A uno de mis abuelos lo llamaban el
comedor de hombres, pero al final resultó que su afición por la carne humana no
era tal, lo que provocó un gran disgusto a mi abuela. Fue por eso que lo
abandonó sin contemplaciones; eso sí, después de concebir a mi padre y a mi
tío.
Son historias un poco truculentas, lo sé,
y quizás por ello nunca me había atrevido a ponerlas por escrito. Por eso, y
porque siempre creí que mi nombre no llevaba hache intercalada, lo que sin duda
dificultó que conociese la historia de mis ancestros.
Ahora, gracias a la Wikipedia y a un libro
de George Grey titulado Polynesian Mythology, he podido subsanar el error, averiguando
bastante sobre mi propio pasado. Han pasado varios años y ahora hay más
información disponible en la Red.
A mi padre, Hema, lo asesinaron los Ponaturi,
una tribu enemiga que también había secuestrado a mi madre, Urotonga. Mi
hermano Karihi, que moriría más tarde a causa de una mala caída en su intento
por llegar al cielo, me ayudó a liberarla mientras los Ponaturi eran
exterminados gracias a un engaño hábilmente urdido por nosotros.
Pero no adelantemos acontecimientos, porque todo eso sucedió después de que mis cuñados intentaran matarme. Eran cuatro, aunque solo
dos de ellos estuvieron envueltos en el traicionero ataque, que se produjo a la
vuelta de una expedición de pesca. Ellos me dieron por muerto y regresaron a la
aldea, pero mi primera esposa, Hinepiripiri, sospechó que algo había pasado y
salió en mi busca, encontrándome muy malherido.
Si bien en las sociedades modernas
occidentales lo habitual es la monogamia, esto no sucedía al otro lado del
mundo, de donde yo procedo; así que no os extrañe que una doncella celestial
viniera a visitarme por las noches, impresionada por cómo habíamos terminado
con los Ponaturi. Se llamaba Tango-tango, y al poco quedó embarazada de la que
sería nuestra hija, Arahuta.
Mi segunda esposa me pidió que la bañara
al poco de nacer, cosa que hice, pero no terminaba de gustarme su olor, y así
se lo dije. Fue un error; Tango-tango, enfadada, se subió entonces al tejado de
la casa y se marchó con Arahuta al cielo.
Varios meses después, con la ayuda de mi
abuela caníbal, Whaitiri, que era una diosa, subí al cielo a buscarlas,
encontrando allí a mis traidores cuñados, que vivían en una aldea. Llevé
entonces a mi familia a un lugar elevado e invoqué a mis ancestros celestiales,
que provocaron un gran diluvio en el que perecieron todos los seres humanos
salvo los de mi estirpe. Esa fue mi terrible venganza por su intento de asesinato.
Desde entonces habito en el cielo a pesar
de mi condición semi-humana. Y dicen en la tierra que los truenos y relámpagos son
fruto de mis pasos al caminar.
Hace tiempo, en diciembre de 2007, hice una entrada en la que explicaba de dónde procedía el
nombre de mi blog, que muchos asocian equivocadamente a mi signo astrológico.
Sí, soy escorpión hasta la médula, pero eso no tuvo nada que ver; fue una
casualidad, y el nombre lo tomé de una estrella de la constelación de Escorpio
también conocida como Antares.
Prometía entonces contaros la historia de Tawaki, cosa
que no he hecho hasta ahora, gracias a la insistencia de algunos de vosotros. En
realidad no hay un solo relato, sino muchos, porque cada tribu tiene el suyo y
no es fácil bucear entre tantos, de ahí todo el galimatías del principio.
Buscaba un alter ego original, sin mucho éxito, hasta
que visité una exposición de volcanes en el museo de Ciencias Naturales de
Madrid. Investigué en la cultura hawaiana sin que me convencieran los nombres, y
sin darme cuenta, llegué a Nueva Zelanda, adonde había viajado un año antes. La
información sobre los mitos polinesios era muy escasa, pero el nombre de Tawaki (que
descubrí sin hache intercalada) llamó mi atención. Que yo sepa, no hay ninguna
imagen suya; la que utilizo es una foto de un recuerdo que traje de las
antípodas y que no guarda relación alguna con este semi-dios tan iracundo.
16 comentarios:
Creo que fui una de las primeras intrigada por tu seudónimo y por la máscara. Ahora me entero de que eras casi un héroe y además guapo... Me encantó lo que leí y las dos versiones te pintan como valiente y amante de la familia. Un abrazo, interesante post.
No se me había ocurrido que el nombre de Tawaki fuera seudónimo de truculentas historias sobre la mitología y las tradiciones maoríes. Así que además de tu información he buscado yo algo más por mi cuenta.
Tāwhaki el héroe causa una inundación para destruir la aldea de sus dos celosos cuñados...
¡Oye! ¿no habrás sido tu el responsable del huracán Irma? En ese caso otra vez no te desvíes tanto.
Un árbol genealógico muy completito el tuyo, aunque si no estoy equivocada, te has saltado a tu primer hijo (de la primera mujer) él se llamaba Wahieroa, que significa "largo pedazo de leña". También el nombre tiene su historia, pero claro aquí parece que todo lo tiene. Y un por qué.
Ha sido divertido leerte y he aprendido muchas cosas nuevas, también algunas viejas como que "tanta sinceridad" a la hora de manifestar el olor de una parturienta sigue siendo poco recomendable.
