domingo, 16 de diciembre de 2018

Navidad

Que el tiempo vuela y se nos escapa de las manos es un recurso muy manido, pero lo cierto es que nos deja sus momentos, como esta Luna de sangre que os pongo como ejemplo. Cada uno tendrá, sin embargo, sus propios recuerdos de este 2018, y espero que la mayoría sean muy buenos.


Os imagino liados con los preparativos navideños, así que os robo poco tiempo y solo os deseo una Navidad muy feliz y un estupendo comienzo de año.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Camboya I

Acabo de aterrizar y de deshacer la maleta, pero no quiero dejar pasar más tiempo sin dedicar unas breves palabras a este viaje fantástico que acabamos de hacer por una parte de Camboya. Son muchas las cosas que se pueden ver y hacer en este país asiático, pero nosotros hemos querido centrarnos en los templos, que ya de por sí, son muy numerosos.

He de decir que también son espectaculares. Camboya tiene en ellos un tesoro y solo hace falta que haya dinero para mantenerlos, y, de paso, que se distribuyan mejor los ingresos generados por el turismo.


Dos cosas me han sorprendido con respecto a las predicciones que hacía en la entrada anterior: por un lado, hemos conseguido evitar en gran medida a las masas de turistas; madrugando, yendo a contrapelo, y visitando templos más pequeños y apartados. Por otro, constatamos que este planeta nuestro no tiene salvación. La cantidad de basura, de plásticos y de contaminación humana es descomunal en cuanto te sales de la parte más turística. Mucho me temo que con este crecimiento exponencial y descontrolado hemos pasado ya el punto de no retorno.

Pero ya habrá tiempo de hablar de ello. Como nota curiosa, dejé una de mis cámaras al guía, que demostró tener un buen ojo para la fotografía además de muchas ganas de aprender. Suyas son algunas de las mejores fotos del viaje, pasando de apretar un botón sin conocimientos previos a sacar imágenes como ésta en pocos días.


Por todo el país hemos encontrado gente amable, deseosa de aprender otros idiomas, siempre con una sonrisa en la boca, independientemente de su nivel económico. El recuerdo de las guerras, demasiado recientes, está en el aire, pero viven con esperanza, que no es poco.

Ahora queda el trabajo de organizar las fotos, algo que me llevará tiempo. Mientras, me doy una vuelta por vuestros blogs, que os he echado de menos.