domingo, 11 de diciembre de 2022

Feliz Navidad

Se nos va otro año, algo que da la impresión de suceder cada vez más rápido. El 2022 nos trajo una guerra a las puertas de casa, una herida que vivo de cerca al conocer a varios rusos y ucranianos y que parece continuará abierta en 2023. Más de 60.000 ciudadanos ucranianos han hallado refugio en Suiza, aunque muchos están regresando porque su situación de desarraigo pesa más que la seguridad del país helvético. Ojalá que se ponga pronto fin a toda esta barbarie.

Muy en segundo plano queda el fin de las medidas contra la Covid en la mayor parte los países avanzados. Sigue habiendo casos, pero parece que ya hemos vuelto a la normalidad, algo que necesitábamos mucho.

No sé qué nos traerá el 2023, pero no adelantemos acontecimientos, pues primero tenemos que pasar la Navidad. Me consta que no es una buena época para algunos, pero eso no es óbice para que yo os desee mucha felicidad en estas Fiestas. Que lo paséis muy bien y que pongamos un broche de oro al 2022. Como sempre, solo me queda agradeceros vuestras visitas y comentarios.

viernes, 25 de noviembre de 2022

España me duele I

Llevaba meses leyendo sobre las consecuencias de la aprobación de la ley ¨sí es sí” orquestada por el Ministerio de Igualdad: una inmediata reducción en las penas impuestas a los delincuentes sexuales. Iluso de mí, pensé entonces que algo harían para evitarlo y que los peores pronósticos no se cumplirían. Por supuesto, me equivoqué.



Constato ahora que los violadores, los acosadores, los pederastas y los agresores sexuales se están viendo beneficiados por la ineptitud del Gobierno. No basta con que los hombres (solo católicos y de piel blanca, que los demás cuentan con bula para agredir sin consecuencias) nazcamos siendo culpables. No basta con que se nos estigmatice y se nos quiera liquidar, sino que ahora, esas mujeres a las que dicen querer defender, están más desprotegidas que nunca.



Los delincuentes sexuales saldrán a la calle, a hacer compañía a multitud de asesinos que lejos de arrepentirse se jactan de sus crímenes. Dentro de poco, corruptos juzgados y condenados se unirán a la fiesta junto con golpistas que anuncian que volverán a delinquir.



Eso sí, la izquierda está calladita. Ya se han encargado de advertir a los medios de comunicación que dependen de las subvenciones. Todos esos que se autoproclaman demócratas y feministas callan, por lo que se convierten en cómplices. Menuda España me estáis dejando.

sábado, 12 de noviembre de 2022

Un partido de hockey

El Bossard Arena es el estadio de hockey sobre hielo de Zug, y yo vivo a unos diez minutos caminando de allí.




Llevaba ya muchos años queriendo asistir a uno de los partidos, sin importarme cuál fuese, y por fin, en septiembre de 2021 pude acercarme y ver uno. La verdad es que la cosa tiene delito, porque mi empresa es uno de los patrocinadores y te dan entradas gratis si las pides con la suficiente antelación, pero por un motivo u otro, lo pospuse demasiado.







Había mucho ambiente, con una aplastante mayoría de gente joven en las gradas que no paraba de animar. Fue muy divertido, no solo por la alternancia en el marcador, sino porque terminamos ganando en la prórroga al equipo de Ginebra, por lo que pude tomar el pelo a mis amigos de la Suiza francesa.





El equipo de Zug no es gran cosa, aunque han conseguido ganar la liga dos años consecutivos, con celebraciones por todo lo alto. Eso sí, después de 23 largos años.



Lo más curioso es que nadie, absolutamente nadie, llevaba mascarilla. Y es que ya se sabe que los suizos son una raza superior a la que no le afecta la Covid. Eso sí, a la salida, había una ristra de autobuses públicos para llevar a los aficionados a sus casas. Así es Suiza, el país de la organización en el que el Gobierno hace lo que piden sus ciudadanos.

viernes, 28 de octubre de 2022

La amistad

Los amigos – observó Casper – son la envidia de los ángeles.

viernes, 14 de octubre de 2022

Museo del calamar gigante

Descubrí la existencia de este museo de Luarca gracias a un documental ya antiguo que vi en Youtube justo unas semanas antes de hacer un viaje a Asturias, y es que a veces los astros se alinean sin que uno intervenga.


Pero no terminan aquí las casualidades. Resulta que el museo había sido arrasado por un temporal en febrero de 2014 y solo reabrió una semana antes de mi visita. De hecho, todavía estaba pendiente de recibir algunos carteles informativos. De esta forma, el mar reclamó la que era la mayor colección de cefalópodos gigantes del mundo.




Solo algunos ejemplares se salvaron por estar cedidos a otros museos. De los 32 que había entonces, entre los que se encontraba una hembra de Architeuthis dux con 13,7 metros de largo, podemos ver ahora 6 ejemplares de calamar gigante además de otros 35 cefalópodos, una docena de peces abisales y algunos huesos de cetáceos.





Está gestionado por el ayuntamiento de Valdés, gracias a una donación de la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (CEPESMA), y abre todos los días del año con una entrada de 3 euros. 




