Con la vuelta a clase reviven ciertas polémicas sobre la educación de los hijos. Reproduzco hoy un artículo de Elvira Lindo que me pareció interesante. Fue publicado en El País el 9 de septiembre de este año.
Pienso que la principal responsabilidad recae en los padres. No toda, es cierto, pero sí la mayor parte. La semana pasada leía una carta al director de una profesora que volvía feliz a clase, a pesar de los insultos y las amenzas a las que se ve habitualmente sometida. Me sorprendió. Dijo que lo hacía por aquellos padres y alumnos que sí merecían la pena.
No está mal hacer énfasis en los problemas, pero tampoco estaría de más hablar de lo que funciona bien, y, sobre todo, buscar soluciones.
No se desaliente: no tenemos la educación pública que quisiéramos (a pesar de la aireada campaña “ni un niño sin ordenador”) pero usted puede enseñar a su hijo a no despreciar el conocimiento. No se desanime: es probable que la buena educación le haga sentir a su hijo como un raro en determinados ambientes, pero superados esos desajustes no habrá en el futuro estrés postraumático. No deje para otros lo que puede hacer usted; no tiene por qué esperar, por ejemplo, a que en los colegios se enseñe a comer saludablemente; sienta como una vergüenza personal que en un país mediterráneo como el nuestro haya niños obesos; actúe, no es tan difícil, se trata sólo de enseñarles a comer como Dios. No se acompleje; no pasa nada porque vigile de cerca de su hijo adolescente, se ha hecho toda la vida sin pensar que se atentaba contra ningún derecho fundamenteal. No tenga miedo a racionar la televisión. No tenga miedo a asomarse a la habitación de su hijo, no se trata de espiar, sino de proteger. No quiera ser como su hijo, no se juvenilice, él necesita sentir que está guiado por adultos. No tema decirle que está en contra del botellón y de los encierros, es bueno que él sepa que usted los detesta. Y por supuesto, no se apunte a un encierro por acompañar al niño, ahí si que está usted perdiendo la cabeza y adiestrándole en la brutalidad. Hágale saber que tiene deberes con la sociedad, y si no quiere usar la palabra “sociedad”, por ser algo abstracta, hágale saber que tiene deberes con seres concretos. No se deje estafar por esta especie de catastrofismo que nos arroja a pensar que, como todo es un desastre, nosotros, individualmente, no podemos hacer nada. Su desánimo tiene un componente de imperdonable pereza: si ha tenido hijos, sea padre, sea madre. ¡Ejerza! La mejor herencia que podemos dejar en este mundo grosero es la buena educación.
Pienso que la principal responsabilidad recae en los padres. No toda, es cierto, pero sí la mayor parte. La semana pasada leía una carta al director de una profesora que volvía feliz a clase, a pesar de los insultos y las amenzas a las que se ve habitualmente sometida. Me sorprendió. Dijo que lo hacía por aquellos padres y alumnos que sí merecían la pena.
No está mal hacer énfasis en los problemas, pero tampoco estaría de más hablar de lo que funciona bien, y, sobre todo, buscar soluciones.
No se desaliente: no tenemos la educación pública que quisiéramos (a pesar de la aireada campaña “ni un niño sin ordenador”) pero usted puede enseñar a su hijo a no despreciar el conocimiento. No se desanime: es probable que la buena educación le haga sentir a su hijo como un raro en determinados ambientes, pero superados esos desajustes no habrá en el futuro estrés postraumático. No deje para otros lo que puede hacer usted; no tiene por qué esperar, por ejemplo, a que en los colegios se enseñe a comer saludablemente; sienta como una vergüenza personal que en un país mediterráneo como el nuestro haya niños obesos; actúe, no es tan difícil, se trata sólo de enseñarles a comer como Dios. No se acompleje; no pasa nada porque vigile de cerca de su hijo adolescente, se ha hecho toda la vida sin pensar que se atentaba contra ningún derecho fundamenteal. No tenga miedo a racionar la televisión. No tenga miedo a asomarse a la habitación de su hijo, no se trata de espiar, sino de proteger. No quiera ser como su hijo, no se juvenilice, él necesita sentir que está guiado por adultos. No tema decirle que está en contra del botellón y de los encierros, es bueno que él sepa que usted los detesta. Y por supuesto, no se apunte a un encierro por acompañar al niño, ahí si que está usted perdiendo la cabeza y adiestrándole en la brutalidad. Hágale saber que tiene deberes con la sociedad, y si no quiere usar la palabra “sociedad”, por ser algo abstracta, hágale saber que tiene deberes con seres concretos. No se deje estafar por esta especie de catastrofismo que nos arroja a pensar que, como todo es un desastre, nosotros, individualmente, no podemos hacer nada. Su desánimo tiene un componente de imperdonable pereza: si ha tenido hijos, sea padre, sea madre. ¡Ejerza! La mejor herencia que podemos dejar en este mundo grosero es la buena educación.
