miércoles, 21 de junio de 2017

Murten I

Otro sábado soleado de esos que no se pueden desaprovechar, sin nubes en el cielo y con una temperatura muy agradable. En esta ocasión, a principios de abril, nos acercamos a un pueblo medieval que se encuentra en el cantón de Friburgo, a dos horas de tren desde Zug.
La estación se encuentra fuera del casco histórico, al otro lado de las murallas, que por otra parte, no son fáciles de fotografiar, ya que hay propiedades privadas, árboles y edificios, pero buscando el lugar adecuado podemos ver una buena parte de ellas y muchas de las doce torres.




Uno de esos edificios que hay fuera de las murallas es la iglesia católica, que estaba abierta. De estilo neogótico, fue construida en 1885 por Adolphe Fraisse. La torre fue añadida en 1925 y las vidrieras en 1984.




Por el camino iba practicando algunas frases en francés (de hecho la población también es conocida como Morat) pero al final solo me hizo falta en el restaurante, ya que la mayor parte de la gente habla suizo-alemán.
Atravesé una de las puertas de la muralla y me encaminé hacia la oficina de turismo por calles vacías de gente y de coches, pero antes vi la iglesia alemana. Es de estilo barroco y fue erigida en 1710 donde antes había una capilla dedicada a María. En este caso no pude acceder al interior.


Llegué entonces a otra puerta, llamada de Berna, que fue completamente destruida en la batalla de Murten. La actual data del siglo XVIII. En la parte superior vemos uno de los mecanismos de reloj fabricado por los hermanos Ducommun en La Chaux-de-Fonds, en 1712. La esfera de la fachada exterior solo tiene una aguja, la que señala las horas.



También fuera de las murallas encontramos el edificio de la escuela primaria, el primero en seguir, dentro de Suiza, las leyes del neo-renacimiento de la escuela de Múnich. A su espalda está el reloj solar esculpido por Daniel Burla en 1973. Reúne cinco esferas en una sola fuente y da las horas de otros lugares y franjas horarias del mundo.



De ahí pasamos al Campo de los cañones, llamado así por ser el lugar elegido por Carlos el Temerario para emplazarlos durante el asedio a la ciudad. Esta batalla, que tuvo lugar en 1476, marcó un hito en la historia de Suiza, con una victoria aplastante de las fuerzas helvéticas sobre el ejército del duque de Borgoña. No queda mucho de esa pradera, pero no me importaría vivir en esta casa, con vistas al lago.



Es esta una zona de viñedos, especialmente en las laderas francesas, donde se producen unas treinta especialidades que aún tengo que probar. Al norte se encuentra el mayor cultivo de hortalizas de Suiza, el gran Moos, una zona creada al bajar artificialmente el nivel de las aguas de los lagos cercanos. Esta obra se hizo en los siglos XIX y XX, conectando el lago de Murten con el de Neuenburgo con el canal de Broye, y los lagos de Neuenburgo y Biel con el canal Zihl.
Tras pasar junto a la iglesia francesa, en la que tampoco pude entrar, tomé la calle del ayuntamiento, donde destacan algunas fuentes y fachadas, así como el propio hotel de ville. El edificio es de 1416 y fue construido tras un gran incendio que destruyó la ciudad. La torre fue añadida dos siglos después.





Un breve vistazo a las fachadas, algunas de las cuales veremos en la próxima entrada.




Muy cerca está el castillo, pero hoy lo dejamos aquí, que no quiero cansaros.


Continuamos dentro de unos días.

13 comentarios:

Contadora de Libros. dijo...

Preciosa ciudad medieval.
Esta vez sí puedo decir que hablas de un lugar que conozco, donde estuve en persona. El mismo día que visité Morat, también descubrí Berna y Gruyéres.
Me encantó el cantón de Friburgo, es precioso y te transporta a otra época. Calles empedradas, murallas, castillos, etc....
Los puentes son preciosos también.
Unas fotos estupendas, Tawaki, y esa vidriera tan original me impactó. Increíblemente hermosa!!! y abstracta.
Seguro que la entrada en que nos enseñes el castillo, promete. Estaremos a la espera!!
Un beso.

RosaMaría dijo...

