lunes, 1 de septiembre de 2008

De cuando el tomate sabía a tomate

Me contaba una amiga que descubrió un tomate agazapado en una esquina de su frigorífico, camuflado tras unas cervezas para no ser descubierto. A saber cuánto tiempo llevaba allí escondido.

Decidió hacer un experimento y dejarlo para ver cuánto aguantaba. Mes y medio más tarde aún conservaba su color rojo aunque fuera de vergüenza. ¡Qué no llevará este tomate en las venas para aguantar tanto tiempo, pensó!

El otro día comí yo uno que sabía a tomate; lo abrí y tenía hasta pulpa. Y es que en Madrid tenemos casi de todo, pero la calidad ya no es la misma, ni mucho menos. Puedes comprar tarugos de madera de color verde, que llaman peras, o de color naranja intenso, adquiridos como melocotones. No me extraña que el Amazonas esté en peligro; buena parte de los árboles nos los comemos a diario, enmascarados como frutas y hortalizas.


Esta foto no es mía, me la mandaron por email y deconozco quién es el artista.


Marché al sur, aprovechando que en mi ciudad hacía calor y que el viernes era fiesta, y llegué al mismo pueblo donde pasé los veranos de mi infancia. Si os digo que ha cambiado en estos treinta años no os sorprende, ¿verdad? El cine de verano es una discoteca y la valla publicitaria desde la que veíamos las películas sin pagar, no existe. Tampoco encuentro las dunas en las que hacíamos las barbacoas nocturnas que tanto molestaban a la Guardia Civil. Ahora han construido un hotel y para comer carne hay que pagar. Chalets, avenidas y fuentes han sustituido a los pinos de siempre, que fueron convertidos en manzanas y tomates.

De los chiringuitos ilegales no queda ni rastro, y ya no es posible echar partidos de fútbol en una playa abarrotada de gente que no conozco. Y no le echéis la culpa al Alzheimer, que os conozco.

Sardinas, caballas, puntillitas, Ribera del Duero y cafés con hielo; de todo en abundancia. El mar muy azul, removido, no agitado, y el agua fresca sin necesidad de echarle hielo. Sol, mucho sol en una playa en la que me siento como un colonizador blanco, perdido sin remedio en un mundo de jubilados con moreno del bueno, de ese negro que sólo se consigue con tiempo y constancia diarios.

Y atardeceres...


La foto está regular, pero mi móvil no da para más.

42 comentarios:

Serrano-chan dijo...

Tu móvil no está mal,lo que realmente estorba para poder apreciar esta puesta de sol tan estupenda son los pisos a pie de playa y es que nada es como antes,pero sabes una cosa,yo tengo un campito pequeño en la vega de Granada en el que además de higueras buenísssisimas,granadas,membrillos,cerezas(que se comen los pájaros) y unas cuantas plantas más,tenemos unos tomates de verdad,de los antiguos que cuando los saboreas,ya no puedes comer de otros...osea soy una pequeña afortunada.Celebro que visitaras tu tierra,es inevitable el paso del tiempo,la especulación y otras agonias más por las que todos pasamos.Me extendí demasiado.Besos.

isobel dijo...

si es que cuando uno come tomates de verdad... no compra de los otros, ahora entre nosotros, yo tengo de esos, pero no tengo playa, besitos

Angeles dijo...

Supongo que si existe un mes propicio para la añoranza, ese es el de vacaciones, poco tiene que ver con su número en el calendario, suele ser sobre todo, porque mucha gente regresa o pasa por lugares conocidos de su infancia. La familia, el recuerdo, todas son buenas excusas para hacerlo.

Pero incluso si el cacareado “progreso” y la metida hasta la sopa “modernidad” no hubiesen arrasado con ellos, nunca los veríamos igual. Aquel maravilloso lago resulta ser una pequeña charca, el fantástico y misterioso “casi castillo” del final de la calle que tantas historias nos hacia imaginar, es solo un gran caserón, incluso el gigantesco tobogán del parque que nos daba vértigo es pequeño y diminuto.

Solo si sabemos procesar esa diferencia de tamaño volveremos a verlo de igual manera, eso si, si la maquinaria del progreso nos ha dejado algo.

