domingo, 22 de enero de 2023

El cocodrilo de Siam

Tengo escrita una entrada, todavía sin publicar sobre el Tropiquarium de Servion, un zoológico poco convencional en el que la mayoría de criaturas exhibidas son especies en peligro de extinción. Ya tendréis ocasión de leerla más adelante, porque hoy le toca el turno a una de ellas, el que es uno de los cocodrilos más amenazados del mundo, el cocodrilo de Siam  (Crocodylussiamensis).

El primer ejemplar que pude ver, porque está separado de sus compañeros adultos fue una cría que nació en el propio zoológico, en 2017. El 26 de abril de ese año, una hembra depositó una quincena de huevos que fueron recogidos e incubados durante un centenar de días. El 1 de agosto, nacía esta cría, que recibió el muy suizo nombre de Guillermo Tell. Dos días más tarde, nacía un segundo cocodrilo que no sobrevivió por una malformación; el resto de huevos no estaban fecundados. Por lo visto, la reproducción en su ambiente natural es igualmente difícil.




Un poco más adelante había otros dos ejemplares adultos. Uno de ellos estaba más o menos camuflado, pero el segundo se encontraba bien cerca del cristal.



Este cocodrilo vive en los cursos de agua dulce del sureste asiático, concretamente en Tailandia, Laos, Camboya, Vietnam, Malasia, Java y en algunas islas de Borneo. Se trata, como decía, de una especie en grave riesgo de desaparecer como consecuencia de la caza furtiva y de la destrucción de su hábitat natural.



Es pequeño y no suele superar los tres o cuatro metros de largo. Su cabeza es, en cambio, relativamente grande en comparación con el resto de un cuerpo que está coloreado con rayas que alternan entre el verde oliva y el marrón. Se alimenta de pescado, pesa unos 60 – 70 kilos y vive entre 40 y 50 años (30 según el zoológico). No es peligroso para los humanos y sus patas traseras son palmeadas.



Se estima que solo 5.000 de ellos viven hoy en libertad, y bastantes de los que habitan en cautividad son en realidad ejemplares híbridos por haber sido cruzados con sus parientes los cocodrilos marinos. La mayoría de los ejemplares que conservan la pureza genética viven en criaderos sitos en Tailandia, ya que son estimados por su piel, aunque también se hacen esfuerzos para reintroducirlos.





Las hembras ponen entre 20 y 48 huevos cuya incubación dura entre 68 y 85 días (también en esto he encontrado información contradictoria). La madre protege a sus pequeños durante los primeros tres meses.



Ya me marchaba cuando decidió abrir la boca lo que no me extraña, porque hacía un calor del demonio. Y claro, esa era una oportunidad que no podía rechazar. Volví sobre mis pasos y lo fotografié a gusto.





Eso sí, el bicho no se movió ni un milímetro, no quiero ni pensar en el susto que podría haberme llevado por mucho cristal que hubiese. He tenido cocodrilos cerca en otras ocasiones, pero nunca tanto.

viernes, 6 de enero de 2023

Feliz Año Nuevo

Termino y empiezo el año de la mejor de las maneras, con una parte de las personas que más quiero y con un par de los cientos de libros que moran en las estanterías de los pendientes.



Igual que cualquier día del año, tengo muchos planes en mente sin que pueda saber cuáles serán llevados a cabo y cuáles no. Ya me pasa en mis viajes, cuando a pesar de haber estudiado un mapa a conciencia termino yendo por una carretera diferente en la primera intersección. No sé dónde me llevará el 2023, pero estoy convencido de que le sacaré el mayor provecho posible, algo que también os deseo a vosotros.


Sigo atascado con los blogs, y no puedo visitaros ni publicar con la frecuencia que quisiera. Seguramente leeré menos libros de los que me gustaría, aunque, eso sí, confío en ir retomando los viajes que pospuse durante estos años. El tiempo lo dirá.