27 comentarios:
Muy interesanten el artículo. Es difícil ser padre/madre, pero es una experiencia que enriquece y aunque a veces puedes llegar a perder la paciencia o encontrarte en situaciones complicadas creo que vale la pena. Lo malo es que muchas veces dejamos en manos de otros lo que es únicamente responsabilidad de los padres. Se ha pasado de un extremo a otro: del control absoluto de los hijos a la total permisividad, se que es difícil pero hay que saber encontrar el punto medio, y sobre todo saber decir NO, esa es una palabra que no es tan dañina como pueden creer algunos, es cuestión de saber utilizarla. Y nadie nace sabiendo ser padre, es algo que se aprende, pero como en todo hay que poner interés.
Que tengas una buena semana.
Soy fruto de una educación, que hoy se podria denominar " ferrea" en todos los frentes, en la alimentación de la posguerra, en la formación religiosa de mi propia familia y de mi Colegio,en la Urbanidad ...¿que es eso?
En la generosidad,la tolerancia ,soy como soy y estoy OGULLOSA, lo mismo que estoy orgullosa de haberselo tranmitido a mis 6 hijos.
Por supuesto a lo largo de la vida algunos comportamientos se van dulcificando,pero si no hay una base fuerte,te quedas sin nada ,y eso lo sufres tú y todos los que te rodean.
No sé si me he explicado.
Gracias por este espacio Un beso
Nadie se toma en serio eso de que tenemos obligaciones y no solo derechos, complicado asunto el de la educación, a veces pienso que estamos creando monocultivos cerebrales, besos y feliz semana
Ya me gustaría tener unos hijos ejemplares, pero se me resisten a ello jeje, no obstante, no todo está pérdido por el momento. ¡Hay que seguir con ello!
Totalmente de acuerdo con tus palabras y con el artículo de Elvira Lindo. Es así, no hay que tener miedo a ejercer de padre o madre. Es imprescindible.
Saludos
Tawaki, sobre ésto estarímos hablando tardes y tardes y no terminaríamos....Pero algo si te digo ahora, la educación empieza en la familia y en el código de valores que transmitas....Un abrazo y que tengas una buena semana.Angela
Yo creo que en la mayoría de los casos, los padres son gente normal que educan a sus hijos con sentido común.
Mi pareja, profesor de instituto, comenta todos los cursos los 2 o 3 casos por grupo que desestabilizan, incordian, no respetan la autoridad, están fuera de todos los límites. Sin embargo la mayoría son niños normales, que estudian más o menos pero que no ofrecen conflictos fruto de una educación dejada de la mano de dios, sino todo lo contrario.
Lo que pasa es que nos centramos en los que destacan por molestar, pero no son mayoría, por suerte.
un beso
Me gusta el artículo, me parece muy interesante y sobre todo muy original...
Y me gusta porque habla de las cosas con naturalidad, que a veces parece que nos da miedo hablar de según qué cosas...
Besicos
Interesante artículo para tomar en cuenta.
Besitos de miel
Hola Tawaki!
El artículo, realmente imperdible, muy bueno.
La educación...qué tema!! Lo que me sorprende es que en todos lados el problema sea el mismo. Y lamentablemente todo tiene una sola raiz...la familia, los padres que no ponen límites...en realidad, no son padres. Cada dia que pasa, el problema se agrava. Cuento mi experiencia como docente: cuando se hacen las reuniones de padres para entregar los boletines de calificaciones y se le exponen los problemas, se "sorprenden", se "asustan" por el comportamiento de sus hijos, pero terminan reconociendo que en los hogares hacen lo mismo...¿entonces?? Nadie quiere decir NO cuando de permisos de trata. Dicen a todo si y despues pagamos todos las consecuencias. Quieren hacer en la escuela lo que hacen en las casas.