Besos

toronterobull dijo...

Como sé de que playa hablas no puedo estar mas de acuerdo, hay que ver la manera en que se la han cargado...era una de las costas más bonitas y sin desarrollar de toda España a pesar de su ubicación... A mi tambien me trae muchos recuerdos pero cuando vuelvo por ahí y veo lo que han hecho es para cagarse en la p. madre de más de uno... pero ya sabes... a esto creo que le llaman progreso, no?

un abrazo

Jassy dijo...

felizmente el platano de Canarias y el tomatito canarión todavia saben rico yeeahh!
me encanto ese atardecer, aunque no sean los de antes nuestros pueblos siempre seran nuestros, no??
Un beso!

Williams dijo...

A mi tambien me gustaria volver solo para ver los cambios de mi pueblo de nacimiento...

En cuanto a los tomates, aqui, no duran ni una semana en el refri, sufren una cruel metamorfosis... o algo asi como de solido a liquido? que se yo.

Ego dijo...

Me confieso alérgica al tomate. La Tomatina de Buñol podía matarme. Así se lo comunico a mis amigos, pero ignoro si me creen.
Así que me quedo con el paisaje.
Un (b)eso!

Alejandrina Cara de Gallina dijo...

En parte las cosas cambian realmente por ese monstruo llamado progreso, pero tambien bastante cambiamos nosotros, es inevitable...

dintel dijo...

De cuando el tomate sabía a tomate, de cuando la judía sabía a judía, de cuando la pera sabía a pera, de cuando el melocotón sabía a melocotón... (creo que he empezado una serie casi infinita).

Belén dijo...

Este puente estuve en la playa con unas amigas, y comimos tomates del pueblo de una de ellas... no recordaba el sabor al tomate, que delicia!

Besicos

rajo de luz dijo...

Pues sí, yo hace años que no me como un buen tomate con verdadero sabor,así pasa en otras cosas que cambian y tenemos que adaptarnos sin remedio.

Un besiño.

Cyllan dijo...

Eeeeeh para el carro Tawa. Vale casi todo lo que dices menos lo de las dunas. ¿Cómo que no hay dunas? Pero si hay zonas que parece el paraíso. Yo te enseño unas fotos de las dunas si quieres, ya que parece que te bajas a tu sur sin tu megacámara :PP Como lo tienes tan visto... A Levante te mandaba yo jajajaj.
Por cierto las barbacoas me temo que las siguen haciendo aunque sea una zona protegida, y la verdad es que me parece peligrosísimo.
Muy bueno lo del mar que no necesita hielo ajajaj. ¡Lo corroboro!
Besitos.
Y no detectes cachondeíto donde no lo hay. Te felicité el cumple de corazón turris ;)

Zara dijo...

Yo tengo la teoría de que el tiempo lo acaba estropeando todo...lo único que se conserva más parecido a mi infancia es el barrio de mis abuelos, donde me crié. Allí la gente se sigue sentando en las puertas de sus casas a tomar el fresco y charlar con los vecinos por las noches. Pero el resto...en fín.Besos, xaop.

nella dijo...

Qué hermoso lo que cuentas y cómo lo cuentas, se puede respirar una nostalgia amorosa que te sacude el alma. Besos

Qalamana dijo...

Pues a mí me gusta la foto, muy bonitas las tonalidades...

Uff, no recuerdo cuándo fue la última vez que comí un tomate con sabor a tomate :(

PIER dijo...

Que ricos los tomates cuando son de los buenos. Rojos y frescos..dulces y acidos. que más da..

Que fotos más lindas.

que estes bien. abrazos.

Flor dijo...

Lo siento pero el intercambio es de postales, y por correo ordinario. Ya sabes, mi lado romántico...

Besitos

I. Robledo dijo...

Amigo, nosotros otros años hemos tenido tomates "reventones" que saben... Dios sabe a que... Inmensa maravilla.

Este año, por aqui abajo, sin embargo, no se los motivos, pero los tomates se pudren en los huertos.

Mal año.

Un abrazo, amigo (un tomate, como Dios manda, y con sal es un lujo asiatico... Y que decir de un huevo de gallina de las que comen gusanos y bichos en el campo...

