jueves, 14 de noviembre de 2019

Día de lluvia en Nueva York

Woody Allen regresa a su amado Nueva York, pero su talento sigue en paradero desconocido, quizás ya para siempre. He visto todos sus largos como director y ya sabéis que le traigo por aquí con bastante asiduidad.

Había leído críticas de tres tipos: las que insultan al personaje, las que lo elevan a los altares y las que juzgan la película, que al final eran las menos, así que era consciente de dónde me metía al entrar en ese cine madrileño en una tarde de lluvia, remedando la cinta.


Parecía que después de su – en mi opinión – desastrosa andadura por Europa, Woody levantaba cabeza con Wonder Wheel (2017) Café Society (2016) e Irrational Man (2015), todas ellas estelarmente alejadas de su mejor época.


Pero no. Yo, que juzgo su cine en función de lo que me emociona, sin fijarme en unas circunstancias exógenas que desconozco, he de decir que me aburrí soberanamente con ese deambular de los dos protagonistas por unas calles maltratadas por la lluvia.

De la ciudad se ve poco, y el argumento no me interesa, pero es que las frases ingeniosas – marca del autor – fluctúan entre lo pretencioso y lo inane, pronunciadas por unos actores que, sin estar mal, no me llenan.

Echo de menos a Diane Keaton, Mia Farrow, Alan Alda, Alec Baldwin, Anjelica Huston, John Cusack, etcétera, pero añoro especialmente esas cenas, esas reuniones en las casas, esas habitaciones de hotel en las que se discutía de lo divino y de lo humano, del sexo y del amor, de la honestidad y la infidelidad, de los asesinatos, de las pasiones humanas, en definitiva.

Día de lluvia en Nueva York (2019) quiere replicar algo de lo anterior sin conseguirlo, pero lo que no le perdono es que mueva tanto la cámara cuando lo que más me gustaba de sus películas era la sensación de estar presente; en el salón, en el restaurante o en el hotel; paseando incluso con unos personajes que entraban y salían de un encuadre fijo. En las mejores películas de Woody Allen uno formaba parte de la escena, y como espectador nos olvidábamos de la pantalla que nos separaba.

El declive comenzó con Scoop (2006), acentuado después con Vicky Cristina Barcelona (2008) un spot turístico muy caro pero vacío de contenido al que seguirían, salvando de la quema a Si la cosa funciona (2009) y a la ya mencionada Wonder Wheel (2017) muchas cintas bastante malas. Ha sido una larga travesía por el desierto que se prolonga más de una década.


Para empeorar las cosas, esa misma fotografía que me sorprendió en Café Society (2016) solo ha conseguido ahora irritarme por considerarla completamente fuera de lugar. Y si hay algo que me molesta en una película son los fallos de continuidad. Esa escena en el que el pelo de Selena Gómez aparece peinado y despeinado alternativamente según el plano consiguió sacarme de mis casillas.


Leo críticas de otros fans de Allen que, como yo, le dan una oportunidad cada año, esperando volver a los buenos tiempos y todos parecemos coincidir en cierto hartazgo. No, Woody no va a volver y más vale que nos hagamos a la idea.

Y todo esto considerando que una mala película de Woody es mejor que la mayoría de lo que se exhibe hoy día en las salas, lo que dice mucho de gran parte del cine actual.

Os dejo, me voy a poner alguna de esas películas que me encantan y por las que le estaré siempre agradecido, que son multitud: Annie Hall (1977), Manhattan (1979), La rosa púrpura de El Cairo (1985), Hannah y sus hermanas (1986), Otra mujer (1988), Delitos y faltas (1989), Alice (1991), Misterioso asesinato en Manhattan (1993), Balas sobre Broadway (1994), Granujas de medio pelo (2000), Un final made in Hollywood (2002), Todo lo demás (2003), Match Point (2005), Si la cosa funciona (2009), y Wonder Wheel (2017).





No es poco bagaje. Para finalizar, la película no es tan mala como esta crítica pueda dar a entender. Lo que pasa es que un puñado de nosotros siempre esperamos más de él y nos sentimos frustrados cuando descubrimos que no es el mismo que tanto nos cautivó en el pasado.

