lunes, 21 de diciembre de 2009

Ruta 40 llega al final

Incluso las carreteras sin final aparente se terminan, y Ruta 40 – un blog cuya finalidad es la de compartir mi viaje por Argentina, hace ahora justo un año – deja hoy de actualizarse.


Muchas gracias a los que me habéis acompañado en esta aventura, animando este último año con vuestros simpáticos comentarios. Nunca podré agradeceros lo suficiente el cariño que me habéis mostrado.

Ahí queda, como un recuerdo perenne de lo bien que lo pasé por allí y de cómo fui acogido en todas partes. Espero regresar algún día para recorrer más kilómetros por esos paisajes de ensueño, comer más solomillos y compartir buenos momentos.

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Como todos, andaré liado en estas fechas y no creo que pueda actualizar, así que aprovecho para desearos una Navidad muy feliz, que recibáis muchos regalos y que comencéis el 2010 de la mejor forma posible.

viernes, 4 de diciembre de 2009

La gran aventura de Cristóbal Colón

Siempre me ha sorprendido lo mal que se explica la Historia en los colegios. Normalmente se limitan a dar una lista de fechas y eventos, pasando de puntillas sobre los hechos más relevantes, convirtiendo lo interesante en anodino.

Buscando otro libro, encontré éste de Manuel Fernández Álvarez sobre Cristóbal Colón y recordé que apenas sabía nada sobre sus viajes. Parece mentira que siendo español, ignore tantas cosas de la historia de mi propio país y de sus gestas.



El autor nos cuenta, con un estilo sencillo y ameno, exento de florituras, cómo era la vida en aquella España aún en fase de gestación, así como los numerosos intentos de Colón para convencer a unos Reyes Católicos volcados en la conquista de Granada y reacios a aceptar las muchas peticiones del genovés. Diez años le costó convencerles, nada menos.

El análisis no se limita a los viajes, sino que va más allá, describiendo las islas descubiertas y el desastroso encuentro de dos culturas bien diferentes. Tampoco olvida reseñar las incursiones vikingas por América del Norte ni la gesta de Zheng He, que es descrita brevemente en unas líneas.

Lo recomiendo a los que tengáis interés por iniciaros en el descubrimiento de América. E iros preparando, porque ha caído en mis manos otro libro sobre exploradores españoles, y en el 2010 estoy dispuesto a reivindicar el papel desempeñado por España.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Con los cinco sentidos

Con los cinco sentidos, aunque algunos más distraídos que otros, asistí el sábado a un concierto de The New Mastrsounds, arrastrado por unos amigos a los que conozco bien y de los que sin embargo me fío.

Son los mismos que intentaron volverme loco hace tiempo, con esas películas suecas en las que nunca pasa nada, pero parece que han cambiado de táctica y ahora me llevan a escuchar buena música.


Digo lo de algunos sentidos distraídos porque al menos un par de ellos estaban a otra cosa. Justo delante mía se encontraba un culo adherido a una rubia, y mi mano se pegó a la rubia gracias a la propiedad transitiva, en un juego erótico de buscarnos el uno al otro que duró la mitad del concierto. Junto a ella había otra rubia, igualmente teñida, pero que formaba ya un conjunto cerrado de dos elementos con relación biunívoca. Qué bueno es esto de haber ido al colegio cuando aún se estudiaban matemáticas. No sé cómo se las apañarán los niños de hoy día.

Os dejo un enlace a la página del grupo, que no de la rubia, aquí.

Mientras, voy a escuchar el álbum, que entre unas cosas y otras me perdí una buena parte de los temas.

jueves, 19 de noviembre de 2009

New York, New York

Doce años son muchos años. En mi caso me sirven para medir lo rápido que pasa el tiempo y la cantidad de experiencias que he vivido desde entonces. Fue aquél un viaje de trabajo, sin mucho tiempo libre, pero ahora me he desquitado un poco.

Una semana no es mucho tiempo para comerse esta “gran manzana”. Las distancias son grandes y los puntos de interés, numerosos, así que los días se escapan de las manos sin remedio. No obstante, hace tiempo que descubrí que vale más disfrutar de lo que puede hacerse que lamentarse por lo que nos dejamos en el tintero. Además, así queda una excusa para volver; sólo espero que en esta ocasión sea antes de que pase otra década.

Es ahora, al ir revisando las fotos, cuando uno se da cuenta de las muchas cosas que ha visto. Un libro que, página a página, nos muestra su inmenso contenido.




