Servion queda bastante lejos de donde vivo, y necesito tomar dos trenes y un autobús que hacen que la excursión dure unas tres horas por sentido, así que aproveché que el lunes 1 de agosto era fiesta para acercarme el día anterior. Las vistas son del lago Leman y los viñedos los saqué desde el tren.
Hacía un calor del demonio, y pronto descubrí que visitar un lugar de ambiente tropical no era la mejor de las ideas, pero ya era tarde para dar la vuelta y, además, enseguida me entretuve con las muchas especies que podemos ver allí.
Aunque tiene muchísima luz natural, los reflejos dificultan mucho las fotos y el tamaño de algunos animales, a los que se les da la posibilidad de esconderse o pasar desapercibidos, tampoco ayuda.
Se trata de un zoológico bastante especial que da cobijo a algunas especies que están en riesgo de extinción junto a muchas otras que simplemente habitan en los trópicos. A lo largo del recorrido son numerosos los carteles que nos recuerdan que debemos respetar su tranquilidad.
De esta forma, podemos encontrar anfibios, lagartos, serpientes y arañas junto a geckos, tortugas, caimanes, pingüinos, avestruces y peces.
Los senderos son accesibles para carritos de niños o sillas ruedas, hay un aparcamiento para los que usen el coche y un par de líneas de autobús, así como una cafetería y una zona de picnic.
En la página web publican las horas en las que los animales son alimentados.
El tren de vuelta lo tomé en otra estación, así que pude ver los campos de esta parte de Suiza, desde un cómodo autobús que tenía para mí solo.
El verano de 2022 nos compensó con creces por las lluvias y el tiempo desagradable del año anterior, aunque aquí también estaban entonces preocupados con la sequía.