Se nos va otro año, algo que da la impresión de suceder cada vez más rápido. El 2022 nos trajo una guerra a las puertas de casa, una herida que vivo de cerca al conocer a varios rusos y ucranianos y que parece continuará abierta en 2023. Más de 60.000 ciudadanos ucranianos han hallado refugio en Suiza, aunque muchos están regresando porque su situación de desarraigo pesa más que la seguridad del país helvético. Ojalá que se ponga pronto fin a toda esta barbarie.
Muy en segundo plano queda el fin de las medidas contra la Covid en la mayor parte los países avanzados. Sigue habiendo casos, pero parece que ya hemos vuelto a la normalidad, algo que necesitábamos mucho.
No sé qué nos traerá el 2023, pero no adelantemos acontecimientos, pues primero tenemos que pasar la Navidad. Me consta que no es una buena época para algunos, pero eso no es óbice para que yo os desee mucha felicidad en estas Fiestas. Que lo paséis muy bien y que pongamos un broche de oro al 2022. Como sempre, solo me queda agradeceros vuestras visitas y comentarios.