Tengo el ordenador estropeado, y de momento no puedo jugar con mis fotos RAW como me gusta, pero en cuanto lo arregle, se avecinan algunas entradas no aptas para los que sufran de vértigo.

Espero mostraros Central Park en otoño, vistas nocturnas desde The Top of the Rock, algún museo famoso y muchas calles de esta estupenda ciudad. El tiempo no acompañó demasiado; estuvo muy nublado y llegó a llover los últimos días, pero este viaje ha sido todo un estímulo para los sentidos.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Elogio de la servilleta

Una idea que me dio un comentario de Nélida.


Servilleta de celulosa, por supuesto, y a ser posible de un bar o de una cafetería pero con varias capas, bien espesa. También nos vale la de un cocktail si queremos ponernos en plan más pijo.

Lo aguantan todo, desde el nombre de esa ginebra tan especial que nos acaban de recomendar, hasta una explicación técnica del proceso productivo de una fábrica o el organigrama de una empresa, pasando por el libro de moda, las condiciones de un contrato de trabajo o el último acuerdo alcanzado con un cliente. Una dirección, un email o un número de teléfono conseguidos a las tantas de la madrugada, casi todo vale.

Todos las hemos utilizado alguna vez, sin que hasta ahora se les haya otorgado la medalla del mérito al trabajo ni ese merecido premio Nobel a la versatilidad. Nadie llegó nunca tan lejos en el cumplimiento del deber.

Me voy de vacaciones por unos días. Aprovecharé las servilletas que encuentre para anotaros algunas buenas recomendaciones.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Crisis? What Crisis?

Así se titulaba uno de los discos de Supertramp a mediados de los años setenta, pero la única acepción que estoy dispuesto a admitir es la de cambio. Una renovación que, en mi caso, se me antoja perenne.


Porque si estudiar francés y alemán a un tiempo, volver al gimnasio, tener cinco o seis libros empezados (y recordar de qué trata cada uno), llenar los fines de semana, hacer fotos sin parar, viajar de forma compulsiva, entretenerse con el buen cine, degustar una cena en buena compañía, cultivarse en una sala de exposiciones, compartir las ilusiones de otros, y disfrutar de la familia y los amigos, es síndrome de estar en crisis, entonces yo llevo bastante tiempo inmerso en la peor de ellas.

Escribo esto unos días antes de publicarlo, sentado dentro de un avión, camino a casa, pero con la mente puesta en la siguiente aventura, que no ha de discurrir necesariamente en un lugar lejano. Hacer planes de futuro no está mal, siempre que esté uno dispuesto a cambiarlos.

Qué puedo decir, si esto son los terribles cuarenta, bienvenidos sean.

jueves, 22 de octubre de 2009

El dinero te permite ser el que de verdad eres

La frase del título la escuché en una película que vi este verano, aunque por desgracia no recuerdo cuál era. Cualquier día volveré a toparme con ella.

En mi opinión es una verdad como un templo, porque con el dinero hacemos realidad nuestros sueños, pero también financiamos algunas pesadillas. Dependiendo de cuáles sean unos y otras, nos convertiremos en mejores o peores personas.

viernes, 16 de octubre de 2009

He's back!

Woody Allen ha vuelto, por fin ha resucitado, echando a volar desde ese abismo infinito que supuso Vicky Cristina Barcelona, un magnífico documental sobre Barcelona, pero una película digna de todos los ratzzies del mundo. Alguien debería haberle dicho que, salvo honrosas y contadas excepciones, la voz en off murió en tiempos de Sam Spade.


Ya me había decepcionado bastante en Scoop y en El sueño de Cassandra, dos refritos mal disimulados de su filmografía anterior. Una cosa es que abunde en sus obsesiones de siempre, y otra copiarse a sí mismo. De hecho, llegué a pensar que me había vuelto paramnésico perdido. Woody, por favor, quédate al otro lado del Atlántico, en tu Nueva York de siempre, que Europa no te sienta nada bien.

En Si la cosa funciona (Whatever Works) recuperamos al director de siempre, ese cine tranquilo y reposado que amas o que odias a muerte. Al pincipio de la película, asaltado de improviso por la voz pomposa y estridente de su alter ego, pensé que había vuelto a equivocarme, pero enseguida captó toda mi atención y me hundí en la butaca presto a devorar líneas de diálogo vivaz, ingenioso e inteligente.

