Habíamos pedido cita para visitar el parlamento húngaro y nos sobraba una hora, así que nos dimos una vuelta por los alrededores en busca de este monumento. La guía no especificaba bien la dirección y los policías que custodiaban el edificio tampoco tenían mucha idea.
Al final dimos con estos 60 pares de zapatos de hierro que llevan esperando a sus dueños desde los años de la Segunda Guerra Mundial.
La escultura fue creada en 2005 por Gyula Pauer y Can Togay en honor de los judíos que fueron asesinados por los fascistas de la Arrow Cross húngara en el invierno de 1944-1945. Los llevaban hasta la orilla del río y, después de hacerles descalzarse, les disparaban. Se estima que murieron más de 12.000.
Los podemos encontrar a unos trescientos metros del parlamento, en dirección al Puente de las Cadenas, a orillas del Danubio en la ribera de Pest, aunque su localización es sólo simbólica.
Voy atrasadísimo con las fotos. Dentro de poco hará un año que estuvimos en Budapest y aún ando peleándome con ellas. Menos mal que en los dos últimos fines de semana les he dado un buen empujón.
Procuraré que la próxima entrada sobre la capital húngara sea más alegre.