jueves, 12 de febrero de 2009

Atrapados en el hielo II

En un mundo en guerra, 27 hombres, que luego resultarían ser 28 tras el descubrimiento de un polizón, quedaron aislados en un mar de hielo, pero eso sería adelantarse a los acontecimientos y mejor vamos poco a poco.

Tras varias escalas, el Endurance había llegado a las Islas Orcadas del Sur, a una estación ballenera en la que se quedarían por espacio de un mes hasta que las condiciones mejorasen. Shackleton eligió un mal año para su aventura y la plataforma de hielo se extendía más al norte de lo habitual, pero la presión financiera a la que estaba sometido le obligó a intentarlo.

El plan era atravesar el mar de Weddell con el Endurance, desembarcar en la Antártida, cruzar a pie los 2880 km y ser recogidos por otro barco, el Aurora, en el otro extremo del continente. Schakleton y sus hombres no llegaron a pisar tierra firme, y desde ese punto de vista la expedición fue un fracaso.


Leer este párrafo al final.
La línea roja en la parte alta del dibujo representa el recorrido del Endurance hasta quedar prisionero del hielo. La línea amarilla nos muestra su deriva, arrastrado por las fuertes corrientes del Mar de Weddell hasta su hundimiento. La línea verde es el azaroso viaje sobre los témpanos hasta la Isla Elefante, y la azul el recorrido que hizo Shackleton y otros cinco hombres en bote hasta la estación ballenera.


Después de sortear durante varias semanas los numerosos témpanos el Endurance queda atrapado por el hielo, sin poder moverse. Apenas les faltaba un día de navegación para llegar a tierra firme. En sus bodegas había provisiones para dos años, pero aún confiaban en poder liberarse del hielo. No sería así.


Para evitar la desmoralización en los largos meses que les esperaban, Schakleton organizó partidos de fútbol, concursos y todo tipo de fiestas y trabajos para mantener a sus hombres ocupados. Científicos y marineros se turnaban en las labores, sin distinción.


Mientras, la corriente les iba separando lentamente de su objetivo, llevándolos hacia el norte. Esta es una foto nocturna del barco, de hace casi cien años. No hay que olvidar que el sol desapareció del horizonte durante meses. Fue entonces cuando las dotes de mando de Schakleton se hicieron más evidentes. No en vano, ese era uno de sus puntos fuertes.



A pesar de estar muy bien construido, con una madera especialmente fuerte, el barco no pudo soportar más la presión del hielo y fue inclinándose hacia babor, hasta que terminó por hundirse.



Los hombres tuvieron que montar un campamento provisional mientras decidían qué hacer. Habían conseguido salvar del naufragio tres botes salvavidas, el mayor de los cuales apenas si tenía siete metros de eslora.


Arrastrándolos sobre los inestables témpanos, y navegando cuando ello era posible, se dirigieron hacia el norte, hacia Isla Elefante, su única esperanza de regresar a la civilización.

El final de la historia en unos días.

22 comentarios:

Gittana dijo...

Dioses!!! que impresionante, y las fotografias no se diga, muy hermosas!

dintel dijo...

Me tienes pillada con tus historias. Espero impaciente.

Leodegundia dijo...

La historia es muy interesante y apoyada por esas magníficas fotos nos da una idea clara de lo que debieron de pasar.
Veo que en una de las fotos hay unos perros ¿sabes si ellos también pudieron salvarse?.
Espero la continuación.

Flor dijo...

Impresionante Tawaki!! Las fotos son fantásticas!

Me parece que leí el final porque no avisaste que al párrafo había que leerlo después de que publicaras la segunda parte, no???
Es que soy taaan cortita...

Espero el desenlace.
Besitos

Antero dijo...

me uno a los que esperan con impaciencia el final de esta historia.

Saludos

Antero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cyllan dijo...

Me quedo pensando que esta es tu verdadera vocación. Surcar los mares y la tierra en busca de lo desconocido, pisar donde no ha pisado nadie, explorar, fotografiar y apuntarlo todo.
:)

Sylvia Reguero dijo...

La historia es sobrecogedora, las ganas que tengo de ver la esposición ya comentaremos .....
Un beso

luna llena dijo...

uffffffff sencillamente alucinante. besos wapo

nella dijo...

Qué increíble, si parece un sueño surrealista! Besos

lola dijo...