Son los personajes y sus historias los que aparecen en la pantalla, sin tener que recurrir, como hacen otros, a extraños movimientos de cámara ni a un montaje propio de un demente. Sencillo pero efectivo. Prefiero no contar nada más de la película; el que quiera que vaya a verla. A mí me ha gustado.

viernes, 9 de octubre de 2009

Lisboa y Londres

Acabo de llegar de Lisboa, donde he pasado una semana plagada de reuniones de trabajo, sin que haya podido disfrutar ni un instante de esta bella ciudad, y marcho mañana a Londres, en mi peregrinación anual. Me espera más trabajo, pero confío en robar algunas horas y darme una vuelta.


Las fotos corresponden a un viaje anterior, a un fin de semana de abril del 2008 en el que me llovió a mares y que me obligó a buscar refugio en el Oceanográfico. Como sabéis, puedo estar mirando peces durante horas, así que aproveché y me hice amigo de este inmenso pez luna.



Nos vemos a la vuelta, dentro de unos días y con más calma.

viernes, 2 de octubre de 2009

Ulpiano Checa

Ulpiano, uno de los grandes pintores españoles del siglo XIX, nació en Colmenar de Oreja, (Madrid) en 1860 y murió en Dax en 1916. He de reconocer que nunca había oído hablar de él, pero cuando unos amigos me propusieron este verano visitar su museo en Colmenar, no me lo pensé dos veces.


Además de algunas de sus pinturas se pueden observar grabados, esculturas y fotografías, carteles publicitarios, ilustraciones y escenografías teatrales. El museo merece la pena, aunque no hay demasiadas obras originales, debido a que este artista tuvo mucho éxito y vendió en vida la mayor parte de su obra. Pero podemos hacernos una idea a través de sus bocetos y de algunos óleos y esculturas originales.


Fue ese mismo éxito el que le cerró las puertas de los críticos, que vieron en él más un comerciante y un relaciones públicas que un artista. Es por eso por lo que no interesó a los estudiosos del momento, pero lo cierto es que era una gran dibujante de gran formación académica.

Sus estudios de perspectiva, muy bien documentados en el museo, son impresionantes. Las luces y las sombras marcan la diferencia, haciendo creíble la escena, dándole un volumen que se echa de menos en otros pintores.

La invasión de los bárbaros, entrando en Roma, debió ser impresionante. Hablo en pasado porque por desgracia sólo nos quedan fotografías, puesto que el cuadro se quemó en el incendio de la Universidad de Valladolid.


Los caballos, bien descobados, bien lanzados al galope, son una constante en su obra. En numerosas ocasiones los encontramos ligados a un ferrocarril que representaba la modernidad de la época. Sin ir más lejos, escenas parecidas a la de este cuadro se pueden apreciar en la película Un lugar en el mundo, de Adolfo Aristain.


De su estancia en Roma nos quedan algunas de sus mejores obras, y un estudio de la época romana que le abriría las puertas de un Hollywood ávido por llenar la gran pantalla de historias épicas, accion y colorido. Tal es el caso de Ben Hur, en la que la famosa carrera de cuádrigas bebe de las fuentes de Checa, como queda patente en el siguiente cuadro.


De esos mismos años es esta Naumaquia.


De su fascinación por Argelia nos quedan ejemplos como el que abre esta entrada o este otro que la cierra.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Educación

Con la vuelta a clase reviven ciertas polémicas sobre la educación de los hijos. Reproduzco hoy un artículo de Elvira Lindo que me pareció interesante. Fue publicado en El País el 9 de septiembre de este año.

Pienso que la principal responsabilidad recae en los padres. No toda, es cierto, pero sí la mayor parte. La semana pasada leía una carta al director de una profesora que volvía feliz a clase, a pesar de los insultos y las amenzas a las que se ve habitualmente sometida. Me sorprendió. Dijo que lo hacía por aquellos padres y alumnos que sí merecían la pena.

No está mal hacer énfasis en los problemas, pero tampoco estaría de más hablar de lo que funciona bien, y, sobre todo, buscar soluciones.



