martes, 24 de julio de 2018

Zugerberg

Ese domingo de mayo, tuve que cambiar de planes, ya que daban algo de lluvia por la zona de Constanza, que era mi destino previsto. En cambio, en Zug se estimaban treinta grados, que, sumados a la humedad del lago, harían que el bochorno se apoderase de la ciudad.

En estos casos, lo mejor es subir a la montaña, aunque el Zugerberg, con sus 925 metros no tenga la suficiente altitud como para que el frescor se note demasiado. Un funicular nos lleva en apenas 8 minutos de trayecto, salvando la empinada pendiente sin esfuerzo.


Una vez arriba, las vistas del lago de Zug son espectaculares, y en los días claros se pueden divisar los Alpes. No sé cuántas veces habré hecho estas mismas fotos, pero el paisaje sigue sorprendiéndome como si fuese la primera vez.



Nos espera la nada despreciable cantidad de 80 kilómetros de senderos por los que perderse, siempre que uno quiera. Yo suelo caminar despacio, cargado con el tele, en busca de unas rapaces que nunca aparecen cuando las necesito, así que uso el móvil como gran angular.


En esta época del año abundan las flores, y los árboles ya tienen hojas.








Paso junto a este restaurante, pero no me detengo; lo dejo para luego, porque ahora lo que quiero es caminar.




La variedad de especies permite que se atraviesen pastos y bosques de pinos, por lo que tenemos una gran cantidad de tonos de verde diferentes.




Me adelantan algunos ciclistas, también familias con sus carros infantiles; el camino es ancho y cómodo, sin grandes desniveles salvo que nos encaminemos hacia alguno de los lagos. Entonces, el descenso es muy pronunciado, pero yo pienso volver por donde he venido.




Se agradece la sombra de los pinos, y el paisaje cambia con cada curva, pero las grandes aves siguen esquivándome.




Doy la vuelta y me encamino hacia el restaurante, donde sé que me tomaré una cerveza a vuestra salud.




Es una suerte tener el monte tan cerca de casa. Te permite llenar un domingo al tiempo que escapas del calor y haces un poco de ejercicio.

14 comentarios:

Unknown dijo...

Hermosa primavera disfrutaste
Salud!

nella dijo...

No me canso de decirte lo bonita que es Zug.
Las aves seguirán esquivándote mientras te empeñes en fotografiarlas.
Yo que vos, hago como que no me importan nada y no quiero hacerles fotos, ya verás como vienen a tu encuentro :)
Hermoso paseo florido y tibio. Por aquí nos estamos helandooooo
Besos

RosaMaría dijo...

Bonito, espectacular en lo sencillo y tan natural. Muy romántico paseo, el color en las flores, el olor de la Naturaleza (que no me llega)y el verde variado están en todo su esplendor. Una entrada preciosa. Gracias. Abrazos

Mari-Pi-R dijo...

Una buena escapada de domingo, disfrutar de la bonita naturaleza y poder andar largos recorridos, te admiro, un abrazo.

unjubilado dijo...

Bonito paseo, pero en esta ocasión como me he cansado un poco, será por el calor, me voy a beber esa fresca cerveza antes de que se caliente, que a pleno sol va a coger una insolación.

Ligia dijo...

Aves no encontrarías, pero flores bonitas sí, que casi me gustan más. Un paisaje precioso con una recompensa refrescante. Abrazos

Tawaki dijo...

Misma Mente, hermosa y efímera, porque he vuelto a subir y ya no hay flores.

Nélida, el caso es que están ahí cuando no llevo la cámara. Las muy ... No me extraña que haga frío por allá, nos hemos quedado con todo el sol ;))

Rosa María, como ves, tenemos un poco de todo. Hay que aprovechar que, de momento, la lluvia nos esquiva.

Mari-Pi-R, es una buena forma de pasear y de disfrutar del bosque cercano. Cuando el calor aprieta hay que buscar alternativas, y aquí nunca se sabe cuándo puedo volver a llover. Que me quiten lo bailado.

Un jubilado, pero, la cerveza hay que ganársela. Bueeeeno, pero solo por esta vez.

Ligia, las flores duraron poco, porque el calor acabó con ellas, pero ese día estaban espectaculares. Es lo bueno de aquí, que al tener unas estaciones tan marcadas, siempre hay algo diferente que ver.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Anónimo dijo...

Como siempre, unas fotos espectaculares. Y qué recuerdos despiertan. A ver si tienes suerte la próxima vez y nos regalas una foto de un buen pajarraco.

Hale, a seguir disfrutando.


Un abrazo de oso amigable,


Hermano C

Una mirada... dijo...

Habrá que perseverar hasta que las aves se dignen a remontar el vuelo y tu objetivo pueda avistarlas y recoger sus magníficas evoluciones. Mientras tanto, habrá que contentarse con ese paisaje de preciosos colores y tonalidades que con tanto acierto has captado y compartido.

Contadora de Libros. dijo...

Un paseo muy agradable el que nos has regalado con esta entrada.
Rincones llenos de belleza y tranquilidad, aunque no de aves......¡no se puede tener todo! jeje
Me gustó mucho.
Las fotos 17 y 18, ¿puede ser que las hayas sacado exactamente igual, desde el mismo ángulo y encuadre, pero en invierno y cubiertas de nieve? Juraría que sí, como si las estuviera viendo ahora mismo. Es eso, o un déjá vu que he tenido.
Me alegro de que llenases ese Domingo así de bien.

Almatina dijo...

El verde refresca la vista
Las flores el corazón
y la cerveza...
la buena alimentación jeje

Saludos!

Senior Citizen dijo...

Todo muy bonito como siempre que te paseas por ahí, pero esa cerveza a palo seco, sin tapa...

lola dijo...

Lindas imágenes de un paseo que supongo fue muy gratificante.
Saludos,

Tawaki dijo...

Hermano C, es fácil hacer fotos bonitas cuando el paisaje te lo permite. Seguiré intentándolo con los pajarracos.

Una mirada, está claro que las rapaces no quieren saber nada de mí, pero ya ves que me conformo fácilmente. Unas flores y una cerveza me bastan.

Nélida G.A., buen intento; la verdad es que los árboles se parecen, pero no subo tan alto cuando nieva, sino que me quedo en la falda de la montaña, por otro sendero más accesible. La cima es preciosa, especialmente en primavera, que es cuando hay más flores, pero duran muy poco.

Almatina, y que lo digas, porque aquí cuando hace calor, la humedad del lago lo vuelve insoportable. Más vale entonces escapar a lo alto de alguna montaña. Ya ves que me cuido.

Senior Citizen, bueno, no lo he puesto en la foto, pero lo acompañé con un buen cachopo, aunque aquí prefieren la denominación francesa. Sí que es verdad que una tapita no vendría mal.

Lola, siempre lo es, porque es un paseo que hago a menudo. Cada estación tiene sus cosas buenas.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.