Leodegundia dijo...

:-) Bueno, al menos te queda el atardecer para que la nostalgia de tiempos pasados no te consuma. El progreso es lo que trae consigo, se quitan árboles y se ponen enormes y feas casas de apartentos, desaparece la hierba y sólo se ve hormigón. Una pena.
Un abrazo

Anónimo dijo...

todo cambia. y más cuando uno visita lugares q frecuento durante la infancia, llega a nosotros esa añoranza, esos recuerdos, y es ahi cuando decimos que todo era mejor, hasta nosotros lo eramos, más libres, más felices, más dueños de nosotros mismos.
Lastima, pero la vida continua y todo evoluciona, todo cambia aunq no siempre sea para mejorar..
besitos

Mara dijo...

jeje, te mando una cajita de tomates si quieres :D

Serrano-chan dijo...

No te preocupes demasiado por mis vacaciones,tengo más de las que digo pero oficiales tengo igual que todo el mundo,lo que pasa Tawaki es que no cobro dias de compensaciones y reuno muchos ,pero la verdad es que mi trabajo es muy estresante,además de trabajar todos los sabados,domingos,festivos y no poder coger ningun puente... ¿a que ya no lo ves igual? De todas formas estoy bien así y no me estoy quejando.Besitos.

Blau dijo...

Tawaki, es ciero, las cosas ya no saben como antes :o( tendremos que descubrir nuevos sabores :o)

Besoss

lola dijo...

Que linda foto, me encantan los atardeceres, sobre todo porque no hay que madrugar para verlos ;)
Para mi uno de los recuerdos que más asocio a mi niñez es la del pan recién hecho, detrás de mi casa había una panadería, y el olor del aceite de oliva cuando mi madre freía algo, pero ya ni siquiera el aceite huele lo mismo y eso que está muchísimo más caro.
Saludos, y buen finde

Anónimo dijo...

Bueno,no hace mucho tiempo yo recogía la leche en tarro de cristal a una mujer que la vendía cerca de mi casa, eso era leche y no agua, teníamos que hervirla y demás, igual no era aconsejable por la falta de controles de calidad, pero SABIA A LECHE. Si mis abuelos levantaran la cabeza!!Cambian tanto las cosas...Mi madre estuvo viviendo en Conil (Cádiz) cerca de un huerto de un hombre mayor, daba gusto comprarle hortalizas y fruta y que supiese exactamente a lo que eran...Aich, qué cambia todo, eh? Linda puesta de sol...Un saludo desde Andalucía.

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón. Antes las cosas eran distintas. Y no sólo antes, sino en otros sitios distintos a las grandes ciudades. Nos hemos acostumbrado a negarnos los sabores. Besos.

Sandra Sánchez dijo...

Tawaki precisamente la semana pasada una amiga de Málaga que vino unos días a Asturias me comentó que le lamaba la atención que el tomate sobía a tomate, cosa que me lenó de orgullo jajja...(pero bueno hay de todo en todos laos...)

Lo del sitio de vacaciones me recordó a la canción de Sabina, esa de "y nos dieron las 10 y las 11..." por lo de que se encontró el banco Hispanoamericano en lugar del bar...ya ves suele pasar hasta en elas canciones ;)

Almatina dijo...

Cuando el tomate sabía a tomate
lo partías en cuatro, le echabas sal
y era delicioso.
El pollo sabía a pollo, y era amarillo pollo.
Y el aceite de la almazara
una vez destapado el tapón de la botella
se olía en toda la cocina y desde la calle casi.
Los melocotones se olían desde el portal
y eran de tacto consistente, piel de terciopelo y de color naranja amarillo rojo y grandes,
los exportaban a USA aquí no volví a probra ninguno iguales.
Mi abuela Paca
ganó varios melocotones de oro
cuando le traían la 1ª caja hasta el octavo piso
yo lo olía nada más llegar del colegio.
El progreso es de plástico
una mierda
adiós a los materiales nobles
como nosotros,
bienvenido el plástico barato
y la mentalidad del todo a 100.

Besos
amigo
de las botas
verdes
al otro lado del arco-iris.

Raquel dijo...