No se desaliente: no tenemos la educación pública que quisiéramos (a pesar de la aireada campaña “ni un niño sin ordenador”) pero usted puede enseñar a su hijo a no despreciar el conocimiento. No se desanime: es probable que la buena educación le haga sentir a su hijo como un raro en determinados ambientes, pero superados esos desajustes no habrá en el futuro estrés postraumático. No deje para otros lo que puede hacer usted; no tiene por qué esperar, por ejemplo, a que en los colegios se enseñe a comer saludablemente; sienta como una vergüenza personal que en un país mediterráneo como el nuestro haya niños obesos; actúe, no es tan difícil, se trata sólo de enseñarles a comer como Dios. No se acompleje; no pasa nada porque vigile de cerca de su hijo adolescente, se ha hecho toda la vida sin pensar que se atentaba contra ningún derecho fundamenteal. No tenga miedo a racionar la televisión. No tenga miedo a asomarse a la habitación de su hijo, no se trata de espiar, sino de proteger. No quiera ser como su hijo, no se juvenilice, él necesita sentir que está guiado por adultos. No tema decirle que está en contra del botellón y de los encierros, es bueno que él sepa que usted los detesta. Y por supuesto, no se apunte a un encierro por acompañar al niño, ahí si que está usted perdiendo la cabeza y adiestrándole en la brutalidad. Hágale saber que tiene deberes con la sociedad, y si no quiere usar la palabra “sociedad”, por ser algo abstracta, hágale saber que tiene deberes con seres concretos. No se deje estafar por esta especie de catastrofismo que nos arroja a pensar que, como todo es un desastre, nosotros, individualmente, no podemos hacer nada. Su desánimo tiene un componente de imperdonable pereza: si ha tenido hijos, sea padre, sea madre. ¡Ejerza! La mejor herencia que podemos dejar en este mundo grosero es la buena educación.

domingo, 20 de septiembre de 2009

El sabor de los días

…y la felicidad de las pequeñas cosas.

Entrada perpetrada en una servilleta hace ya varios meses…

En una cervecería de Madrid, en mi mesa de siempre – tan cercana a mi piso que las malas lenguas insinúan que lo elegí por su cercanía – disfruto de una cerveza holandesa de alta graduación; una de las seis verdaderamente trapenses que quedan en el mundo.

Estoy acompañado por un buen libro mientras espero a los amigos. Esto es vida. No hace falta mucho más para tocar con los dedos la felicidad de las pequeñas cosas. Algún día os hablaré de mi pasión por la cerveza, que hoy no hay tiempo.

Hoy prefiero referirme al libro que leía en ese momento,
El sabor de los días, que me regaló una amiga. Su autor es Juanan Urkijo, Dedalus para los bloggeros que seguimos sus escritos desde hace tiempo en El Alféizar.


No quiero desvelar nada del relato. Sólo diré que me encantó, que lo recomiendo encarecidamente y que esta vez no podemos usar la manida excusa del precio, porque es muy asequible. De todas formas, podéis haceros una idea más objetiva de su manera de escribir echando un vistazo a su blog. Mejor os dejo una sinopsis:


Cuando Terenci Poquet se trasladó a Barcelona para preparar sus oposiciones, no podía siquiera imaginar que comenzaría a recibir unas anónimas cartas de amor, tan enigmáticas y sorprendentes que terminarían absorbiendo su voluntad y su tiempo. Tras iniciar una pedestre investigación, en la que el azar le irá tendiendo toda suerte de emboscadas, Terenci se verá atrapado una y otra vez en su propia peripecia vital y no conseguirá sino regresar al mismo punto del que partió: la realidad de su hermética y anodina existencia, reflejada en un espejo extrañamente fragmentado.


Juanan, no nos dejes así, hombre, escribe algo más.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Niágara

Os debía foto de Niágara desde hace mucho tiempo, pero es que anduve un poco liado este verano.


Aunque lo había organizado para pasar allí un par de días, al final sólo pude estar unas horas y hube de improvisar un poco, así que no salió todo lo bien que esperaba. Apenas había trenes, y los autobuses tampoco eran muy frecuentes. Lo pasé muy bien, pero me quedo con la sensación de no haberlo aprovechado al máximo.

Las cataratas son impresionantes. No se pueden comparar con Iguazú, es cierto, pero el truco está en verlas con ojos nuevos, como si fuese el primer viaje que hacemos.

Cuando se está disfrutando no tiene sentido hacer comparaciones que puedan arruinar el momento. Sólo hay que dejarse llevar. Así que no estoy de acuerdo con todos los que me dijeron que me iban a decepcionar. En absoluto, siempre estoy deseando descubrir lugares nuevos, y por muchos hoteles que hayan construido, a mí me gustaron. Eso sí, reconozco que tenía una ligera idea de lo que me esperaba.

martes, 8 de septiembre de 2009

Annie Leibovitz

Han prorrogado la exposición, que puede visitarse en Madrid, en Alcalá 31, y no me extraña, porque casi siempre había una buena cola de gente esperando para entrar. Yo la vi dos veces y fallé una tercera.


