miércoles, 21 de diciembre de 2016

Feliz Navidad

Son días para estar con la familia y los amigos, así que os robo poco tiempo, el justo para daros las gracias por haberme acompañado durante este 2016 que termina.



Con mis mejores deseos para vosotros y para vuestros seres queridos. Que paséis unas muy felices Fiestas y que el 2017 nos depare muchos momentos buenos.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Vietnam II

Continuamos donde lo habíamos dejado.

Como os decía, sólo vimos Da Nang – una ciudad moderna que casi parece europea – y su hermosa bahía desde el coche, camino de la ciudad imperial de Hue. El paso de Hai Van marcó un antes y un después en nuestro viaje. Si hasta entonces habíamos evitado la lluvia, ésta nos acompañaría fielmente durante los tres últimos días.



No hay palabras para describir la ciudadela de Hue, que por desgracia también fue afectada por los bombardeos norteamericanos, aunque para ser justos también hay que mencionar que el Viet Cong la utilizó como escudo. La mayor parte de lo que vemos en pie responde a los trabajos de reconstrucción, que aún continúan.






La pagoda Thien Mu se alza junto al río Perfume y bien merece una visita. Un mini-crucero nos llevó a otra aldea con otro puente famoso.










Nos esperaban dos tumbas reales muy diferentes. La primera con una decoración muy exuberante, la segunda, que en realidad era un palacio de verano, mucho más austera.









El cambio entre una, de estilo europeo, y otra más vietnamita es tremendo.






La visita a una tienda en la que fabrican las barritas de incienso me pareció prescindible, porque no me van ese tipo de cosas, pero nos dejó esta foto, que por cierto no es mía.


Otro restaurante donde seguir disfrutando de la gastronomía de la zona puso punto final al viaje, porque del último día casi mejor no hablamos. Todo había salido perfecto hasta aquí, pero poco antes de marchar al aeropuerto nos intentaron timar en las calles de Hue, dejándonos un mal sabor de boca.



Luego una vuelta de pesadilla, con overbooking en nuestro vuelo a Europa, desvío a Londres cuando nuestro destino era Frankfurt, otro vuelo cancelado y una maleta perdida. Llegué a Zúrich cinco horas más tarde habiendo dormido un par de horas tan solo.
Vietnam Airlines se limitó a aplicar la ley, pagándonos lo que correspondía y dejándonos tirados en todo lo demás. Tuve que buscarme la vida a base de correr por los pasillos, ir de un mostrador a otro y pasar cuatro controles en menos de 24 horas. Gracias a la profesionalidad del personal de Lufthansa en Londres y Frankfurt llegué a casa, agotado, pero sin demasiado retraso, y la maleta me fue entregada un día más tarde.

Vietnam me gustó mucho. Tanto que me estoy planteando dedicarle un blog tal y como hice con Argentina en Ruta 40. Mientras tanto, iré publicando entradas en el otro blog, Más extraño que la ficción.

Como nos gusta viajar despacio, nos hemos centrado en el norte y algo del centro del país. Hemos tenido de todo, paisajes, buena comida, monumentos, pagodas y templos; ciudades tranquilas y caóticas, paseos en barco, cuevas, unos toques de historia y varias gotas de etnografía. Es una cultura muy diferente a la nuestra, lo que la hace más interesante.


P.D. Os cuento en qué consiste el timo para que no os pase. Como sabéis, en un país extranjero, las monedas no pueden cambiarse, sólo los billetes. Pues bien, si alguien os pide cambiarlas por billetes y queréis hacerle el favor tened mucho cuidado, ya que cuentan las monedas delante vuestra, muy despacito, pero cuando os las entregan se quedan con alguna, dándoos de menos. Menos mal que mi amiga se dio cuenta a tiempo.