Y la educación se resiente pues, se debe perder tiempo tratando de corregir las conductas en clases de los alumnos: desde el sentarse bien y mirar al frente hasta el que dejen de masticar chicles o hacer globos con ellos en clase.
Podría seguir horas, días...con ejemplos de falta de respeto. Todos buenos hábitos que se deberían aprender en los hogares.
Pero ya deja de ser comentario para ser un manifiesto...
Gracias por tratar este tema.
Un beso grande!
Ayer leí un artículo de Noséquién, también sobre educación. Apunté mi comentario en los bordes y entre líneas de este artículo y no lo he podido pasar al ordenador. Espero poderlo publicar en mi blog, pronto. Se ve que la educación está muy de artículo.
Excelente!
Besitos!
Totalmente de acuerdo contigo y con Elvira lindo,y como madre de dos hijos estupendos decir que nunca hay que cansarse de repetirles toooodas las normas,los cuidados,todas las tolerancias,todos los respetos por todos y por todo,para que en algunas de esas veces prenda la chispa en ellos.Un abrazo.
La educación siempre en el candelero, aunque a la hora de la verdad se hace muy poco, empezando por los legisladores, que nos marean a los docentes y alumnos con leyes a cuál más absurda y con continuas contradicciones. Por muy buenas intenciones que tenga Gabilondo, se va a dar de bruces contra la derecha más recalcitrante y sobre todo con la Iglesia, que no renuncia a SU poder ancestral en las aulas y no consiente que se le escapen las ovejitas.
Y en cuanto a los padres, qué decir... Desorientados, incapaces, desentendidos, indocumentados (palabra que usa mucho una amiga mía), irreflexivos... Conozco cada caso que parece increíble, de verdad. Comprendo que la mayoría tiene muy poco tiempo para estar con los hijos y que las cada vez más numerosas separaciones causan auténticos destrozos en los niños, pero tanta dejadez no es de recibo. ¿Cómo han reaccionado los padres de los chavales sancionados por lo que hicieron en Pozuelo? Pues poniendo el grito en el cielo, diciendo que tres meses castigados sin salir de noche es demasiado, hay que fastidiarse... Claro, es que eso supone que se tienen que quedar a vigilarlos y eso sí que no, oiga, mi tiempo libre no me lo quita nadie y menos un mocoso que engendré una noche en el intermedio de una película. Y así nos va, nadie se atreve a poner a un niño en su sitio y marcarle unas normas de conducta, no ya en la adolescencia, sino desde la cuna.
Os recomiendo el artículo de Javier Marías que salió publicado el domingo en el suplemento de "El País".
Elvira Lindo, estupenda, como siempre, y su marido también. Tenía un artículo suyo magistral de hace años pero lo perdí, lo siento.
Un saludo.
para ser breve aunque no tengo hijos yo dire que se han perdido muchos valores y desde luego empezando por la familia, que son los padres los responsables en la educacion de sus hijos y que por supuesto hay que apoyar al profesor. saludos
¿Nos habrá dado que pensar el asunto de "ni un niño sin ordenador"? Ummm....
Ojalá mucha gente hiciese caso de ese artículo.
Con frecuencia (demasiada!) se confunde educar con enseñar, que son cosas muy distintas!
Educar: Enseñar los buenos usos de urbanidad y cortesía...
Enseñar: Instruir
Valdría la pena hacer una Escuela de Padres con ese fragmento. De todos modos, claro que no todo es malo. Yo suelo pasarlo muy bien la mayor parte del tiempo, y los chicos suelen ser agradables la mayoría de las veces. Hay cosas puntuales, que se resuelven con mano izquierda y educación. No todo es tan terrible en mi mundo. Besos.
¡Hola guapetón! Ya ves, por aquí ando de nuevo ;)
Ayer mismo hablaba del tema de la educación con una amiga venezolana, y estábamos de acuerdo en que en el colegio se les da cultura, pero es en la casa donde está la educación medular. Muchas veces escucho de familiares y amigos halagos sobre el desempeño de mis hijas en el colegio (jamás han tenido un suspenso y ya una de ellas ha empezado la universidad) o sobre el saber estar que tienen cuando vamos de visita o a comer por ahí, del lenguaje de altura que manejan, etc. Eso lo ven en casa, donde hay libros en todas partes, menos en los baños, por razones obvias, se les corrigen los detalles y se les celebran las iniciativas, no se dicen mentiras, se da ejemplo con lo que se predica, hay horarios y consecuencias para llas transgresiones, aunque los castigos me duelan más a mi... y también se aprende de ellas, porque los niños no vienen con instrucciones al dorso y mientras se les educa, también se aprende un montón, todo hay que decirlo... Podría escribir un tratado sobre el tema, pero no es la onda. Me encantó el artículo de la Lindo
te mando mil besototototes!
