Decíamos ayer…
No era mi intención abandonar el blog durante tanto tiempo, pero la pausa de un par de semanas por vacaciones se convirtió en varios meses de inactividad, por lo que os pido disculpas.
No consigo recordar desde cuando quería visitar este sitio, pero os aseguro que hablamos de muchos años. Por fin, en junio de 2023, el sueño se hizo realidad. Porque es evidente que esta cultura tan antigua tiene algo que nos atrae sin remedio. Cada vez que hay una exposición, las colas son kilométricas, y cualquier documental serio, capta inmediatamente nuestra atención. Todo ello sin mencionar una posible visita que nos permita ver los monumentos en directo, como la que llevé a cabo en 2008.
La entrada, más que larga, es eterna, y eso que la he tenido que dividir en dos partes, ya que, sin darme cuenta, pretendía subir cincuenta fotos. Sabía de este museo, el más antiguo de Europa sobre esta temática y el segundo mejor del mundo tras el de El Cairo, y por una vez, era consciente de dónde me metía. He de decir que mis expectativas se han visto superadas.
Vi que el museo avisaba de que había momias expuestas en algunas de las vitrinas, por lo que replico la idea por si alguien no desea verlas y advierto de que en esta entrada aparecen fotos de ellas.
Cuando fue fundado en 1924, las colecciones se guardaban en un edificio llamado Collegio dei Nobili, construido según un diseño de Michelangelo Garove. Allí estaban los primeros objetos de la colección Drovetti, adquiridos por el rey Carlo Felice. Posteriores modificaciones, llevadas a cabo por Giuseppe Maria Talucchi y Alessandro Mazzucchetti, adaptaron mejor el edificio, abriéndose al público en 1832.
Además de las antigüedades egipcias había otras, romanas y prehistóricas que fueron incorporadas junto con una sección de historia natural. Todavía durante el siglo XIX, varias colecciones privadas de menor tamaño, junto con intercambios con otros museos, irían sumando objetos.
Entre 1903 y 1937, las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en Egipto por Ernesto Schiaparelli y Giulio Farina aportarían unas 30,000 piezas a un museo que sería reorganizado una primera vez en 1908 y una segunda más importante en 1924, año en el que el rey hizo una visita oficial.
Las obras no terminaron aquí, sucediéndose posteriores renovaciones en los años treinta y ochenta del pasado siglo. Particularmente importante fue la reconstrucción del templo de Ellesiya, donado por el gobierno egipcio en reconocimiento por la ayuda italiana durante el rescate de los templos nubios que iban a quedar bajo las aguas de la presa de Asuán. El templo fue cortado en 666 bloques que fueron transportados a Turín en 1970.
Por desgracia, solo pude ver su fachada (gran decepción) porque el interior estaba en obras. Hasta donde yo sé, hay cuatro templos fuera de Egipto, de los cuales he visto tres: el templo de Debod en Madrid, el templo de Dendur en Nueva York y este de Turín. Solo me falta el de Taffa, en Leiden (Países Bajos). En el enlace hablan de cinco templos fuera del país africano, pero se olvidan de que el templo de Abu Simbel, aunque no está en su ubicación original no salió de Egipto.
He sacado toda la mayor parte de la información histórica de la página oficial del museo, disponible en inglés o en italiano. En ella encontráis muchas más cosas de las que ya os he contado. Hoy lo dejamos aquí, con la intención de continuar dentro de unos días.
1 comentario:
Interesante museo... ¿Nunca ha reclamado Egipto alguna pieza de estas? No las que regalaron del templo, pero sí otras que consideren de una propiedad muy dudosa.
En cuanto a las momias, a mí no me importa verlas y mucho menos en fotos, pero la verdad es que no me gusta que se expongan como objetos en una vitrina.
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