Estoy esperando a que maduren los que sembré hace ya casi tres meses. Ya casi están a punto. Esos también saben a tomates pero te doy toda la razón, cada vez es más difícil.
Besos

Sylvia Reguero dijo...

Que pena antes se comian las cosas en su temporada y cada una sabia a lo que tenia que aber,ahora tenemos todo el año ¿pero que tenemos ? solo la imagen .
A veces con tanto progreso,retrocedemos

Izel dijo...

A veces jode tanto ver como el "progreso" se carga nuestra infancia y adolescencia...

Es lo que tiene crecer...

Anónimo dijo...

Hola amigo, esos son los efectos secundarios del avance en todo sentido, es lamentable que muchas cosas se pierdan con el transcurrir del tiempo, la cosa es mundial. Con respecto al tomate, aquí los tenemos buenos, de hecho, me encanta hasta el jugo de tomate... así que invitado a mi país que todavía hay cositas buenas jejejee. Besitos!! pd: ojalá mi celu sacara fotos así.

angela dijo...

Totalmente de acuerdo Tawaki. El atardecer maravilloso, el cielo ¡ideal!.Un abrazo.Angela

la cocina de frabisa dijo...

Yo solo como tomates de los buenos y sabrosos en verano que es cuando los hay aquí en Galicia. El resto del año vienen ni se sabe de donde, con trienios de cámaras frigoríficas en sus escasas y desaboridas pulpas.

Qué sorpresa te habrás llevado con tantos cambios en el pueblo, aunque aún habían cosas suficientes como para que lo pasaras tan bien.

un beso

Sendieva dijo...

Pues la foto a mi me encantó, sobre todo imaginarme viendo ese atardecer...

Yo consigo comer tomates de verdad, con un pequeño esfuerzo durante unos meses lo consigo, hao el semillero, los planto y luego los mimo para al final disfrutar del sabor real...

Un cordial saludo.

Mis Letras al viento dijo...

La verdad amigo que no es porque seamos antigÜos o nada de eso pero antes la comida y los sitios tenian otro sabor y otra movida ahora todo es rochela y comercio y las hortalizas y verduras son como de plástico o que se yo eso de transgénicos que cuando menos te lo pienses sale del refri un tomate mutante o quien sabe dios que otra verdura asesina esta tecnología es buena pero hasta que punto el hombre esta tentando a la madre naturaleza ella es implacable a la hora de pasar factura o preguntalé a la gente de Florida o New Orleans ... Saludos y feliz fin de semana seguiremos en contacto

Tawaki dijo...

Serrano-chan, los que tenéis campo sois unos privilegiados. Cuando voy al pueblo de una amigo y como cosas de su huerto, entro en otra dimensión. Un beso y no te preocupes por la extensión, que para eso son los comentarios.

Isobel, claro, el problema es que en Madrid, ni tomates ni playa. Un desastre!!

Petitapetitesa, tienes razón, todo es más pequeño porque hemos crecido. Yo estoy a favor del progreso, pero eso no quita para qu hayamos perddo calidad de vida en algunas cosas. Un abrazo.

Toronterobull, es que tú juegas con ventaja, amigo. Siguen construyendo y a este paso no quedará ni un metro de arena libre. Un abrazo.

Jassy, pues manda alguno para Madrid, que lo que hay po aquí es para echarse a llorar. Un besote.

Williams, sí, sí, exacto, y poco después pasan a gaseoso. Un abrazo.

Ego, conozco a varios a los que no les gusta por su acidez, pero eres la primera alérgica que encuentro. Un beso.

Alejandrina, tienes razón, pero el progreso debe mejorar las cosas, no empeorarlas.

Dintel, infinita y exponencialmente crciente.

Belén, nada que ver con los de las grandes ciudades, ¿verdad?

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Tawaki dijo...

Rajo de luz, supongo que le habrás puesto remedio en Italia. Un beso.

Cyllan, ya sé que tu felicitación era de ley, no esperaría otra cosa. Nosotros las barbacoas las hacíamos en donde ahora está el hotel. Son esas las dunas que han desaparecido. Tú lo ves como está ahora, pero yo cogía coquinas en la misma playa y en vez de pisos había pinos. No te imagina cómo ha cambiado. Un besote.

