domingo, 29 de julio de 2012

Bretaña

Acabo de volver de Bretaña, donde he pasado una semana de vacaciones. Es muy bonita, tiene una costa espectacular y un interior muy interesante. Los pueblos están bien cuidados y se nota en las casas que la gente por aquí tiene dinero, pero a me ha resultado un viaje un tanto decepcionante. Han pasado bastantes cosas y no todas buenas; quizás me había formado unas expectativas demasiado altas.


Para empezar, no es una región que pueda apreciarse conduciendo un coche durante ocho días escasos. Bretaña hay que conocerla a pie o en bicicleta, disponiendo de varias semanas, porque los lugares de interés son muchos, están apartados y no es fácil cubrirlos en tan poco tiempo.
Y menos si aterrizas un sábado a las ocho de la tarde y no te entregan el coche hasta el domingo a las once de la mañana. Vale, era la fiesta nacional, pero se supone que estamos en temporada alta y que es ahora cuando más afluencia de visitantes tienen. La mayoría de las agencias de alquiler ni siquiera abre los domingos.

 
Tuvimos que devolverlo sin llenar el depósito, porque fuimos incapaces de encontrar una gasolinera a menos de 80 km del aeropuerto. Seguro que las hay, pero no están indicadas. ¿Es esto Europa? Se supone que estamos en el país que recibe más turistas del mundo.

 
El camino está literalmente plagado de rotondas y de pasos de cebra. Si lo llego a saber alquilo un automático, porque si me llegan a dar un euro por cada cambio de marcha estaría jubilado en Florida a estas alturas.

 
Y la señalización. En la mayoría de los sitios se han ahorrado la mitad de los carteles, así que es habitual pasarte el cruce y descubrirlo a la vuelta porque sólo lo pueden ver los que venían de frente. Te indican las cosas varios kilómetros antes y luego te dejan a tu suerte en medio de un mar de rotondas y callejuelas.

La región está plagada de creperies, pero a la una de la tarde, cuando las necesitas, desaparecen. Han sido varios los días en los que visitando tal o cual castillo hemos tenido que volver sobre nuestros pasos para poder comer porque se nos echaba la hora encima.



Luego está el tema del tiempo. La lluvia no nos ha estorbado, pero ha estado nublado toda la semana y sólo tuvimos un día de sol al final. Me esperaba mal tiempo, pero es que estas nubes tan grises sólo sirven para arruinarte las fotos y para obligarte a cargar con el paraguas. Tampoco en esto hemos tenido suerte. Los ratos de sol han sido muy escasos.

Todo esto lo habíamos comentado antes de que rompieran un cristal del coche el día antes de volver. El robo fue la guinda del pastel, el prólogo de una tarde en comisaría y una mañana entera en el aeropuerto peleando con la burocracia francesa. Como digo, ya estaba bastante desilusionado para entonces.

Nuestro vuelo salió con retraso y perdimos nuestra conexión. Tuvimos que quedarnos a dormir junto al aeropuerto de CDG en París, y no llegamos a Madrid hasta catorce horas más tarde.



También hubo cosas buenas, claro está. La gente fue amable y hemos visto muchos lugares interesantes que nos han gustado. Los iré mostrando poco a poco conforme vaya revelando las  fotos, y quizás entonces consiga recuperar parte de la ilusión perdida. Se aprende mucho viajando.

miércoles, 11 de julio de 2012

Blas de Lezo

Un amigo me descubrió el personaje hace ya tiempo, pero ha sido ahora, en mi reciente visita al Museo Naval en Madrid, cuando he recordado que quería hacer una entrada sobre él.

Estamos en lo de siempre, si Blas de Lezo hubiese nacido en Francia, en Inglaterra o en Estados Unidos ya se habrían hecho un par de películas y alguna serie de televisión. Como fue español nadie conoce su historia ni sus gestas.

Mi amigo me pasó este enlace sobre la batalla de Cartagena de Indias. Está tan bien explicado que poco más se puede decir. Yo me limito a rescatarlo del injusto olvido en el que está.


Este es el cuadro que hay en el Museo Naval.



Nació en Pasajes, en 1689, en una familia de ilustres marinos y se educó en Francia. Su bautismo de fuego fue en la batalla de Vélez Málaga, en la Guerra de Sucesión. Una bala de cañón le destrozaría una pierna. (Wikipedia) Más tarde perdería un ojo mientras defendía el Castillo de Santa Catalina y luego un brazo en el sitio de Barcelona. De ahí el apodo de medio hombre que le acompañó gran parte de su vida.

Su mayor gesta se produjo en 1741, en la batalla de Cartagena de Indias, un puerto vital para el control de aquella parte de Sudamérica. Se enfrentaban las armadas españolas e inglesa, solo que las fuerzas estaban “algo” descompensadas.

Los ingleses contaban con 195 navíos, 32.000 hombres y 3.000 piezas de artillería mientras que la escuadra española la formaban 6 barcos con 3.600 soldados y 1.000 piezas de artillería. En esta imagen, que está sacada del enlace arriba mencionado, se aprecia el lugar de la batalla.



La suerte parecía echada, y seguro de su victoria, el almirante inglés, Edward Vernon, encargó acuñar unas monedas celebrando la derrota española.


Pero gracias a los espías españoles y a los fuertes que defendían la ciudad, el resultado fue bien distinto. Los ingleses se retiraron después de haber perdido 9.500 hombres, la mitad de su artillería y 50 barcos, en lo que sería su mayor derrota naval de la historia. No en vano se trataba de la mayor escuadra jamás formada si exceptuamos el desembarco de Normandía.

Por su parte, los españoles sufrieron 800 bajas y tuvieron que hundir sus seis naves para obstaculizar las maniobras enemigas. Vernon fue expulsado de la marina, aunque luego se le enterró en la Abadía de Westminster mientras los historiadores ingleses callaban. Blas de Lezo, muy malherido, falleció cinco meses después de la batalla. Nadie sabe dónde se encuentran sus restos, ya que, típico en España, fue enterrado en una fosa común.

Es muy triste que desconozcamos nuestra propia historia y que tengan que ser otros, venidos de fuera, los que nos la recuerden. ¡Qué buena película podría hacerse con todo este material!

Yo no me resigno a ese desconocimiento que tanto gusta a algunos.

domingo, 1 de julio de 2012

¡Campeones!

España ha vuelto a ganar la Eurocopa y se ha convertido en la única selección del mundo capaz de encadenar tres grandes torneos consecutivos, entrando en la historia para siempre.


Italia fue un rival digno y no lo puso fácil, pero creo que España fue superior en todo momento y que además ha ganado a lo grande. Sólo hay que ver las diferencias con respecto a los alemanes Aunque las lesiones diezmaron a Italia a nosotros bien podrían habernos pitado un penalty. Ya veremos hasta dónde podremos llegar, pero que nos quiten lo bailado, que es mucho.

¡Podemos! Eso es lo más importante, que el futuro está en nuestras manos. Y no hablo sólo de fútbol.