viernes, 14 de septiembre de 2007

El Schindler español


La reciente entrada de Manderly sobre el galardón que acaba de recibir el Museo 'Yad Vashem' (Premio Príncipe de Asturias de la Concordia) me ha hecho recordar una bonita historia sobre valentía y amor por el prójimo que va más allá del cumplimiento del deber.

La historia completa la pueden encontrar en la dirección que adjunto abajo, dirección de donde he copiado también la foto. Como no me gusta que pinchen a ciegas les resumo: Ángel Sanz-Briz fue un diplomático español que con originales estratagemas salvó en 1944 a 5.200 judíos húngaros. Su nombre figura junto a Schindler y Wallenberg (un sueco que salvó a 40.000 judíos), en el museo Yad Vashem de Jerusalén, donde se honra la memoria de los seis millones de judíos europeos asesinados por los nazis y sus colaboradores durante el III Reich.

http://sefarad.rediris.es/textos/0sanzbriz.htm

Dos reflexiones:

Incluso en los peores momentos de la historia de Humanidad como fue el año 1944 hay personas que saben sobreponerse, ser fieles a sus ideas y ponerlas en práctica contra viento y marea, arriesgando su vida por los más desfavorecidos. Siempre hay personas que nos salvan.

De no haber sido español ahora tendríamos una bonita película sobre su vida con las calles de Budapest al fondo. ¿A qué espera nuestro cine patrio para hacer una buena película? Yo lo sé, pero me gustaría conocer vuestra opinión.

Quien salva la vida de un hombre, salva al mundo entero (Talmud)

16 comentarios:

lola dijo...

¡Que buen corazón y que valiente fue!, no era fácil oponerse al régimen nazi, porque en eso le iba la vida al que lo intentara. Es una pena que su labor no haya sido más reconocida, pero como estoy segura que él lo hizo por convencimiento, no creo que, desde donde pueda estar, le preocupen los reconocimientos más o menos oficiales. Un saludo,

Sandra Sánchez dijo...

Pues no conocía la historia, resulta interesante ver que sí que por mal que vayan las cosas siempre hay gente dispuesta a hacer algo (en este caso, mucho)por los demás...
Saludos!

Anónimo dijo...

Gracias a las dos por vuestros comentarios. Sí supongo que a él no le preocupa el reconocimiento. Yo lo decía porque nos desayunamos todos los días con historias horripilantes y para una que podía servir de ejemplo la arumbamos en lo más recóndito del desván. Ya sé que lo bueno no vende, pero a veces hay que contarlo.

Anónimo dijo...

Es una historia muy emocionante. Cómo somos capaces de las mayores miserias y de las mayores grandeza. Cómo en los momentos en que el valor de la vida humana se "deprecia" hay seres que, con su esfuerzo, logran devolvernos la dignidad, la fe en la humanidad.
Gracias por darle voz.
Besos (somnolientos, de sándalo por la mañana)

Manderly dijo...

Gracias por hacer que conozcamos esa parte de la historia tan cercana en el tiempo.

¿Por qué no nos enseñan esto en el colegio? Me refiero a la historia más comtemporánea. Reuerdo que siempre que llegábamos al siglo XX se acababa el curso.

Además estoy segura de que hay muchos más como Sanz-Briz, que mercen que conozcamos su valentía. Y no solo me refiero a aquellos que salvaron a cientos o miles de personas. Esoy segura de que ciudadanos anónimos (en este y en otros conflictos) ayudarían a familias enteras o sencillamente a solo un hombre y por ello creo que también merecen su lugar en esta triste historia.

Precísamente ayer en la televisión emitieron El cónsul Perlasca, que trabajó con Sainz-Briz. No la vi, y no es una película famosa como otras... pero eso siempre pasará aunque sus protagonistas sean igual de importantes.

Saludos.

Anónimo dijo...

Leo, la mañana de sándalo aún no ha hecho mella en mí, me he acercado al centro y como no había ningún judío que salvar he sucumbido al consumismo más abyecto. Posiblemente purge mis pecados con una merecida siesta.

Manderly, la historia está (y estaba) muy politizada. No les importa si las personas actúan bien o mal; si son del bando propio son buenas y dignas de reconocimiento, si son del otro son malas personas y se las condena al olvido.

Yo intento ser objetivo y respetuoso pero no siempre lo consigo.

Desconozco si algún italiano trabajó con Sanz, pero lo de esa película que mencionas me huele a robo de identidad en toda regla. Habrá que escuchar la música que seguro que es buena.

Gracias a las dos por visitarme.

Azul... dijo...

No conocía la historia, pero siempre se me despierta una admiración-ternura-conmoción ante historias como esta... De ello he estado leyendo en el libro "En tiempo de prodigios" de Marta Rivera de la Cruz.

Un bessito!

Anónimo dijo...

He buscado el libro en Internet y tiene buena pinta. Deduzco que te gustó.

Sir John More dijo...

