miércoles, 26 de marzo de 2014

Interlaken

Todos encantados porque en lugar de llover y hacer frío teníamos quince grados y el sol se adivinaba tras las nubes. Es que aquí en Suiza se conforman con poco. Estuvimos así de lunes a viernes, con la previsión de que durase hasta el sábado, por lo que organicé una excursión a Interlaken.

Lamentablemente, el tiempo empeoró antes de lo previsto y la salida fue un fiasco. Dos horas y media de tren por trayecto para dar una vuelta por uno de los lagos y sacar estas fotos sin gracia no es mucho que digamos.





Como su nombre indica, Interlaken está entre dos lagos, rodeada de altas montañas que ocupan todo el horizonte. Al este tenemos el lago Brienzersee, por cuya orilla paseé un rato. Al oeste está el Thunersee, que quedó para mejor ocasión. Iluso de mí, además de cargar con la cámara me llevé un libro.



Así pues, que no os lleven a engaño mis otras entradas con cielos azules, la norma son los días grises y lluviosos.

Estuve paseando por una urbanización más que por la propia ciudad de Interlaken, junto a chalets, hoteles y casas particulares con jardines plagados de enanitos.




Estoy en el cantón de Berna, cerca del centro del país. Las montañas son impresionantes, pero seguro que sacan lo mejor de sí mismas en un día de sol.





La próxima vez iré con más tiempo, con mejor clima y subiré al Jungfrau.