Mi primera toma de contacto con Londres – y con el Reino Unido – fue en diciembre de 1995 y desde entonces he vuelto en muchas
ocasiones, bien por trabajo, bien para pasar unos días. Solo fallé en el 2014,
pero ahora procuro ir al menos un fin de semana al año, aprovechando que Zúrich
y Londres están muy bien conectadas.
Pero en 2020, por razones obvias, he tenido que posponer
mi visita, y mucho me temo que no podré ir a la que es una de mis ciudades preferidas.
Ha pasado mucho tiempo desde que aquella revisora, en el tren desde el aeropuerto de Gatwick al centro de la ciudad, me interpelara. Lo
primero que escuché fue un guanguei que echó por tierra varios años de
academias de inglés en España. Resulta que ese idioma al que tanto tiempo has
dedicado no tiene nada que ver con el que la gente habla en la calle. Por
supuesto, lo que quería decirme la señora era si quería un billete de ida.
Fue mucho después, hace relativamente pocos años cuando un amigo me recomendó Borough Market, un mercado en el que lo mismo se venden
verduras, queso, frutas, ostras o chocolate. Abundan los puestos de
exquisiteces, y en una cantidad creciente de ellos se puede comprar comida para
llevar o para consumir allí mismo. Hay incluso algún rincón español en que
cortan a mano el jamón.
Pero mi favorito es este puesto de hamburguesas, tan
famoso que a veces la cola de gente le da toda la vuelta. Antes costaban cinco
libras, precio que subieron luego a siete. Es muy probable que en cuanto pueda,
vuelva por allí.
Pero conviene darse una vuelta e investigar el resto de puestos con comida. Como veis, aquí la bandera nacional no molesta a nadie y la
muestran sin complejos.
Si la carne nos da sed, siempre podemos degustar un par
de pintas en alguno de los pubs que hay cerca. Estamos en Southwark, no muy
lejos del puente de Londres, en la ribera sur del Támesis y puede que alguno de
vosotros recordéis el atentado que sacudió la zona en 2017. Varias personas
fueron apuñaladas, entre ellas un español que falleció mientras se defendía con
su monopatín. Siempre impresiona más cuando se trata de un lugar que solemos
visitar.
Borough Market es un buen sitio donde comer algo rápido y barato mientras hacemos un descanso. Porque, no lo olvidemos, hay que continuar
visitando una ciudad que no se termina nunca de conocer. Llevo yendo casi un
cuarto de siglo y siempre descubro sitios nuevos.