Después de
haberos mostrado en anteriores entradas (I
y II)
el lago Tahoe, Yosemite, alguna sequoia
y unos cuantos osos, os traigo ahora parte de la costa californiana, comenzando
por la Misión de San Luis Obispo.
Un amigo
me envió hace unos meses un artículo, que por cierto no encuentro, de cuando
España y Rusia compartían frontera. Fue aquí, en California, cuando España
decidió fundar hasta 21 misiones, cuando tuvimos a los rusos como vecinos.
Lástima que una historia tan apasionante como la de nuestro país haya caído en
el más profundo olvido.
Nos
topamos con el mar en Morro Bay, una pequeña localidad en la que pudimos
degustar productos del mar después de tanta carne y comida rápida. Los lobos
marinos estaban lejos, y la niebla se acercaba peligrosamente.
Por
suerte, apenas dejamos Morro Bay, el sol nos acompañó el resto de la tarde.
Pasado Cambria, donde dormiríamos, y San Simeón, nos acercamos hasta el mirador
de los elefantes marinos de Piedras Blancas. Allí estaban, descansando
perezosamente, mientras las ardillas se aprovechaban de los turistas
desaprensivos que las alimentan a pesar de los muchos carteles que piden que se
abstengan de hacerlo.
Deshaciendo
parte del camino, encontramos gente haciendo katesurf,
así como esta
bonita playa, San Simeón. Gaviotas y pelícanos nos sobrevolaban continuamente
mientras la luz de la tarde resaltaba la costa. Aún tuvimos tiempo de
detenernos en alguno de los miradores que hay junto a la autopista.
Todas
estas entradas son apenas un resumen de nuestro viaje; ya habrá tiempo de
profundizar en los lugares más interesantes, como suelo hacer en mi otro blog.
14 comentarios:
Muy curiosa esa iglesia llena de florecitas, que no encajan en el tiempo con el artesonado, lo mismo que tampoco parece natural que haya ardillas conviviendo con lobos marinos.
Vaya Fauna! y menudas fotos. Algún día NO iré.
Saludos!
Las fotos de la fauna marina son muy buenas, como te dije mi esposo ha estado por los mismos lugares que tu este verano.
Un abrazo.
Sin duda un viaje que dio para mucho y que estoy segura quedarán muchas entradas por escribir si te animas a compartirlo.
Contraste de la tierra y bosques de tu anterior entrada, y ahora el mar.....
Preciosas las fotos. Muy bonita la de las gaviotas (creo que son todas gaviotas) alineadas, me gusta ese cielo claro.
Y me encantan las fotos de los elefantes marinos pero es que siempre me han llamado la atención estos animales, me gustan. Igual me sucede con las focas, tienen un algo especial, a lo mejor es verlos habitualmente tan "holgazanes" que me producen ternura y gracia :-)
Un fuerte abrazo.
Una maravilla tus fotos, como siempre. Un lugar muy interesante, sin duda, el de tu viaje, del que espero seguir viendo imágenes . Abrazos
Ya me hubiera gustado acercarme a esos lugares para ver los elefantes marinos y los pelícanos pero no hay tiempo para todo...
Saludos
Wowww realmente maravilloso!! La profundización te la estoy pidiendo a gritos yaaaaaa!!!
Un saludo
Parece deshabitado el lugar. Me gusta.
Viendo tus fotos acabo de decidirlo. Si vuelvo en otra vida, quiero ser elefante marino, para pasarme el día chapoteando en el mar, descansando en la arena, con alguna que otra preocupación, como alimentarme y evitar que me coma un tiburón jejeje
Senior Citizen, los estadounidenses son así, más prácticos que otra cosa, y no tienen demasiada conciencia de lo que es el paso de la Historia. en cuanto a las ardillas, más tienen que cuidarse de las gaviotas que de los leones.
José Núñez de Cela, ¿por algún motivo en concreto? A mí me parece un lugar fascinante.
Mari-Pi-R, quién sabe si no habremos coincido sin saberlo. Ya me pasó con otro bloggero en Cataratas Victoria. espero que lo haya pasado al menos tan bien como yo.
Nélida G.A., le hemos sacado todo el partido que hemos podido y estoy seguro de que dará lugar a muchas entradas. Creo que te refieres a los pelícanos, que nos sobrevolaban en escuadrillas. Los elefantes tenían un encanto especial por ser la primera vez que los veíamos.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Ligia, descuida, que habrá más entradas con más fotos.
Aitor, Aitor, Aitor, creo que vosotros estuvisteis más por el interior, mientras que nosotros limitamos el número de parques. Efectivamente, el tiempo es limitado.
Carmen O, ya estoy preparando más entradas, así que no tendrás que esperar mucho.
Nélida, es una zona muy poco poblada, entre el desierto y los parques no queda mucho para los asentamientos humanos. Además, San Francisco está cerca. Creo que tu vida como elefante marino iba a ser bastante más ajetreada...
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Hola Tawaki, ¡Se te coló una ardilla!
En la película El mundo en sus manos, sale de fondo la cuestión de Rusia y sus territorios americanos. Si te gusta el cine de aventuras y Gregory Peck como actor te la recomiendo.
Saludos,
Esa fotografía con la niebla detrás de los barcos y asomando la peña, me cautiva. Y los pelícanos volando... no los he visto nunca.
Bonitos reportajes nos traes.
Saludos
Has tenido más suerte que yo, cuatro iglesias que he visitado y las cuatro cerradas, otra cosa que no he conseguido ver viajando por el Pirineo ha sido el mar y eso que dicen que hace 80 millones de años (justo cuando yo había nacido) no había ni un solo monte y debido a la colisión entre las placas Ibérica y Eurasiática surgieron los Pirineos.
La fotos como siempre preciosas.
Lola, las ardillas estaban por todas partes y lo difícil era caminar sin pisarlas. Volveré a ver esa estupenda película, de la que sólo recuerdo la carrera entre los dos barcos.
Atazina, la niebla nos quitó algunos paisajes, especialmente al día siguiente, pero nos dio a cambio otros. Pelícanos vimos muchos, casi siempre volando en grupo, aunque algo lejos.
Un jubilado, es que lo de las iglesias en Europa deja mucho que desear. No entiendo cómo con tanto parado como hay, con tanta gente necesitada de dinero por poco que sea, no ponen a alguien que las abra. No sabía que fueras tan joven...
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
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