miércoles, 28 de noviembre de 2018

Camboya I

Acabo de aterrizar y de deshacer la maleta, pero no quiero dejar pasar más tiempo sin dedicar unas breves palabras a este viaje fantástico que acabamos de hacer por una parte de Camboya. Son muchas las cosas que se pueden ver y hacer en este país asiático, pero nosotros hemos querido centrarnos en los templos, que ya de por sí, son muy numerosos.

He de decir que también son espectaculares. Camboya tiene en ellos un tesoro y solo hace falta que haya dinero para mantenerlos, y, de paso, que se distribuyan mejor los ingresos generados por el turismo.


Dos cosas me han sorprendido con respecto a las predicciones que hacía en la entrada anterior: por un lado, hemos conseguido evitar en gran medida a las masas de turistas; madrugando, yendo a contrapelo, y visitando templos más pequeños y apartados. Por otro, constatamos que este planeta nuestro no tiene salvación. La cantidad de basura, de plásticos y de contaminación humana es descomunal en cuanto te sales de la parte más turística. Mucho me temo que con este crecimiento exponencial y descontrolado hemos pasado ya el punto de no retorno.

Pero ya habrá tiempo de hablar de ello. Como nota curiosa, dejé una de mis cámaras al guía, que demostró tener un buen ojo para la fotografía además de muchas ganas de aprender. Suyas son algunas de las mejores fotos del viaje, pasando de apretar un botón sin conocimientos previos a sacar imágenes como ésta en pocos días.


Por todo el país hemos encontrado gente amable, deseosa de aprender otros idiomas, siempre con una sonrisa en la boca, independientemente de su nivel económico. El recuerdo de las guerras, demasiado recientes, está en el aire, pero viven con esperanza, que no es poco.

Ahora queda el trabajo de organizar las fotos, algo que me llevará tiempo. Mientras, me doy una vuelta por vuestros blogs, que os he echado de menos.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Vacaciones

Ya sabéis que me gusta viajar, y que normalmente me preparo los itinerarios por anticipado, aunque en los últimos años, el trabajo no me permita dedicar tanto tiempo como a mí me gustaría a esa exploración previa.

--> De esta forma, he dejado a menudo las decisiones en manos de mi amiga o de las agencias de viaje, pero en el caso de Camboya, el país que me propongo visitar en unos días, algo despertó la ilusión más profunda desde un primer momento. Han sido meses de leer blogs y guías; de ver películas y documentales, de sumergirme en libros de arte, historia y viajes por esta parte del mundo.


Desconozco cómo resultará, pero sí tengo una idea de lo que me espera, y antes de subir al avión ya estoy escribiendo en mi cerebro las entradas futuras, algo similar a lo que me sucedió el año pasado, cuando me fui a Sudáfrica para ver tiburones, o este verano a Kenia. Soy consciente de que me van a gustar los templos a la par que me horrorizarán los campos de exterminio; de que pasaremos calor y tendremos que madrugar, así como sufrir hordas de turistas. Habrá fotos, ¿alguien lo duda? También tendré que ponerme las pilas buscando información que traeros al blog para acompañarlas.

--> Nos vemos pronto.