Estoy de acuerdo con vosotros, pero me gustaría aportar una reflexión adyacente a toda esta historia, y es la de que yo, particularmente, y después de leer asombrado testimonios insoslayables como el de Arendt o el de Primo Levi, ando un poco harto de la historia del holocausto. Reconozco sin dificultad que fue la ocasión de nuestra historia más cercana en que unos individuos planearon el exterminio sistemático de un montón de millones de personas, aunque a los judíos hubiesen seguido los gitanos, los homosexuales, los alemanes enfermos y disidentes... Reconozco que fue mucho más atroz incluso que lo que el estado de Israel está haciendo con los palestinos, pero hay historias tan dantescas como ésta en nuestros días, eso sí, sin lobbies multimillonarios que remuevan el mundo para que todos nos muramos recordando el holocausto, y para que los suplementos literarios se llenen de escritores israelitas o judíos (véase una época cercana que tuvo Babelia, en la que nunca faltaba en portada un escritor judío), y para que ahora un país que está machacando despidadamente a otro pueda participar en torneos europeos de baloncesto o de la canción de Eurovisión, sin que deba pagar, como hicieron los alemanes, por sus pecados contra la humanidad. En fin, que nada de justificar la barbaridad que hicieron los nazis, y sí reconocer como se debe la valentía de estos personajes, pero ya está bien, ya está bien con estos tipos del Estado de Israel, que se pasan el Talmud y algunas de sus enseñanzas por el forro de sus entretelas. Perdón, pero cansa... Abrazos y besos a todos.

Anónimo dijo...

Sir John, nada más lejos de mi intención el ensalzar la cultura judía, y menos aún la actual.

Hubo unos judíos que sufrieron lo indecible en el pasado y hay unos judíos que no sólo se aprovechan de las desgracias de sus antepasados, sino que cometen parecidos desmanes. No me gusta que recordar a los primeros implique necesariamente defender a los segundos aunque reconozco que es darles munición.

Tampoco entiendo que los alemanes de hoy tengan que pedir anualmente - y sólo Dios sabe hasta cuándo - perdón por lo que hicieron otros alemanes. Después de todo los hijos no pueden ser responsables de lo que hicieron sus padres.

Estando de acuerdo contigo, mi entrada pretende, en primer lugar ensalzar la gesta de un hombre, que salvó a otros hombres (lo de que sean judíos me es indiferente), y que además es español. En segundo lugar pretendía criticar el mal hacer de muchos españoles, que sólo saben quejarse mientras las oportunidades pasan justo delante de sus narices. Trenes que otros sí saben coger aunque en principio no sean los suyos.

Muchas gracias por tu visita.

Blau dijo...

Hola, Gracias por la visita! no conocía esa historia, cada día se aprende algo. Ya sabes, si necesitas guía en Bcn, da señales.

Un besin dominguero.

Anónimo dijo...

Blau, un placer verte por aquí. Gracias por el ofrecimiento, que será tenido en cuenta.

Besos

Sir John More dijo...

Por supuesto, Tawaki, sé que esa era tu intención, y de hecho, como te digo, hay que reconocer todo el valor que a su vez reconoce tu texto. Y está claro que los desmanes de estos hijos de la gran perra que dirigen el estado de Israel y muchos, muchísimos de sus ciudadanos (aunque no todos, claro está), no tiene por qué hacernos olvidar la valentía de otra gente (judía, alemana, española o de Andorra) que en el pasado lucharon por los derechos de los demás y por la justicia. El problema es general: el hecho de que los elementos que determinados poderes dejan caer dentro de la rueda de la información y la cultura cada vez estén más y más impregnados de una adoración excesiva por el recuerdo del holocausto. No tengo ninguna duda de que una sola muerte actual de un palestino o de un solo niño en Darfur es, precisamente por su actualidad, muchísimo más importante que los seis millones de asesinatos que cometieron determinados individuos en Centroeuropa, y que la insistencia excesiva en el holocausto nos hace olvidar la salvajada que cometieron los aliados sobre una Alemania civil vencida, o la que han cometido Estados Unidos y otras potencias cristianas y occidentales sobre países a los que pretendían sacar los cuartos. En fin, me enrollo. Sé que estoy siendo un poco injusto contigo, porque tú sólo hablabas de nuestro Schindler, pero te ruego que aceptes mi comentario como un añadido que no pretende invalidar tu texto, sino llevarlo más allá, con todo el respeto del mundo. Abrazos.

Anónimo dijo...

Sir John, trabajo con judíos y sé como son porque los sufro de cerca(sólo espero que no lean esto). Entiendo tu postura y la comparto más de lo que crees pero si quieres ver injusticias mira en el blog de Anita lo que han hecho con los pies de las mujeres chinas (yo no he podido terminar de leer la entrada).

La política exterior de Estados Unidos es un gran desastre, como la de Israel, pero si vamos a tirar de la manta incluyamos los crímenes de Sadam (de los que nadie habla y contra los que nadie se manifestó, el terrorismo en general, la política interna de China, la de algunos países Iberoamericanos como Cuba u otros del hemisferio sur. Por no hablar de los regímenes de África ni de la corrupción que nos envuelve. Qué decir de la violencia contra las mujeres en los países árabes. ¿Dónde están los adalides de la libertad y de los derechos humanos?

Creo que esto da para muchas entradas en uno y otro sentido. Yo, personalmete, estoy cansado de visiones partidistas, de buenos y de malos y sobre todo de que los buenos y los malos sean siempre los mismos. La vida es mucho más compleja.

Esta entrada no es una apología del judaísmo, que no apoyo. Lamento como tú que el Holocausto sea utilizado por los lobbies judíos pero no la conviertas en pro-palestina porque tampoco apoyo su causa. Al menos no con bombas.

Gracias por tus comentarios y un fuerte abrazo,

gloria dijo...

NO CONOCIA LA HISTORIA,MUY INTERESANTE.ES BUENO SABER QUE EN MOMENTOS TAN DECISIVOS SIEMPRE SURGE UN HEROE,SIN IMPORTAR RAZA O CREDO,EL SER HUMANO ES LO QUE CUENTA.
GRACIAS POR TU VISITA AL BLOG,SIEMPRE SERAS BIENVENIDA.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tu visita. Me lo pasé genial en México.