miércoles, 30 de octubre de 2019

Medio siglo

Por mucho que no me impresionen los números redondos o las fechas señaladas, he de reconocer que esta vez el reto era mayor de lo habitual y que cumplir los 50 me ha hecho pensar, aunque tampoco en gran medida.


Supongo que me importa demasiado el día a día – sumido como estoy en ese carpe diem constante – como para fijarme en determinados hitos. Es algo que muy pocos entienden, y ya estoy acostumbrado a recibir miradas condescendientes cuando afirmo que estos días, tan señalados para otros, son uno más en mi calendario.




Quizás el hecho de vivir solo y tener tiempo de sobra para meditar a lo largo del año también influya, pero me parece que está más relacionado con mi forma de ser, con ese vivir el momento al que me refería antes.




Pues eso, que acabo de cumplir cincuenta y todavía no me creo la suerte que me ha acompañado en estas cinco décadas. Soy feliz, me considero un privilegiado y solo me resta pedir que siga la fiesta en compañía de aquellos que más quiero.

viernes, 18 de octubre de 2019

Imperiofobia y Leyenda Negra

Hace ya algún tiempo que dejé a un lado la muy entretenida novela histórica. No tengo nada contra ella; antes bien, es un género que disfruto, pero mis intereses se encaminan ahora hacia los hechos reales y estoy descubriendo un mundo nuevo, inmenso y fascinante que se ha visto favorecido por el notable incremento de estas publicaciones. Parece que lejos de estar solo en esta empresa, somos muchos los que queremos saber más.

De este modo, estoy leyendo a trompicones una biografía de Drake que acompaño con las andanzas vikingas por Europa y una historia sobre los bárbaros que sucedieron al Imperio romano. También acabo de terminar el libro de María Elvira Roca Barea, titulado Imperiofobia y leyenda negra: Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio español, de la editorial Siruela.


Me ha encantado. Si a otros géneros hay que pedirles que nos entretengan, la exigencia aquí, al menos en mi caso, es que hagan pensar y aprender, objetivo cumplido con creces.

El hecho de que el dictador Franco y su Régimen quisieran reflotar en el siglo XX las mieles de un Imperio ya extinto, acompañado por ciertos vientos que soplan ahora desde la extrema derecha que tampoco vienen a cuento, provocan un rechazo en la izquierda que muy poco a poco va desapareciendo. Nuestra historia es propiedad de todos y cada uno debería conocerla tal y como sucedió. Valgan estas líneas para dejar claro que no acepto que unos ni otros se la apropien y la conviertan en una bandera partidista.

Porque el libro en cuestión ha sido alabado y criticado, a veces con insultos personales a la autora cuando no se disponía de argumentos sólidos para rebatir los hechos. Maria Elvira es clara y directa, muy directa y no me extraña que se haya creado ciertos enemigos, pero tiene a su favor algo fundamental, y es que sus opiniones están respaldadas con argumentos. El libro está lleno de ejemplos, de citas, de documentos que se pueden consultar, y abre puertas a que el lector investigue por su cuenta si lo desea. Se puede estar en desacuerdo, pero defiende su postura.

Quizás pienses que el tema de la Leyenda Negra ni te va ni te viene, pero si eres español te concierne mucho más de lo que imaginas.

He pasado un tercio de mi vida laboral trabajando fuera de España, observando cómo mis compatriotas cargan con una mochila de piedras cada vez que buscan trabajo. Los españoles no son peores; de hecho creo que trabajan igual o mejor que los de otras nacionalidades, pero parten con desventaja y tienen que demostrar una valía que se presupone en otros. Porque lo importante no es lo bueno que seas, sino lo que piensan los demás, y los tópicos de la siesta, los toros y la fiesta continua no nos ayudan.

¿Dónde crees que invertirán sus petrodólares los grandes ricos del mundo? ¿En Londres, en Nueva York, en Frankfurt o en Madrid? Porque eso te afecta directamente. Las empresas españolas y España misma como país, tienen más dificultades para acceder al dinero que paga tu pensión que otras naciones del entorno. A los españoles nos cuesta más (la famosa prima de riesgo) ¿recuerdas? Tenemos que luchar contra el prejuicio de que no pagamos nuestras deudas, de que no somos fiables, de que no somos productivos cuando lo cierto es que sí somos cumplidores. De nuevo, lo que importa es lo que piensen los demás.

La Leyenda Negra nos penaliza, y mucho. Debería importarnos, deberíamos defender nuestros intereses como hacen los demás. Por nuestro bien y por el de nuestros herederos.

Así que antes de hablar sobre la Inquisición, la expulsión de los judíos, la conquista de América, el fracaso del Imperio, la falta de credibilidad, etc. debemos aprender sobre ello, confrontar la verdad y los hechos reales con lo que nos cuentan quienes tienen otros intereses, para no decir tonterías que encima nos perjudiquen. Como comentaba antes, no se trata de ser de izquierdas o de derechas, es algo que nos incumbe a todos porque no se puede defender lo que no se ama, y no se puede amar lo que no se conoce.

Para terminar, algunos dicen que este es el libro de la leyenda blanca. Parece que los españoles seamos perfectos y lo hayamos hecho todo bien, cuando es evidente que no fue ni es así. Creo que a la autora se le va la mano, pero es que el estudio no se titula Historia de España; tampoco La conquista de América. Se llama Imperiofobia, y está escrito para desmontar con argumentos la Leyenda Negra, para despertar conciencias, abrir ojos e ilustrar a los ignorantes como yo.