Tawaki cumple hoy 39 años. Hace unos meses, alguien – no se nombra a la pecadora – me preguntó si realmente tenía 38, porque le parecía a ella que la edad de mi perfil no cambiaba nunca. Bueno, cambia una vez al año, que ya es bastante.
Se acerca el final de la década prodigiosa y se acerca la crisis de los cuarenta; crisis que llevo sufriendo desde hace un par de años y que cuando llegue me parecerá agua de borrajas, porque ya la habré asimilado.
No soy de los que hacen balance en fechas determinadas, antes bien, pienso que cualquier momento es bueno para echar la vista atrás, aprender y plantearse nuevos retos. Reconozco sin embargo, que en cierto modo es inevitable y que la ocasión se presta a ello.
En este último año he conocido a mucha gente interesante, he gozado de buena salud, he podido viajar y ver lugares nuevos; regresé a África y, si Dios quiere, dentro de poco conoceré América del Sur. Por fin hice el curso de submarinismo, aumenté mi colección de fotos un poco más, y trabajé lo justo y necesario. Last but not least, he disfrutado con vuestras visitas, los amigos y con mi familia. En resumen, estoy contento, pero con ganas de quemar el mundo, bueno, lo que queda de él.
Os dejo una foto como regalo; una foto de Nueva Zelanda, un lugar en el que me lo pasé muy bien hace un par de años y al que os llevaré algún día, aunque sólo sea de manera virtual.
Se acerca el final de la década prodigiosa y se acerca la crisis de los cuarenta; crisis que llevo sufriendo desde hace un par de años y que cuando llegue me parecerá agua de borrajas, porque ya la habré asimilado.
No soy de los que hacen balance en fechas determinadas, antes bien, pienso que cualquier momento es bueno para echar la vista atrás, aprender y plantearse nuevos retos. Reconozco sin embargo, que en cierto modo es inevitable y que la ocasión se presta a ello.
En este último año he conocido a mucha gente interesante, he gozado de buena salud, he podido viajar y ver lugares nuevos; regresé a África y, si Dios quiere, dentro de poco conoceré América del Sur. Por fin hice el curso de submarinismo, aumenté mi colección de fotos un poco más, y trabajé lo justo y necesario. Last but not least, he disfrutado con vuestras visitas, los amigos y con mi familia. En resumen, estoy contento, pero con ganas de quemar el mundo, bueno, lo que queda de él.
Os dejo una foto como regalo; una foto de Nueva Zelanda, un lugar en el que me lo pasé muy bien hace un par de años y al que os llevaré algún día, aunque sólo sea de manera virtual.
Carpe diem.