Sigo enlazando un
viaje con otro, así que voy a rescatar una ruta del año pasado.
Junio, un día
soleado de esos en los que es pecado quedarse en casa, especialmente si una
amiga organiza excursión al campo, más concretamente a La Hiruela, un pueblo de
Madrid.
Hace tiempo que los
robles, muy jóvenes aún, tienen hojas, y da gusto caminar entre ellos.
Estamos haciendo la
ruta llamada De molino a molino, cuya dificultad es baja. De hecho, más que una
ruta es un paseo. Dejamos atrás el arroyo de la Umbría y las ruinas del Molino
de Juan Bravo, que están en una pradera.
Cruzamos el río
Jarama y llegamos a una ladera cubierta por varas de San José.
No hace calor suficiente como bañarse en el río.
Además, hay que vigilar a las vacas.
Enseguida llegamos al molino harinero que hay junto al
área recreativa.
Decidimos hacernos
otra ruta, la de la fuente, que también es corta, y descansar contando nubes.
Un sitio más al que tenemos que volver.
8 comentarios:
¡Qué paseo tan fantástico! Y la rosa silvestre es un encanto.
Un abrazo
Precioso y esos sendero ufff!!
esto está mal muy mal jajjajaa
besitos
Decimos que son extraordinarias tus fotos de lugares remotos, pero estas a un paso no tienen nada que envidiar.
Gran paseo!!! ahora me pregunto:
¿Cuando toca paseo en Bcn? tengo el lugar perfecto para nosotros (espero motivar tu curiosidad jajaja)
Yo voy tomando nota de todas estas rutas.
Quizás algún día lo visite.
Gracias.
Neli.
Elvira, sí que lo fue, en una tiempo en el que los árboles tenían hojas pero no hacía demasiado calor.
Nélida, me declaro culpable, señoría.
Senior Citizen, es que España tiene mucho que ofrecer. Es un país fantástico.
Blau, Bcn caerá en cualquier momento. Siempre encuentras lugares estupendos.
Nélida G.A. quién sabe dónde iremos cada uno. Me alegro de que te haya gustado el paseo.
Muchas gracias a todas por vuestros comentarios.
:-) Supongo que las vacas estarían pensando "hay que vigilar a estos caminantes".
Un paseo muy agradable. Si es que en nuestro país hay lugares bellísimos.
Leodegundia, lo has clavado, nos miraban como si hubiésemos invadido su mundo. Gracias por apuntarte a la excursión.
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