El recinto es pequeño, pero merece mucho la pena al mostrar un impresionante repertorio en el que los cefalópodos son los protagonistas, aunque hay algunas especies más. El calamar de Humboldt (Dosidicus gigas) impresiona por su tamaño y es el ejemplar más grande que se conserva de esta especie. Lo podéis ver en una foto anterior, en vertical. Está previsto añadir sonido ambiente que recree las fosas en las que viven estos animales.





E
l Architeuthis dux puede llegar a medir unos 10 metros en el caso de los machos y hasta 14 para las hembras, mientras que el peso varía respectivamente entre 178 y 312 kg. Son los invertebrados más grandes que se conocen. La mayor hembra de la que se tiene noticia, con sus 18 metros quedó varada en una playa de Nueva Zelanda en 1887, porque es así como conseguimos verlos, varados en las playas una vez que han muerto. Hay más ejemplares, pero suelen llegar en mal estado, por lo que las mediciones no son exactas. En cuanto a su esperanza de vida se estima que es muy corta, apenas tres años para los machos y unos cinco para las hembras. En cambio, su crecimiento es sorprendentemente rápido, de un centímetro por día, y se cree que depositan millones de huevos que dejan flotando a merced de las corrientes.




Y es que es muy difícil verlos, pues habitan a gran profundidad. Es solo en el siglo XXI que hemos podido grabar y fotografiar ejemplares vivos. En realidad, los tentáculos miden entre 2,5 y 6 veces el tamaño de su manto. Sus ojos, los segundos más grandes del reino animal, miden 25 cm, solo superados por los del calamar colosal, mientras que las ventosas de sus tentáculos tienen entre 2 y 5 cm de diámetro. Es poco lo que conocemos de ellos y algunos científicos han propuesto un total de nueve especies, aunque su taxonomía sigue en discusión.




Se alimentan de peces y crustáceos y son depredados por los cachalotes. Habitan todos los mares del Globo, aunque prefieren las aguas frías y profundas. En España los podemos encontrar en Asturias, en el caladero de Carrandi, a unas siete millas de la costa, y en Canarias.


Algunos días después de escribir la entrada me encuentro con este artículo publicado en ABC. “La colección de calamares gigantes de Luarca, que ahora se exponen en el museo, se la debemos a Luis Laria, gerente del Parque de la Vida y fundador de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (Cepesma), que los ha donado al Ayuntamiento. Todo empezó en 1995 en una pescadería de Avilés, cuando compró un calamar que medía casi catorce metros y pesaba ciento cuarenta y siete kilos. Pagó setenta mil pesetas, a pesar de que estas criaturas no son comestibles.”

Yo confío en que con el paso de los años, más y más ejemplares puedan irse añadiendo a este estupendo y peculiar conjunto. Y si la entrada del museo semeja la de una discoteca es porque eso era antes.

jueves, 29 de septiembre de 2022

Fundación Beyeler I

Una de las muchas razones por las que ir a Basilea es la Fundación Beyeler, un museo de arte moderno que podrá gustar más o menos, pero que siempre tiene exposiciones temporales que combinan con sus fondos propios y nunca decepciona.


Los marchantes de arte Ernst Beyeler (1921 - 2010) e Hilda Kunz (1922 - 2008), crearon la Fundación Beyeler en 1982 y encargaron a Renzo Piano el diseño de un museo para albergar su colección privada. Se expuso públicamente por primera vez en su totalidad en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid en 1989, y posteriormente en la Nueva Galería Nacional de Berlín en 1993, y en la Galería de Arte de Nueva Gales del Sur en Sídney, en 1997. (Wikipedia).


El edificio en sí es una obra de arte que facilita el acceso y posterior visionado de los cuadros. Una tercera parte del espacio disponible se reserva a las exposiciones temporales y la luz se cuela desde todas direcciones.




Hay que darse una vuelta por el jardín que, si bien no es muy grande, alberga obras itinerantes.


Desde octubre hasta enero, como conmemoración por su 25 aniversario, se expondrán casi 400 obras de artistas de primera línea desde 1800 hasta la actualidad, lo que me recuerda que tengo que volver a visitarla. Ver cuadros de Wassily Kandinsky (Fuga 1914), Claude Monet (El estanque de nenúfares), o Francis Bacon (Portrait of Georges Dyer Riding a Bicycle), siempre merece la pena.




Porque los impresionistas nunca defraudan, ya sea Vincent van Gogh (Campo de trigo con acianos), Paul Cézanne (La route Tournante en Haut du chemin des Lauves) o Paul Cézanne (Paysage au toit rouge), por no repetir a Monet.




Auguste Rodin (Iris messagère de dieux) Joan Miró (Composition Petit univers), Pablo Picasso (Mandoliniste) y Alberto Giacometti (Caroline, El hombre que marcha II & Grand Femme) van a completar esta entrada, no por falta de material, sino porque empieza a ser extensa incluso para mí.






Como es habitual en toda Suiza, el transporte público te deja en la misma puerta, y un tranvía te lleva desde la principal estación de tren de Basilea, ya que la fundación se encuentra en realidad en Riehen.