Espectacular. Me han dicho, y quizás tengan razón, que hay demasiadas fotos de su vida privada, de su familia y de Susan Sontag. Cierto, pero la selección y la variedad son increíbles. Una vez más, Internet se queda corta y sólo puedo traer aquí una pequeña muestra de sus fotos. Hay otras que me gustaron más.


Quizás hayáis visto esta portada, que causó sensación hace unos años: Demi Moore embarazada de siete meses. La tonalidad de la piel está perfectamente conseguida, y eso que el formato de la exposición no es precisamente pequeño.


Otras fotos no necesitan palabras que las describan, como la de esta bicicleta tirada en una calle con restos de la sangre de un niño asesinado.

También hay hueco para trabajos más creativos.


Pero las mejores son las de actores de cine. Tienen una iluminación muy conseguida, una atmósfera especial, como la de Nicole Kidman del principio de la entrada o esta misma.


También me gustaron mucho las de la reina Isabel, origen de un famoso malentendido.



Sin olvidar una sala de la exposición donde se encuentran multitud de fotos impresas en A4, con anotaciones de la autora y organizadas por años. Es una gozada poder sumergirse en el proceso creativo de una fotógrafa tan reputada.


Qué se puede esperar de una persona que afirma que se da por satisfecha si hace cinco fotos buenas en un año. Ya me gustaría a mí. Su reputación está plenamente justificada.

Más que memoria de mi vida, mis fotos son una prueba de mi existencia.
Annie Leibovitz

jueves, 3 de septiembre de 2009

Sorolla

Sorolla es uno de mis pintores favoritos y de vez en cuando me escapo a visitar su museo en Madrid, un palacete encantador en la calle de Martínez Campos, con un pequeño jardincito que es una delicia.

Este pintor es, para mí, el rey de la luz, del azul del Mediterráneo y de los blancos. Da gusto recrearse en sus cuadros. Se tiene la sensación de formar parte de la escena, se siente la brisa en el rostro y el olor a mar.


El Museo del Prado exhibe hasta septiembre una prolija selección de sus mejores cuadros. Son 102 obras impresionantes por su maestría y a veces incluso por su tamaño. A mí me gustan todas, pero sólo puedo poner aquí algunas, como ésta, que se titula cosiendo la vela y es una de mis favoritas. Los que deseen verla después de septiembre tendrán que ir a Venecia, que tampoco es mal sitio.


O La bata rosa. Es una pena que en el ordenador no se aprecie bien cómo se filtra la luz a través de las cañas, o cómo el aire empuja suavemente la sábana que hace de cortina.


Podéis comprar las entradas por teléfono o por Internet, os evitaréis las colas y os saldrá un euro más barato. La entrada en taquilla cuesta 10 euros, pero da derecho a visitar el museo.

Este cuadro es de la primera época, de cuando se preocupaba de reflejar la realidad social,


pero yo prefiero sus escenas de playa, como ésta de Valencia.


Otro cuadro que me gustó mucho es este desnudo, que da la sensación de ser tridimensional. Pertenece a una colección particular, por lo que será difícil volver a verlo, y por desgracia esta es la mejor foto que he podido encontrar en Internet. Lástima de Red, tan grande y tan limitada aún para según qué cosas.

jueves, 27 de agosto de 2009

Enemigos Públicos

Hay ocasiones en las que una película que me aburrió en el cine gana luego puntos conforme pasan los días. No es el caso de Enemigos Públicos. Fui a verla el domingo y desde entonces no paro de descubrir detalles que no me convencen.

Me gustó la música, el sonido de los tiros y la ambientación de los años 30 en los que transcurre la acción. Se nota que han intentado hacer un buen film y que han puesto los medios para ello, pero eso es todo. Se queda en un quiero y no puedo, lo que es una lástima.


No busquen historia, que no la hay. Los personajes prometen mucho, con un supuesto mundo interior del que apenas nos muestran la superficie. Se supone que ambos rebosaban carisma en la vida real, pero aquí no hay emociones, y pasada la media hora, hundidos en la butaca, enseguida comprendemos que sólo nos queda aburrirnos y esperar el previsible final.

Tampoco me gusta ese abuso de los primeros planos tan común en el cine actual. Se le da demasiada importancia al rostro y se desprecian los gestos hasta el punto de que no existe lenguaje corporal.

