viernes, 25 de marzo de 2011

Pánico nuclear

Se estima que 17 millones de personas estuvieron expuestas de forma significativa a la radiación generada tras el gravísimo accidente de Chernobyl. De ellas, cerca de 2000 personas han desarrollado un cáncer de tiroides tras haber ingerido alimentos contaminados. Como referencia, 2.000 / 17.000.000 = 0,00012. Fuente: BBC

Unas 220.000 personas fallecieron en los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki. De los 87.000 que sobrevivieron unos 40.000 habían fallecido en 1992. 700 personas de esos 40.000 por causas relacionadas con la radiación. Nuevamente, 700 / 40.000 = 0.0175.

Si quieres saber cuánta radiación recibieron aquellos que se encontraban a dos kilómetros y medio del epicentro de las bombas sólo tienes que someterte a una tomografía computerizada. De los 70.000.000 de escáneres que se hacen al año en Estados Unidos, el Instituto Nacional del Cáncer estima que 29.000 serán la causa de un cáncer. Como referencia 29.000 / 70.000.000 = 0.00041.

Estos son datos. Hechos fehacientes exentos de cualquier subjetividad que nos muestran las consecuencias de un accidente muy grave, una acción militar reprobable y una práctica médica que entraña riesgos. Que cada uno saque sus conclusiones.



Entiendo muy bien lo que está pasando en Japón. Está muy claro: el miedo vende. Sobre todo si no nos informan bien. Se lanzan un par de estereotipos al aire y el desconocimiento hace el resto ¿Cuántos de vosotros conocíais los datos de arriba?



Desde que tengo uso de razón he estado a favor de la energía nuclear. Nadie ha conseguido en todos estos años darme suficientes datos objetivos en su contra, nadie. Los únicos argumentos han sido los del miedo y esos no me convencen, porque la alarma y el temor esconden siempre otros intereses.

Que no son seguras… ¿Y qué es seguro en este mundo de hoy?. Que son peligrosas… ¿Por qué conducimos un coche entonces? Que contaminan… ¿Acaso no lo hacen más otras fuentes de energía?

Quiero datos objetivos. Hechos, no palabras, argumentos en vez de demagogia barata. Porque cuanto más intentan atemorizarme más pienso en que hay gato encerrado. Por favor, los que queréis cerrar las centrales. Explicadme cómo vamos a mantener nuestro ritmo de vida actual, nuestro crecimiento económico. Sin utopías, con los pies en la tierra, por favor.



Es evidente que la energía nuclear tiene muchos y grandes defectos. Espero que algún día podamos prescindir de ella, pero actualmente, con nuestro ritmo de vida es más necesaria que nunca. Deseo un mundo de energías limpias y renovables, debemos investigar más, desarrollar fuentes de energía alternativas, pero no estoy dispuesto a pagar la electricidad a precio de oro. Ni la gasolina, ni el gas…

Mientras otros países se garantizan el suministro de energía a unos precios razonables, nosotros seguimos siendo el pedigüeño que vive de las migajas. Solo que éstas, lejos de caernos gratis, las pagamos cada vez más caras. Ahí está Francia, vendiéndonos la electricidad que a nosotros nos falta. Ellos crecen y nosotros nos endeudamos.



¿Para cuándo un debate serio? ¿Alguien sabe cuántos residuos genera una central nuclear? Hace tiempo leí, solo que no me fío porque era parte interesada, que en treinta años se llena un campo de fútbol. ¿Alguien sabe cuántos campos de fútbol se deforestan en el Amazonas al día? Treinta años son casi 11.000 días.

Tampoco entiendo que los que claman contra ella vean con buenos ojos la construcción de un embalse que destruirá sin remedio todo un ecosistema. Por no hablar de los molinos. ¿Alguien sabe cuántos molinos hacen falta para sustituir a una central nuclear? O de la contaminación generada por el carbón o el petróleo. Ahí tenemos en reciente caso de BP en el Golfo de México. ¿Cuánto CO2 emitimos a la atmósfera con el carbón?



En la vida hay que ser más consecuente. Si alguien quiere vivir en la Edad de Piedra que lo haga, pero yo quiero viajar en avión, conducir un coche, estar calentito en casa en invierno y poner el aire acondicionado en verano, tener teléfono e Internet, encender la luz por la noche, trabajar con un ordenador, cocinar, poner la lavadora, encender el televisor, recibir la última tecnología de Japón, comer salmón escocés, beber una cerveza belga, comprar frutas exóticas que no crecen en mi país, carne argentina y pescado recién traído en avión desde la costa. ¿Cómo creemos que nos llegan todas estas cosas?

Debo ser muy egoísta, pero lo más grave es que además quiero pagar por todo ello lo menos posible. Seré insolidario…

lunes, 14 de marzo de 2011

Man on Wire

Man on wire es un magnífico documental británico de 90 minutos de duración en el que se describe la hazaña del funambulista francés Philippe Petit. Este hombre caminó sobre un cable tendido entre las Torres Gemelas del World Trade Center en agosto de 1974.


El documental está basado en un libro del propio Petit, y recrea con todo detalle los seis años que le llevó planificar este golpe de altos vuelos, el crimen artístico del siglo, como fue denominado por la prensa local.

Curiosamente, la idea surgió en la sala de espera de un dentista, cuando Petit descubre el proyecto de construcción de las torres. Es entonces cuando se obsesiona con la idea de tender un cable entre ambas azoteas.

Con una altura de 415 y 417 metros, las torres eran el techo del mundo por aquel entonces, tenían 110 pisos y estaban separadas por 63 metros. Petit las visitó en varias ocasiones, burló la seguridad, dedicó infinidad de horas a estudiar cómo introducir su equipo – sólo el cable pesaba más de 200 kilos – y hasta construyó una pequeña maqueta.




La reconstrucción del golpe y las imágenes de archivo son espectaculares. Las entrevistas a su antigua novia y los amigos que le ayudaron en la preparación del golpe sobrecogen. Y las visitas a las torres, los momentos previos, ¡qué vértigo!

El show duró tres cuartos de hora. Petit recorrió el cable ocho veces, se arrodilló, se sentó y se tumbó sobre él para pasmo de la multitud congregada cuatrocientos metros más abajo. Finalmente, fue detenido e interrogado por la policía.

Delito o no, a mí me parece una muestra más de la capacidad del ser humano.



Varios años después, al recoger el óscar no pudo evitar hacer más malabarismos.


Podéis encontrar más información en: