma que ambos ganamos.

Lola, completamente de acuerdo con tu padre. De hecho, procuro ser feliz independientemente de dónde me encuentre.

Teca, efectivamente, cuando los ciudadanos entienden que hay derechos y obligaciones, se vive mejor, y eso sucede en las culturas más avanzadas. No conozco Brasil, pero la imagino, supongo que es un país maravilloso con una gente estupenda que, sin embargo, puede mejorar en muchas cosas. A eso me refiero con la entrada, a que debemos copiar lo bueno para que todos vivamos mejor. Ya me conoces, y sabes que disfruto el momento.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

nella dijo...

Te preguntaba y respondés lo que imaginaba. Mi sensación es que, cuánto más "civilizados" (lo pongo entre comillas porque nos seguimos matando entre nosotros de maneras sofisticadas y no tanto) nos volvemos menos afectuosos, compasivos, reflexivos? Digo que no saludar también es una falta de respeto sobre todo si te topas a una persona de frente, por más desconocida que sea. Entiendo lo que decís y acuerdo, pero entonces, ¿por qué sucede este especie de enfriamiento de lo humano, en lo más "civilizado"? Las buenas costumbres y el respeto son necesario pero también lo es la calidez, el afecto, el contacto. ¿Sabías que un estudio demostró que los padres que no acarician ni abrazan a sus hijos tienen problemas de crecimiento no sólo emocional sino físico?
Un tema que da para pensar y analizar.

Tawaki dijo...

Nélida, es cuestión de cómo lo vea cada uno. El saludo, que tanto nos gusta a los "mediterráneos" ellos lo ven como una intromisión en su intimidad. Lo que en un sitio es una muestra de respeto, en otro es falta de educación y viceversa. Simplemente hay que adaptarse a los gustos de cada país. Ellos abrazan y besan a sus hijos, pero en privado. Yo prefiero cierta calidez, pero les entiendo perfectamente y me adapto.