viernes, 8 de noviembre de 2013

Pilatus

Una entrada larga con la que os dejo unas semanas porque me voy de vacaciones, así que tomárosla con calma.

Ya entrados en septiembre, teníamos la sensación de que los días soleados y limpios de nubes habían tocado a su fin; no nos equivocamos, porque aunque hayamos tenido algún otro día soleado, el verano se fue hace casi un mes.


La del Pilatus es la excursión total. Tren a Lucerna, autobús hasta la primera parte del ascenso, que se hace en góndola y que dura una media hora, para tomar luego un teleférico que nos lleve hasta la cumbre. Bueno, el último tramo hay que hacerlo andando. Todos salvo Unjubilado, claro está.






Antes de tomar el teleférico hay una explanada con estas vistas donde algunas personas hacen tirolina.




El recorrido en teleférico es más empinado y sensiblemente más corto.





Cerca de la cumbre hay una plataforma con varios miradores, un restaurante y algunas tiendas de recuerdos.





Nosotros anduvimos por varios caminos, visitando los miradores y admirando las vistas. La montaña está horadada por varios túneles y lo mismo se ve una vertiente que otra. ¡Lástima que el día no fuese muy claro!




Las nubes nos han alcanzado y por momentos lo cubren todo.






Y para bajar, un tren cremallera (no os perdáis la pendiente que muestra la foto), barco hasta Lucerna y tren de vuelta a Zug. Nos faltaron algunos medios de transporte, como el avión el burro y el globo aerostático.






Pero al llegar al embarcadero éste estaba vacío. Apenas son las cinco y media de la tarde y el último barco del día ha zarpado hace rato. Parece que la organización suiza también es falible. Tuvimos que conformarnos con regresar a casa en tren.




¡Nos vemos a la vuelta de mis vacaciones!