15 comentarios:

Mari-Pi-R dijo...

Café Society la he visto dos veces no porque la encontré estupenda sino porque olvido con facilidad las películas. Tengo curiosidad por Un día lluvia en Nueva York, así que tomo nota.
Un abrazo.

Alí Reyes dijo...

Como todas las cosas...Los directores también tienen su declive. Cuando se identifica ese momento es mejor parar

Una mirada... dijo...

Lo peor que le puede pasar a un cineasta de culto es que sus habituales terminen viéndolo como a un director cualquiera. Pobre Woody -y pobre cineasta cualquiera- cuando desencanta, cuando pierde ese punto de aclamada efervescencia que lo vuelve divino...-. No conozco lo suficientemente el cine de este hombre -salvo lo impropia de él que me pareció la película protagonizada por Penélope Cruz- ni he visto la película que mencionas; quizás han hecho mella en él el cansancio, las constantes críticas a su vida personal, los ácidos comentarios de quienes un día lo encumbraron y ahora lo consideran decadente o esa cuasi obligación de mantenerse alejado de la línea de la mediocridad. Quizás se embarque en otro proyecto que borre cualquier "pero". O, simplemente, está demasiado cansado. Sea lo que sea, me ha gustado el enfoque de tu crítica.

nella dijo...

Lo dicho. Ya no te gusta. A veces hay que armarse de valor y decir Adiós, que por cierto podría ser un buen título para el Woody de antes que tanto te cautivó.
Me gustó que cerraras el post con agradecimiento por aquellas películas que has disfrutado y te han emocionado tanto.
Abrazote desde este otro lado de la vida :)

lola dijo...

Hola Tawaki,
A mí me gustaba mucho su primera época, pero la verdad es que ya entre que voy muy poco al cine y las críticas que leo de sus películas pocos deseos me dan de abandonar la comodidad de mi casa, si alguna vez la pasan por televisión y estoy de humor, igual la veo.
Saludos,

unjubilado dijo...

Hace mucho, durante 6 años iba por obligación a un cine fórum todos los domingos, allí nos explicaban las películas de aquella época, especialmente españolas, poco a poco le fui cogiendo gustillo al tema y empecé a ver cine fuera del colegio donde iba los domingos, sin embargo pasado un tiempo, por trabajo y otros motivos dejé de ir al cine cosa que estoy en ello todavía.

Tawaki dijo...

Mari-Pi-R, quizás a ti te guste más. No es que sea mala en sí, sino que no resiste la comparación con la buena época de Woody Allen, y los que somos más fans suyos nos sentimos defraudados.

Alí Reyes, cierto, porque no creo que estos últimos años estén favoreciendo su carrera ni su prestigio. Quizás sea lo único que sepa hacer y a él le divierta, pero yo ya le di demasiadas oportunidades.

Una mirada, la de Penélope es de las peores de su larga carrera, infumable. Te recomiendo las que menciono al final, cintas maravillosas en mi opinión, muy alejadas de su cine actual. Si te fijas, critico más conceptos técnicos como pueda ser la iluminación o la continuidad que la historia en sí. Quizás esté cansado, harto de críticas personales, mayor; no sé, pero lo cierto es que esos diálogos maravillosos que le encumbraron han desaparecido de su cine. Cada año le damos una oportunidad y últimamente nos defrauda, aunque quizás le estemos pidiendo demasiado. Pensaba que esta vez, al volver a su Nueva York, iba a ser diferente.

Nella, Woody Allen me ha dado (y me da cada vez que vuelvo a ver ciertas obras) muchos momentos de felicidad, y no voy a renunciar a ellos. De hecho, lo más probable es que vea su película del año próximo. Sé que soy demasiado crítico con él, pero es que espero (infructuosamente) que vuelva a ser el de antes, de ahí mi decepción.