Hola!
¡Impresionante la foto nocturna del barco!
Yo tambiém me pregunto muchas veces qué es lo que mueve a algunas personas a dejar la comodidad del hogar para meterse en determinadas aventuras, supongo que es la curiosidad por conocer y experimentar nuevas sensaciones. Yo desde luego soy demasiado cómoda para hacer cosas así, sin embargo a mi hija le encanta todo lo que suponga un cierto riesgo.

nieve dijo...

Fantástica historia, tu forma de contarla, acompañada de las fotografías, te hace vivirla de forma muy intensa. Yo también me uno a los que están esperando el final de la historia.

Un beso

Serrano-chan dijo...

Desde luego el ser humano es tozudo por naturaleza...Espero impaciente la parte restante.Las fotos son de un realismo sobrecogedor,ya me estoy muriendo de frío.Besitos.

JUACO dijo...

Muy buena la historia. Una aventura impresionante. Lo que tuvieron que soportar esos hombres. Espero el desenlace.
Un saludo.

angela dijo...

Tawaki, magnifica explicación de unos hombres que además de aventureros fueron excelentes luchadores para que a otros, se les abriese el camino.... Lo cuentas con el mismo entusiasmo que yo lo he leido. Las fotografías ayudan maravillosamente a meterse en el tema. ¡Felicidades Tawaki!.Un abrazo grandote.Angela

Natacha dijo...

Apasionante. Siempre me gustó... ya te lo había dicho ¿verdad? jaja.
Un beso, guapo.
Natacha.

Patricia dijo...

Me encantan las aventuras si no estuviera tan jo con el trabajo te insistiria en que publiques el final asap, pero como no es asi te ruego no lo hagas de prisa :(
je je..Que capitan tan maravilloso y creativo, a demas que sus tripulantes debieron haber tenido mucha valentia y determinacion. Pobres por los problemas que enfrentaron, si contra los fenomenos naturales el hombre sale perdiendo...llego a isla elefante triunfante no?...dime que si!!
besos,

Tawaki dijo...

Gittana, sobre todo porque fueron hechas hace cien años.

Dintel, me alegro de que te gusten. A mí me emocionan.

Leodegundia, me temo que tuvieron que sacrificarlos, porque no había comida para todos.

Flor, lo siento, pero era previsible que se salvaran, ¿no? Un beso.

Antero, ya queda poco.

Cyllan, cierto, pero sin pasar frío, que soy muy comodón.

Sylvia Reguero, seguro que te gusta. Ya me dirás. Besos.

Luna Llena, ya sabes que me encantan este tipo de historias épicas. Un beso.

Muchas gracias por vuestros comentarios.

Tawaki dijo...

Nélida, podrías emularlos, tú que estás más cerca. Besos.

Lola, casi se queda ciego con tanto flah de magnesio, el pobre. Yo me apunto a leer este tipo de historias desde el sillón de mi casa.

Nieve, cre que fue algo épico y que merece la pena que se conozca. Un beso.

Serrano-chan, hicieron historia, nunca mejor dicho. Un beso.

Juaco, música tenían poca. Un banjo y canciones populares. Un abrazo.

Ángela, lo extraño es que no hubiese ningún asturiano. Creo que se está investigando. Un abrazo.

Natacha, muchas gracias, me alegro mucho. Besos.

Patricia, take it easy con el trabajo. No te preocupes por el final, aquí lo encontrarás, sin prisas. Un beso.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

momo dijo...

me encanta cuando sacas tu vena de explorador ,tienes un gran aventurero dentro mi querido escorpión . Me encanta ese espiritu viajero , que es común a muchos escorpiones.
un abrazo muy fuerte

Leodegundia dijo...

¡Qué pena!, al final los animalinos siempre llevan la peor parte.
Acabo de ver la entrada de Villa La Angostura, todo un regalo para la vista y me imagino que la paz que se respira en ese lugar tiene que ser tremenda.
Un abrazo

Tawaki dijo...

Momo, por un lado envidio a estos hombres, que pocos años después volvieron a embarcarse. Por otro, mi parte acomodada me pregunta si estoy loco. Un abrazo.

Leodegundia, si te sirve de consuelo te diré que murieron rápidamente. Por desgracia había que elegir y fue un momento duro para los hombres, que se habían encariñado con ellos.

En Villa La Angostura, y en gran parte de Argentina en realidad, uno se sentía solo en medio de una naturaleza impresionante. Fue precioso, como espero poder seguir mostrando. Un abrazo.

Muchas gracias a las dos por vuestros comentarios.