Rojo y Negro, posiblemente la mejor novela de Stendhal, es una crónica de la sociedad francesa de 1830, en la que un joven llamado Julien Sorel intenta ascender en el escalafón social a cualquier precio. Dicen que Stendhal escribía muy deprisa y a mí me parece que se lee con igual rapidez.
Le tenía ganas desde hace muchos años, pero por unas razones u otras siempre se me había escurrido. Llevo cuatrocientas de sus setecientas páginas, y no es el único libro voluminoso que me traigo entre manos. De momento me está gustando.
Ayer terminé Un puente lejano, un libro que me salió al paso mientras buscaba otro, algo que ocurre con frecuencia y que suele dar sorpresas agradables. En “apenas seiscientas páginas” Cornelius Ryan nos relata con todo detalle – a veces es demasiado prolijo – la fallida operación Market Garden.
En la Segunda Guerra Mundial, después del Desembarco de Normandía, los generales Montgomery (británico) y Patton (americano) se disputan los escasos recursos disponibles, en una lucha encarnizada por alcanzar Berlín y terminar con la guerra antes de Navidad.
En la Segunda Guerra Mundial, después del Desembarco de Normandía, los generales Montgomery (británico) y Patton (americano) se disputan los escasos recursos disponibles, en una lucha encarnizada por alcanzar Berlín y terminar con la guerra antes de Navidad.
Montgomery consigue convencer a Eisenhower de que le dé prioridad para lanzar un ataque combinado sin precedentes – utilizando fuerzas aerotransportadas y blindadas – para liberar Holanda, cruzar el Rhin y penetrar en el Ruhr, el corazón industrial de la Alemania Nazi.
El mal tiempo, los fallos en las comunicaciones y la mala suerte de que unas divisiones de las SS estuvieran allí por mera casualidad, forjaron uno de los mayores desastres aliados y retrasaron la ansiada rendición alemana.
Un libro estupendo, muy bien documentado que sólo me atrevo a recomendar a quienes estén muy interesados en la Segunda Guerra Mundial.
El tercer libro, que acabo de empezar, tampoco es manco. Cuesta sólo seis euros, pero tiene novecientas páginas de nada. Como veis me gustan los libros gordos.
El mal tiempo, los fallos en las comunicaciones y la mala suerte de que unas divisiones de las SS estuvieran allí por mera casualidad, forjaron uno de los mayores desastres aliados y retrasaron la ansiada rendición alemana.
Un libro estupendo, muy bien documentado que sólo me atrevo a recomendar a quienes estén muy interesados en la Segunda Guerra Mundial.
El tercer libro, que acabo de empezar, tampoco es manco. Cuesta sólo seis euros, pero tiene novecientas páginas de nada. Como veis me gustan los libros gordos.
El explorador británico Apsley Cherry-Garrard nos narra las vicisitudes de la expedición de Scott al Polo Sur, en un libro que se convirtió en la Biblia de todos los que intentaron seguir los pasos de semejante hazaña. Yo llevaba tiempo buscando un relato fiel de este tipo de expediciones, porque sentía curiosidad por conocer a estos hombres con voluntad de hierro. Acabo de empezar y me es imposible soltarlo, pero advierto que es sólo para apasionados del tema.