Esos son los verdaderos enemigos públicos del cine que me gusta. Echo de menos a mi (cada vez menos) admirado Woody Allen, que deja la cámara fija, rodando, mientras se marcha a almorzar.
Me quedo con la banda sonora, con los automóviles de época, el color, la iluminación, el vestuario, y los escenarios. Me sobra todo lo demás. De todas formas, ya sabéis que soy bastante especial para el cine. Por lo visto la crítica vio otra película.

sábado, 22 de agosto de 2009

Operación pandemia

¿Tienes diez minutos?

Este vídeo resume con datos, fechas y nombres la opinión que mantengo desde hace unos meses sobre la Gripe A. Gracias, Isabel. Fue en uno de sus blogs (haciendo-eco) donde lo encontré.

Mientras estaba en Perú, en mayo pasado, leí que la Unión Europea esperaba que la mitad de la población de este continente se viera afectada en un plazo de dos años. Sólo hay un problema, y es que aún tengo memoria, y recuerdo muy bien lo que pasó hace unos años. Por si la pierdo, aquí queda escrito lo que pienso ahora. El vídeo sirve para los que hayan olvidado.

¿De verdad crees que se preocupan de nuestra salud y bienestar?

jueves, 13 de agosto de 2009

Cabañeros

Soy consciente de que os traigo un poco para allá y para acá. Mientras algunos me deseáis que lo pase muy bien en Nueva Zelanda, otros dicen haberme visto por Egipto y hay quien todavía me hace en Canadá. Es lo que tiene mezclar entradas con viajes pasados, algunos de hace bastantes años.

Para terminar de liar un poco la cosa, os traigo un reportaje de mi reciente excursión al Parque Nacional de Cabañeros, a la Ruta del Chorro, para ser más exactos. La ruta comienza por una pista forestal donde un par de simpáticas guardas nos dieron algunas indicaciones.


Tampoco es que hiciera mucha falta, porque el sendero no tiene pérdida, pero siempre se agradece un poco de atención. Nos daba algo de miedo pasar calor, pero el aire era relativamente fresco, había sombra abundante y los 28º se llevaban bien.

El bosque es de tipo mediterráneo, con robles, fresnos, encinas y algún alcornoque. También hay monte bajo, con brezos y jaras.


La senda es muy fácil, tiene algo de pendiente, pero ésta es muy suave. Después de caminar como una hora llegamos a la cascada de El Chorro, de unos quince metros de altura. No lleva mucho agua, pero hay que considerar que es verano.


El ambiente es fresco y relajado. Estamos rodeados de árboles y se agradece su sombra.


Nos hizo un día estupendo, como podéis observar.





Los árboles a duras penas consiguen trepar por la ladera. Menos mal que nuestro camino discurre sin subir de cota. De vez en cuando paramos para hacer alguna panorámica.



Los Montes de Toledo son los restos de una antigua cordillera, formada hace 300 millones de años en el Paleozoico, por lo que están algo desgastados y es habitual encontrarse con canchales como el que acabamos de atravesar.

Un poco más adelante se llega a la cornisa, el punto más difícil, si se puede decir así, del camino. Sólo hay que prestar un poco más de atención para no caerse.




Otra hora más de camino y llegamos a la Chorrera Chica, otro lugar ideal para descansar e hincar el diente a nuestros bocadillos.


Nosotros decidimos dar la vuelta aquí porque queríamos visitar el Centro de Visitantes, pero la excursión se puede continuar durante otra hora y media, ascendiendo hasta el pico Rocigalgo, que está unos 300 metros más alto.



La chica que nos atendió en el Centro fue muy amable y nos estuvo explicando un buen montón de cosas sobre la flora y la fauna del Parque. Son varias las especies en peligro de extinción que encuentran cobijo aquí, y pronto se intentará reintroducir el lince ibérico.

El nombre del Parque deriva de unas cabañas típicas de la zona, parecidas a la que se observa en la foto, que eran utilizadas por pastores y carboneros.


La zona estuvo a punto de ser convertida en campo de tiro del Ejército del Aire, pero en 1995 fue declarada Parque Nacional. Se extiende por las provincias de Toledo y Ciudad Real.

Las sendas están bien señalizadas y son fáciles de seguir, aunque en alguna de ellas hay que contratar los servicios, gratuitos, de un guía. A otras partes del parque sólo se puede acceder en 4x4.

El paisaje que rodea el Centro de Visitantes es muy diferente y se denomina raña. Aquí podemos asistir a la berrea a finales de septiembre.



No quiero despedirme sin agradecer a los que organizaron esta bonita excursión y a los conductores que nos llevaron. Habrá que repetir prontro.