Que tu alter ego original creo que no lo pone en duda nadie.
Y que tu capacidad de resumen es muy buena lo digo yo, jaja, este personaje tan "sencillo" no era fácil de resumir.
Gracias por compartir.
Un beso.
Estoy un poco dormida, pero he dd recinocer que he tenido wue leer el párrafo de "tu abuelo y tu abuela" hadta tres veces. No entendía bien de que esrabas hablando hajaha, pensé que me había equivocado de blog al ver la h intercalada. Curioso relato muy bien explicado. Un abrazo
Carmen
No se porqué te imagino esquimal cruzado con bereber, con acento porteño que disimulas muy bien.
Ha sido una experiencia decepcionante en todos los sentidos, el encontrarme esa h en mitad del camino ¡¡MALDITA H!!, se me ha clavado en el talón.
Kissss y Kissss
No hay una buena historia de mitología sin un poco de antropofagia.
En fin, espero que no hayas heredado la costumbre.
Saludos.
No conocía esa historia de mitología tan original y que era el origen del nombre... Abrazos
Incluso los apelativos más extraños resultan, con el tiempo, tan familiares que nadie duda de la buena elección. Fíjate que Tawaki me traía reminiscencias de los indígenas norteamericamos, a lo Wounded Knee; no sabría decir la razón. Conforme leía tus artículos encontraba que mi idea era disparatada, pero ahí quedó, en la mente. Y ahora conozco esta historia y reconozco su atractivo: Uno se sumerge en ella para emerger hasta los mundos siderales y buscar un guiño de estrella.
(Y. encima, también soy Escorpión).
Un articolo intenso e interessante, che ho molto apprezzato nella sua lettura
Cari saluti,silvia
p.s. se puoi, inserisci il traduttore nei tuoi blog, per seguirti meglio, grazie
Cuánto se aprende leyendo tu historia y agregado a lo que aportaron los amigos, muy bueno, me reitero pero me encantó este post. Beso
A la pucha con Tawhaki que había sido un Dios bravo:)
Ahora cada vez que truene y salgan rayos, recordaré este mito. Bueno... aunque sea en parte.
La doncella Tango tango, seguro que se escapó del cielo argentino :)
Muy interesante Tawa, pavada de álter ego fuiste a buscar.
besosss
Rosa María, se nota que me aprecias, ja,ja, porque me parece que no salgo tan favorecido como dices. Claro que en este tipo de leyendas siempre hay un poco de acción, de guerra, sexo y muerte. En cualquier caso, me alegra haber retomado este cabo que quedó suelto hace tanto tiempo. Os debía una explicación sobre mi avatar.
Un jubilado, los semi-dioses somos así de caprichosos, y si no nos dan vacaciones para ir al Caribe, lo arrasamos, ja,ja. Ahora hay algo más de información disponible que cuando encontré el nombre en cuestión. De hecho, es fácil encontrar libros con estas leyendas.
Nélida G.A., es cierto, no he mencionado a mi primer hijo, pero es que la historia ya era bastante enrevesada como para liarla más. Suelo dar enlaces y nombres para quien desee investigar más. Gracias a ti por retrotraerte a las entradas antiguas y por preguntar.
Carmen Viajes y Rutas, es que empecé así la entrada con toda la intención, je,je. Y encima no estabas avisada. Es un recurso para atraer la atención del lector.
Friné , si te topas con un esquimal cruzado de bereber con acento porteño, me lo presentas por favor. Ha de ser todo un fenómeno, ja,ja. Las haches nunca están donde deben, pero al menos son mudas.
Lola, no sé, nunca probé la carne humana, pero dicen que se parece a la del cerdo, y esta última me encanta ;)
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Ligia, os la debía desde hace muchos años, pero no era fácil entonces encontrar información y por eso he tardado tanto.
Una mirada, podría provenir muy bien de una tribu de América del Norte. El nombre es sonoro y se presta a ello, pero ya ves, se originó en el otro lado del mundo y apenas aparece ahora, varios siglos después. eso demuestra lo mucho que todavía nos queda por aprender de otras culturas.
Silvia de Angelis, ya tienes el traductor disponible, para que te cueste menos, aunque no me fío yo mucho de estos traductores automáticos.
Rosa María, lo preparé con mucho cariño y me alegro mucho de que te gustara. Se presta a investigar a poco que sientas algo de curiosidad y los lectores de este blog suelen tener mucha.
Nélida, del cielo argentino no sé, pero de la tierra seguro. La verdad es que me costó encontrarlo, pero ahora estoy muy satisfecho de él. Creo que mereció la pena el tiempo invertido.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Bonita familia
Como la mia, solo que la mia sabe mas a cerdo!!
Mi abuela y yo, canibales, gustar familia, ñam!!
Los cuñados, hermanos y algunos primos vagos
tienen extra de bacon, es solo una sugerencia
por si te animas jjj
Saludos!
PD: me causa inmensa alegria la mudez de las Haches, por un fin una palabra austera, sin pretensiones ni vocinglera
Por cierto, mi ordenador no tiene acentos, siento que tengas esguince en la vista jeje
Un saludo
Almatina, a veces cae en mis manos esos teclados sin acentos y me siento incómodo. Por otro lado, me encanta el beicon; quizás puedas presentarme a esa parte de la familia después de todo. Lo de la hache fue una contrariedad, pero al menos ella no se queja. Gracias por pasarte por aquí.
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