miércoles, 22 de febrero de 2023

Libro sobre la guerra de Vietnam

Hace mucho que no me preparo los viajes como solía hacer antes; mi trabajo absorbe demasiado tiempo y energías como para prestar atención a los detalles logísticos, y como tampoco puedo leer demasiado sobre el destino en cuestión, todo termina recayendo en una agencia de viajes. A pesar de ello, buscamos rutas personalizadas, hechas a medida, para aprovechar mejor el tiempo y adecuar la experiencia a nuestros gustos, lo que no es suficiente en mi opinión.

Ese año le tocaba a mi amiga elegir destino, y nos presentamos en Vietnam como hacen la inmensa mayoría de los turistas, con una cámara en la mano y escasas ideas en una cabeza que está llena de lugares comunes sobre la historia del país y sobre sus gentes. Los guías que tuvimos durante el viaje eran muy buenos, pero por mucho que se quiera profundizar, es poco lo que se puede aprender en dos semanas, porque si bien el bombardeo de información es continuo, incesante, ellos tampoco hablan con libertad después de tantos años de dictadura.

En 2021, en esa pausa obligada por la Covid, he podido empaparme de la historia de esta esquina de Asia. Leo muy despacio porque tomo notas, consulto Internet a menudo y busco varias fuentes de información mientras los temas se dispersan como las ramas de un inmenso árbol, pero ello me permite ir encajando las piezas que en su momento quedaron dispersas.

El libro de Hastings no deja títere con cabeza, y eso me gusta. Lo compré fiándome de algunas reseñas, sin saber cuál era la orientación política del autor y lo cierto es que reparte estopa que da gusto. Siempre he sido reacio a creer las historias oficiales, esas que vienen cargadas de respuestas fáciles y asignan los papeles de buenos y malos absolutos. Más si cabe, cuando hablamos de una guerra de orígenes tan complejos como esta de Vietnam.



Como es lógico, la inmensa mayoría de la información proviene del Vietnam del Sur y de los EEUU, ya que el Vietnam comunista siempre fue mucho más hermético. Como digo, hay críticas para todos los bandos, pero son se reparten de forma equidistante.

Caminando por las montañas de Sapa, en temporada seca, pero imaginando lo que sería cargar con una mochila y armas bajo el diluvio, entendí por qué EEUU fue incapaz de llevar al Sur a la victoria a pesar de todo su poderío militar. Leyendo el libro quedan patentes otras dos cosas: los americanos nunca entendieron a una población local que no deseaba una democracia que nunca conoció. Por otro lado, en América, tampoco comprendían por qué tenían que luchar tan lejos de su patria, defendiendo unas ideas que no podían tocar con las manos.

Si eres de los que se conforman con las explicaciones ramplonas y manipuladas de siempre, no hace falta que leas el libro. Rectifico, te haría falta, pero no te iba a gustar. Si, por el contrario, prefieres acercarte a la verdad (siempre relativa) como quien se arrima a un fuego para calentarse, entonces te recomiendo esta obra de 800 páginas que al principio parecen muchas y terminan resultando pocas. Descubrirás que los buenos no participaron en la guerra, pues habían sido enterrados mucho antes.

Esta entrada estaba pensada para ser publicada justo cuando decidí poner el blog en pausa, de ahí que las fechas no coincidan.

domingo, 5 de febrero de 2023

El Oeschinensee

Tenemos que viajar en el tiempo hasta agosto de 2020, cuando por motivos más que conocidos apenas había salido de Suiza en meses, por lo que decidí conocer algo más de mi país de adopción. Lo bueno de este rincón del mundo es que las posibilidades de entretenimiento son infinitas.



Es una señora excursión, porque he de tomar dos trenes, un autobús y un teleférico que me llevarán unas cuatro horas por sentido, pero creo que coincidiréis conmigo en que merece la pena.

Como es pleno verano y estamos a 1.682 metros, las montañas están sin nieve, pero el día es perfecto para ir de excursión. Había varias formas de llegar hasta el lago, pero yo decidí caminar los 1,6km que descienden suavemente por una pista de grava entre pinos.






“El lago de Oeschinen es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y está considerado por muchos como el lago de montaña más bello de los Alpes. Se encuentra por encima de Kandersteg y es alimentado por las corrientes glaciares de los picos de tres mil metros Blüemlisalp, Oeschinenhorn, Fründenhorn y Doldenhorn.”






Como era de esperar, hay mucha gente, y el restaurante a pie de lago no ayuda, pero si continuamos camino pronto iremos dejando atrás las multitudes. Lo intento primero por la orilla de mi derecha, con el objetivo de dejar el sol a mi espalda, pero el sendero está cortado por derrumbamientos y tengo que desandar mis pasos. A partir de entonces, el sol estropeará mis fotos con su presencia.



El lugar se presta a hacer panorámicas en las que el lago rivaliza con las montañas circundantes.






La primera parte de esta senda nos deja entrever el agua a través de los pinos; más adelante asciende y queda libre de vegetación, pero yo decidí que ya había caminado bastante y que era hora de comer y regresar.






El color del agua es espectacular, más turquesa de lo habitual por ser verano, y aunque está demasiado fría para nadar podemos subir a una barca de remos. Otra opción, que no utilicé, es bajar por un tobogán de 750 metros de largo.






Yo soy más de hacer fotos.





El camino de vuelta, desde el restaurante hasta el telesilla lo podemos hacer caminando por una pendiente suave pero constante o tomando un autobús eléctrico que cuesta 8 chf.





Es un sitio para repetir, espero que con menos gente.