Qué paseo tan ilustrativo, entre tus descripciones y las fotos ya ahorré el viaje y tantas horas de vuelo. Me encantaron las vidrieras, siempre me atraen, la abstracta es muy novedosa. Las flores y jardines, preciosos, las ventanas tienen un parecido a las acristaladas de Coruña, en fin todo, todo, es de apreciar con tan buenas fotos. Pensar que en los años que mencionas Argentina recién nacía, así que mira los años que nos llevan de historia y adelantos...Gracias por tanto trabajo que no cansa,al contrario, ilustra. Abrazos

scorts dijo...

¿30 variedades de vinos y se vino sin probarlos?,
¡ya está volviendo!, y de castigo me las va a probar 2 vecs

Kisssss y Kisss

unjubilado dijo...

Precioso recorrido por la ciudad medieval de Murten.
Los mejores fabricantes de relojes y los hacen con una sola aguja, así cualquiera, ni se adelanta ni se atrasa el reloj, les da igual las nueve y cinco que las nueve y cincuenta y cinco.
En las colinas del Vully se cultivan vinos blancos refrescantes, y pueden probarse en bodegas y centros de degustación, en ciertos casos con explicación incluida.

Ligia dijo...

Un lugar precioso y unas curiosidades que desconocía. Abrazos

Rud dijo...

Qué imágenes tan bellas, Tawaki!
Un par de cosas me han llamado la atención principalmente: el reloj solar esculpido por Daniel Burla y el Gran Moos. La época medieval ha dejado su huella en la arquitectura.
Con tu excelente descripción, las fotos y mi imaginación, creo que voy a pensar que en verdad he estado en Murten, millones de gracias.
Un abrazo, salud.

Tawaki dijo...

Nélida G.A., le tengo ganas al cantón de Friburgo, porque solo conozco algunos sitios y creo que, como dices, tiene muchos bien interesantes. Te mantendré informada ;)

Rosa María, es lo que pasa cuando se está en una esquina del mundo, que se tarda más en llegar, pero Argentina conserva unos paisajes impensables en Europa. A ver si consigo ir haciendo entradas más documentadas, porque me gusta mostrar lo que visito. el problema es que no siempre hay tanta información disponible como en esta ocasión.

Scorts, y lo que es peor, volví un par de semanas más tarde y sigo sin probarlos. Es que le doy a la cerveza. Beber vino solo no me gusta, y cargar con las botellas en el tren tampoco me apetece demasiado. Pero lo probaré...

Muchas gracias a las tres por vuestros comentarios.

Tawaki dijo...

Un jubilado, tú sigue criticando los relojes suizos, ja,ja,ja. Estos son capaces de ir a Zaragoza a buscarte... A ver si la próxima vez pruebo el vino, aunque sospecho que aquí las uvas reciben poco sol.

Ligia, tan bonito que fui dos veces en poco tiempo. Y no descarto volver.

Rud, esa es la idea, llevaros a los que vivís lejos un poco de la Suiza que voy conociendo. Me alegro de que te haya gustado.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

lola dijo...

Hola Tawaki,
Espero poder ir algún día a esos lugares tan lindos que nos muestras aquí.
Me maravilla las fotos de los vitrales, no consigo que me salgan igual, aunque también es verdad que mis conocimientos de fotografía son nulos.
Saludos,

Senior Citizen dijo...

Me llama la atención que las torres de la muralla tengan tejado, pues lo que suelen tener es almenas.

Tawaki dijo...

Lola, están más cerca de lo que crees. Solo es cuestión de pillar el avión de vuelta que suele llevar a los suizos a Mallorca, a tomar el sol. Para las fotos de las vidrieras, lo que tienes que hacer es jugar con la compensación de exposición de la cámara. Si quieres me mandas un correo y te lo explico con detalle.

Senior Citizen, aquí con lo que llueve, seguro que el tejado lo apreciaban más.

Muchas gracias a amabas por vuestros comentarios.

nella dijo...

Parece una ciudad minimalista.
Me gustó mucho el primer vitraux; raro para la época.
Se ve que te tocó un día luminoso, lo que nos permite apreciar muy bien las líneas de la ciudad.

Tawaki dijo...

Nélida, sospecho que esa primera vidriera no es de la época, sino mucho más reciente. De ahí que te parezca rara. Seguramente la destrozaron en alguna guerra y tuvieron que poner una nueva y más moderna. Fue un día, dos en realidad, ya que luego volví, estupendos, de esos en los que es pecado quedarse en casa. Y a mí me gusta aprovecharlos.