Zara, dicen que el progreso e que 1000 cosas avancen y que sólo retrocedan 999. A mí me gustaría conseguir un mejor ratio. Un beso.

Nélida, es que son muchos años y muchos recuerdos los que se agolpan. Un beso.

Qalamana, el cielo estaba precioso y fueron apenas unos minutos. Un beso.

Pier Bionnivells, a mí me encantan, con un poco de aceite y sal. Las cosas sencillas son las mejores. Un beso.

Flor, me parece muy bien. Por eso pregunté, para no saltarme las reglas. Un beso.

Antiqva, qué lástima que no sea u buen año. En Huelva los comí riquísimos; y no me hables de huevos de pueblo, que babeo... Un abrazo.

Leodegundia, yo estoy a favor del progreso, pero no a cualquier precio, y éste en concreto me parece demasiado caro. Un abrazo.

Ktheryn, tienes razón en que todo cambia. Algunas cosas mejoran y nuestra vida es más fácil, otras en cambio... Un beso.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Tawaki dijo...

Mara, qué detalle, pero te vas a arruinar, porque me gusta comer de todo, ja,ja. Un besote.

Serrano-chan, la vida da pocas cosas gratis. Pienso que si alguien tiene algo es porque se lo ha currado antes, mi comentario era irónico y sin mala intención. Un beso.

Blau, me gusta tu actitud. Probemos!!! Un beso.

Lola, ya veo que lo de madrugar no es lo tuyo, ja,ja. Pan, ¡qué rico! A mí me gusta el aceite andaluz, que es muy fuerte de sabor. Un abrazo.

Arandanilla, no había controles de calidad porque no eran necesarios. Todo era bueno y no había que andarse con tantas historias. Un abrazo hacia el sur.

Isabel, nos hemos acostumbrado, es verdad, porque no nos queda otro remedio, pero yo aún intento rememorarlos. Un beso.

Pulgacroft, es que en Asturias se sigue comiendo muy bien. Te debo reportaje, no me olvido. Ya queda menos. Un beso.

Almatina, me gustó todo lo que dijiste, especialmente ese final tan incendiario. Un beso.

Raquel, así no vale, estás haciendo trampa. ¡Qué suerte tienes! Un beso.

Mari Carmen, es curioso porque por Huelva pasa al reves con el mar. Está sereno por la mañana y luego se va encrespando. Ya nada es igual. Un beso.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Tawaki dijo...

Sylvia, el progreso nos da una vida supuestamente mejor, pero a veces el precio es demasiado alto. Yo también echo de menos las temporadas. Un beso.

Izel, y eso que tú eres más joven, pero es un mal que nos afecta a todos. Un beso.

Yo!, muchasgracias porla invitación; te recomindo que le eches la llave a la nevera, ja,ja. Besos.

Ángela, duró unos minutos, peo fue espectacular. Un beso.

Frabisa, Galicia es otro de esos reductos en los que aún se come con autenticidad. Un beso.

Sendieva, qué envidia, pode disfrutar e las cosas auténticas, en su momento de sazón. Un abrazo.

Sandyteje, es verdad, ahora lo tenemos todo el año, pero no vale un pimiento. La Naturaleza podrá con nosotros, porque no tiene pris por imponerse. Un abrazo.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Lirio Azul dijo...

Aunque cambie todo, la gente, las cosas, las formas... con qué nostalgia miramos ese mar que disfrutamos de niños, con cuántos bellos recuerdos de la infancia y también de adolescencia se llenan nuestros pensamientos...
Cada año que vuelvo a las playas de mi niñez, no puedo evitar sentir en mi corazón lo feliz que fui en aquellos lugares.

Por cierto, los tomates, las peras, los melocotones... según con quién te los comas seguro que te saben a gloria..

Un abrazo Tawaki :)

Tawaki dijo...

Lirio Azul, muy de acuerdo con tus apreciaciones. Es bueno recordar los buenos momentos, aunque sea con algo de nostalgia, pero es mucho más importante saber rodearse de las personas adecuadas para disfrutar de la vida.

Un abrazo y muchas gracias por tu visita.