Lola, completamente de acuerdo contigo, decir no ayuda, es una tarea difícil y gratificante a la vez.
Sylvia Reguero, te has explicado perfectamente. Romper con el pasado no significa que todo, absolutamente todo, estuviera mal hecho.
Isobel, me lees el pensamiento en lo de obligaciones y derechos.
Juan Rafael, es que si el padre es el mismo que sale en el blog, ja,ja,ja. Es broma, ¿eh?
Elvira,mal vamos si permitimos que el miedo nos atenace.
Ángela, te veo muy moderada, ja,ja. ¿Será la vuelta de vacaciones? Tienes toda la razón, porque sin familia no hay de dónde rascar.
Frabisa, sí, lo leí en tu blog poco después de decidir hacer esta entrada, y coincido. Lo que pasa es que el hecho de que sean casos aislados no significa que no debamos luchar por corregirlos.
Belén, original, eso mismo pensé yo. Otra forma de enfrentar la situación.
Abejitas, me alegro de que os haya parecido de interés.
Silvia, tu esperiencia, vivida desde dentro, es muy interesante. Yo creo que es un problema global porque al final todos vivimos de la misma manera.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Dintel, es que es un tema de actualidad que nos afecta a muchos. A ver cómo lo enfocas tú.
Nélida, me alegro.
Serrano-chan, ese tooodas lo dice claríííísimo. Justo lo que hace falta.
Yolanda, en mi opinión son múltiples facetas del problema. Los que legislan deberían hacerlo mejor, pero al final la responsabilidad es de los padres. En cuanto a la Iglesia, no estando de acuerdo con ella en casi nada, no creo que aquí sean de los peores. Me ha gustado eso de desde la cuna, porque es justo lo que yo pienso.
Cruz, yo tampoco los tengo, pero pienso que podemos opinar igualmente.
Raquel, en algún lugar leí eso de ni un niño sin ordenador, y la Justicia enterrada en papeles porque no está informatizada. Cuestión de votos, sospecho.
Moisés Márquez, algo me dice que no será así.
Qalamana, tienes toda la razón. Ahora ni lo uno ni lo otro, por lo visto.
Isabel, escuela de padres, no estaría mal. De acuerdo contigo en que no todo es del color del que lo pinto. Sólo intento hablar de lo que es conflictivo, asumiendo que la mayoría tiene una vida normal.
Azul, Dios qué susto. Te he echado muchísimo de menos, ja,ja. Ese binomio casa-colegio es la clave, como bien dices.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Totalmente de acuerdo con el artículo. Tengo dos hijos y siempre trato de ser madre, sí, de esas que riñen, de las que imponen horarios y dicen "no" con razonamientos, una madre, no una amiga.
Siempre les digo que lo primero que veo en una persona es su educación y por lo tanto, es lo primero que una persona muestra a los demás.
Un abrazo.
Elena, saber decir no es muy importante, lo que pasa es que cuesta. Gracias por pasar por aquí.
Pues claro que la responsabilidad principal es de los padres, acabáramos! Para eso los hemos tenido, habrá que criarlos bien no? De hecho el cambio -a peor- que yo veo en los coles desde que yo era niña hasta ahora me parece que se debe a la actitud de los padres en realidad no de los profes.
El artículo está genial, se lo voy a enviar a todos los padres de mi cole :)
Muchos padres tienen hijos y pretenden que se los eduquen sólo la sociedad cuando esta tarea es principalmente tarea suya...
Así vamos como vamos...
;)
(Genial el artículo)
Cyllan, tus nenes nunca te lo agradecerán lo suficiente. Son unos chicos con suerte. Besos.
Pulgacroft, ya sabes, lo de la responsabilidad es sólo para personas adultas, que por cierto abundan cada vez menos. Un beso.
Muchas gracias a las dos por haberos acercado por aquí.
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