Comentarios

Empecé a pensar en escribir un blog como respuesta a una necesidad física de compartir con los demás el mundo en el que vivo. Hace meses que comencé a visitar algunas bitácoras, primero de periodistas, escritores y otra gente conocida, luego de carácter más y más personal. Todas diferentes, cada una con su identidad propia, exclusiva.

Mi timidez innata, que aún insiste en acompañarme a todas partes a pesar de mi manifiesta mayoría de edad, ha dado como resultado una personalidad muy sociable que me impulsa a conocer personas, culturas, cosas y lugares.

Es cierto, tiendo a relacionarme con mucha gente; gente de todos los colores, de casi todas las ideas, en un intento de aprehender un grado de conocimiento y de compromiso que me llene y que me mejore como persona. Dar y recibir, una de las grandes máximas de la vida.

Pronto descubrí que ya se había publicado mucho sobre dos de mis grandes pasiones: la fotografía y los viajes. La red está plagada de aplicaciones en las que colgar fotos y de información para viajeros de toda clase y condición. No importa, pensé, quedan muchas más cosas.

Mi buena amiga Leo puso la primera piedra de este modesto edificio al darme el empujón definitivo, ayudándome a vencer mis reticencias con la informática. Aquellos que me sufren desde entonces pueden, por tanto, dirigir sus quejas directamente al blog de Leo: http://untrensobrelatierra.blogspot.com/

Pero son vuestros comentarios, algo que aprecio desde lo más intimo y sincero, los que han comenzado a colorear esta gris fachada mía. Comentarios tras los que se esconden esas gentes, esas ideas y esos lugares que busco. Comentarios cariñosos y amables que se derraman como flores rojas por ventanas abiertas de par en par. Ventanas que dejan entrar el aire limpio y renovador que traen los demás, pero que también permiten ver el interior del edificio a los que deseen asomarse.

Tengan cuidado al entrar, no en vano soy un escorpión, y aunque a veces no ejerza como tal, reboso energía vital. Nunca me conformo con poco. Sólo espero poder corresponder desde aquí, aportando algo bueno a esta comunidad inteligente, amable, curiosa, tolerante y sensible que acabo de encontrar.

Orta San Giulio. Junio 2007.