Lola, es que tiene obras maestras, quizás por eso ahora salga perdiendo en la comparación. Yo veo cine en todo tipo de formatos, pero la pantalla grande sigue siendo la mejor opción. En Suiza lo tengo complicado, pero en Madrid tengo los cines cruzando la calle, así que aprovecho cada vez que puedo para intentar ver algo interesante. Pensaba que la vuelta a su ciudad nos traería al Allen de siempre, pero no ha sido así. Quizás el año próximo haya más suerte.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Contadora de Libros. dijo...

Lo bueno del cine es que te haga sentir, como bien has expresado aquí.
Cuando algo te llena, te vacía, te lleva y te trae, sin moverte de la butaca....es maravilloso.

Te quedan esas buenas películas, las que como apuntas, te llenan de horas de felicidad.

P.S: No me gusta nada W.Allen. No he visto ni una peli suya completa. Usaste el término infumable, y yo sonrío, no digo más.
Ya sabes, cuestión de gustos.

Senior Citizen dijo...

Lo más normal es que la obra de un creador pierda calidad en sus últimos años. Y no porque su autor/a carezcan de facultades, sino porque la desilusión, el cansancio, las frustraciones, etc. son ya una mochila demasiado pesada. Por eso, hay que saber retirarse a tiempo, antes de eso llegue. Rafael Guillén, Premio Nacional de Literatura, ha publicado hace poco su libro "Últimos poemas (lo que nunca sabré decirte" y dice que seguirá escribiendo poesía porque esa es su vida, pero que no publicará para que sus lectores no vean su inevitable decadencia.

Silvia E.Duraczek dijo...

Hola! Por empezar, el cine no es de mis artes preferidas, Woody nunca me gustó....y con tus comentarios no me dan ni ganas de curiosear un poco...
Saludos!!

Tawaki dijo...

Contadora de Libros, creo que no has visto las cintas correctas, pero sobre gustos no hay nada escrito. Para mí, el problema es que sí hay un buen puñado de películas suyas que me parecen maravillosas, que me han emocionado y hecho pensar. La comparación es inevitable, y eso hace que films como los actuales me provoquen cierto rechazo. No veo lo que hace, sino lo que podía haber hecho.

Senior Citizen, quizás sea demasiado crítico con él, pero me da la impresión de que debería plantearse el último tramo de su carrera. De todas formas, es una opinión personal, puesto que sigue habiendo muchos fans que todavía lo alaban. Eso es bueno para él, pero yo no me resisto a dar mi opinión, y ésta, por desgracia, no es muy positiva.

Silvia E. Duraczek, entiendo que a tí te gusta otro tipo de arte y que no tenemos tiempo para todo, pero el mundo de las películas es fascinante, y Woody Allen las tiene espléndidas por mucho que últimamente no es´te a la altura. Yo no podría vivir sin el cine.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

alfonso dijo...

·.
Creo que has hecho un buen análisis. Comparto que el tío va cuesta abajo.
En todo caso, W.A. es un personaje que despierta filias y fobias a partes iguales, y que su conducta privada ha hecho que algunas personas dejes la objetividad al juzgar su cine,
Un abrazo

LMA · & · CR

Tawaki dijo...

Alfonso, he intentado ser lo más objetivo posible, ciñéndome a sus películas sin juzgar su vida personal. No sé muy bien lo que le pasa, pero sus filmes ya no me emocionan como antes, y después de haber disfrutado tanto con muchos de ellos, me da pena. Ésta no es tan mala como pueda desprenderse de mi crítica, creo que simplemente tuvo demasiadas cosas que no me gustaron y que se suman a una decepción que dura ya varios lustros. Un abrazo.

RosaMaría dijo...

Concuerdo con tu análisis y decididamente rescato las que mencionaste. Tan brillante en sus diálogos y escenas, perdió la esencia de sus primeras películas. Abrazo grandote.

Tawaki dijo...

Rosa María, parece que ambos vamos en contra de una crítica y un público a los que han gustado algo más la película, pero a mí me horroriza esa fotografía de tonos dorados que no viene a cuento, y soy capaz de empatizar con unos personajes cuyo destino no puede importarme menos. Woddy Allen nos ha dejado momentos estelares que revisito sin cansarme, pero están todos en el pasado lejano. Un abrazo.