martes, 30 de septiembre de 2025

Museo Nacional del Automóvil en Mulhouse

Parece que fue ayer cuando fuimos, pero han pasado siete años de nuestra visita a este fantástico museo que alberga más de medio millar de vehículos. Es la meca de cualquier amante del motor y a mí me gustaría volver más pronto que tarde.






Esta enorme colección se la debemos a los hermanos Schlumpf y a su pasión por los coches clásicos, incluyendo muchos Bugattis. Hans (1904) y Fritz (1906) nacieron en Omegna, en Italia, de un padre suizo y una madre de la propia Mulhouse.






Fritz adquirió su primer Bugatti en 1939, cuando dirigía una fábrica de algodón en Malmerspach. Después de la guerra, tomaría el control de otras empresas al tiempo que iba incrementando su colección.






En 1960, la fábrica de Mulhouse cesa de producir y es progresivamente transformada en un museo, pero una década más tarde, llega la bancarrota como consecuencia de la Crisis del Petróleo y los hermanos se ven obligados a vender sus fábricas por la cifra simbólica de un franco. Ambos se refugian en Basilea, huyendo de los acreedores mientras los trabajadores ocupan el museo, abriéndolo al público en 1982. La colección consta de 437 coches y una asociación integrada por la ciudad de Mulhouse, el departamento de Haut-Rhin y la Cámara de Comercio e Industria de Mulhouse entre otras entidades, se hace cargo.








El automóvil nos ha venido acompañando desde finales del siglo XIX. Algunos lo ven, no sin razón, como un objeto caro, ruidoso, contaminante, y hasta peligroso. Para otros, entre los que me incluyo, simboliza la autonomía, el progreso tecnológico, y, por qué no decirlo, la belleza.






La entrada del museo fue diseñada en 2006 por el Studio Milou, combinando cristal y acero con coches suspendidos. Las 600 farolas del interior semejan las del puente de Alejandro III en París, tal y como encargó Fritz Schlumpf.








El espacio se divide en diferentes áreas que muestran la historia del automóvil desde 1878 hasta la actualidad, incluyendo la colección Jammet, de coches infantiles y un autódromo.








Como podéis ver no es solo que la colección sea apabullante, sino que está expuesta con mucho criterio, permitiendo que admiremos los coches desde varios ángulos.

miércoles, 17 de septiembre de 2025

Setenta grandes maestros de la Colección Peréz Simón

El pasado octubre asistí a esta exposición en la sala de Centro Centro, en Madrid, en el Palacio de Cibeles. Se recogían aquí obras de setenta maestros, una pequeña muestra si consideramos que la colección comprende unas 4.000 piezas de pintura, escultura, dibujo, artes decorativas y manuscritos, desde el siglo XIV en adelante. A esto hay que añadir una biblioteca con más de 50.000 volúmenes.







Juan Antonio Pérez Simón nació en Llanes (Asturias), pero con solo cinco años emigró a México junto con sus padres. Su interés por el arte comenzó a desarrollarse siendo todavía un adolescente, en un viaje a Europa durante 1964.







La muestra está dividida en tres secciones temáticas.







Una primera con maestros antiguos y primeros modernos, en la que encontramos obras de Lucas Cranach el Viejo, Rubens, Murillo, Canaletto, Tiépolo, Goya, Brueghel el Joven, entre otros.






Una segunda parte está dedicada a pintores del siglo XIX como Turner, Van Gogh, Cézanne, Pissarro, Sorolla, Zuloaga, Lawrence Alma-Tadema, etc.






Y una tercera que comprende desde las vanguardias hasta la actualidad, con Munch, Tamara de Lampicka, Léger, Rothko, Magritte, Yoshitomo Nara o Frida Kahlo.





Según sus propias palabras, el arte es la forma más elevada de comunicación entre los seres humanos. También: Entre las cosas que compartimos, la más universal, porque se alimenta de la íntima naturaleza humana es el amor a la belleza. Otras palabras suyas: El arte trasciende el tiempo y el espacio, siempre es nuestro contemporáneo.






Pero la buena noticia es que está previsto que la Serrería Belga, un edificio industrial de 1925 que mantuvo su actividad hasta la década de 1970 y que fue adquirido por el Ayuntamiento de Madrid para fines culturales, acoja en forma de cesión, doscientas obras de esta impresionante colección.






El edificio, que fue rehabilitado en 2013 y cuenta con 4.000 m2, tendrá que someterse a una nueva remodelación que garantice el aislamiento, las condiciones de temperatura y humedad ideales para conservar estas pinturas.





Como podéis ver, abarca un espectro muy amplio, no solo desde el punto de vista temporal, sino también desde el geográfico. Creo, además, que las obras han sido seleccionadas con un criterio muy acertado.






Ya estoy deseando poder visitar este nuevo museo en Madrid.