viernes, 3 de octubre de 2014

Copenhague I


Años, muchos años con Copenhague en mi lista de posibles viajes y al final pude cumplir mi sueño a mediados de mayo. Y además con un día pleno de sol, sin nubes y con una temperatura excelente.

Lo primero que tengo que decir es que es imperativo volver. No visitamos ningún museo y nos limitamos a recorrer las calles de la ciudad. No tuvimos tiempo de entrar en el Tivoli, el parque de atracciones más antiguo del mundo.


Tampoco recorrimos en barco los canales, ni subimos en coche ni utilizamos los miles de bicicletas que hay en la ciudad. Demasiados ‘noes’.




Sí que pateamos la ciudad, disfrutando de sus calles y monumentos, así como del espléndido sábado. El domingo amanecería nublado y con lluvia, pero para entonces ya tendríamos las pilas solares cargadas.





Copenhague es una ciudad muy tranquila y limpia por la que da gusto pasear Atravesamos la plaza del ayuntamiento, recorrimos la calle peatonal de Stroget, llena de tiendas, y nos acercamos a los primeros canales hasta llegar a Nyhavn, uno de los lugares más fotogénicos de la capital danesa. No era la hora ideal, así que yo me acerqué de nuevo esa misma tarde.







La zona es un hervidero de turistas al que nos sumamos con entusiasmo. Hay muchos restaurantes y terrazas en los que disfrutar de una buena cerveza mientras se reponen fuerzas. Aún es pronto para comer.


Nos dirigimos entonces hacia Amalienborg, una plaza de forma octogonal donde encontramos la residencia de la familia real.




Seguimos caminando hasta encontrar los jardines del Kastellet, antesala de la famosa sirenita.




Lo dejamos aquí de momento para continuar nuestro paseo en otra entrada.

11 comentarios:

Ligia dijo...

Precioso lugar!! Muchas gracias por compartir las imágenes, no conozco esa ciudad y espero algún día poderlo hacer. Abrazos

nella dijo...

Preciosa!! ¿ya sabés con cual foto me quedo? :)
beso

unjubilado dijo...

Bonito paseo y veo que aún he llegado a tiempo para comer, aunque posiblemente me de tiempo de tomarme antes una cerveza ya que he tenido que correr para llegar a punto.

José Núñez de Cela dijo...

Tuve la suerte de conocer la ciudad y de sorprenderme con ella, guiado por famliares daneses, un auténtico lujo.
Suerte que tuvieras buen tiempo (yo también lo tuve) aunque creo que ya han desmantelado Christiania, era un enclave curioso y llamativo.

Las fotos muy buenas, ... como siempre.

Saludos!

Tawaki dijo...

Ligia, tienes que ir, nosotros sólo paseamos por las calles y nos pareció muy bonita y cuidada.

Nélida, ni idea, supongo que con la de la sirenita.

Un jubilado, no conviene comer con el estómago tan vacío; mejor primero una cerveza… Y no corras, que esperamos a todo el mundo.

José Núñez de Cela, eso sí que es ver una ciudad en condiciones. Miraré lo de Christiania, porque en mayo pasado seguía existiendo.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Contadora de Libros. dijo...

Pues no conozco Copenhague, nunca he estado en Dinamarca.
Ahora viendo tus fotos compruebo que es preciosa y por lo que cuentas muy limpia y cuidada.
Un maravilloso paseo el que nos has regalado a través de esta entrada.
¡¡Gracias!!
Estoy expectante a la segunda parte.

Un beso.

Raquel dijo...

Qué poca gente se ve.

Tawaki dijo...

Nélida G.A. yo sólo conozco esto de Dinamarca, pero ya estoy deseando volver y ver más cosas. Esta visita fue sólo una toma de contacto.

Raquel, ya sabes que no me gusta sacar demasiada gente en mis fotos, pero sí que había gente por todas partes.

Gracias a las dos por la visita.

nella dijo...

hummmm a ver. te doy pista.
tiene mucho de un color que te gusta.

Senior Citizen dijo...

El ambiente de las ciudades nórdicas es muy distinto a nuestras ciudades mediterráneas y los que viven en ellas no se como se las arreglan para no aturdirse cuando vienen aquí.

Tawaki dijo...

Senior Citizen, el clima, la educación, supongo que todo influye. Los que viajamos solemos buscar lo que es diferente, así que me imagino que ellos buscan lo que no tienen. Si a alguien no le gusta sentirse aturdido, mejor que no viaje al tercer mundo.