La previsión del tiempo nos anunciaba
un sábado soleado, y nosotros que necesitamos poco para ponernos en marcha,
enseguida elegimos Lindau como destino. Luego, habría más nubes de las
previstas…
El Lago Constanza sirve como frontera
entre Suiza y Alemania, con Austria asomándose brevemente a sus aguas, y Lindau
es la ciudad alemana más al este del lago. Construida sobre una isla, queda
unida a tierra firme por un puente y un dique.
La
estación de tren está situada muy cerca del puerto, conocido por la figura de
un león que vigila la bocana junto al faro. En realidad, la ciudad es tan
pequeña que todo queda al lado.
Pasamos
junto a la Torre Mang, que sigue luciendo la coleta desde una de sus ventanas.
Es una imagen que tenía grabada de una anterior visita, sin recordar
exactamente el lugar hasta que volví a ver la torre. Aquí vine con unos amigos
hace casi veinte años.
Aunque se han descubierto algunos
restos romanos, todo nació con un convento de mojas a principios del siglo IX.
El asentamiento fue creciendo hasta convertirse en ciudad imperial en el XII,
pero fueron las rutas comerciales las que le dieron su máximo esplendor hasta
que la mayor relevancia de los puertos marítimos implicara su decadencia.
Hoy en
día es visitada por miles de turistas que admiran su muy bien conservado casco
histórico, de origen medieval. El antiguo ayuntamiento data de la época gótica,
aunque fue remodelado algunos siglos más tarde.
La fuente
Lindavia Brunnen está dedicada al rey Ludwig II y fue inaugurada en 1884. Las esculturas
simbolizan la pesca, la horticultura, y la agricultura.
Hay
fachadas pintadas por todas partes, cervecerías y restaurantes que nos llaman,
calles y plazas con encanto.
Una de
ellas, la plaza del mercado estaba tomada por puestos con comida y flores.
Desde allí vemos dos iglesias, la de St.
Stephan a la izquierda y la Münster
Unserer Lieben Frau a la derecha.
La fachada del Museo de la Ciudad
también es bonita.
Después
de comer, parece que sale el sol, así que seguimos recorriendo la ciudad,
repitiendo algunos sitios hasta volver al puerto, donde los restos romanos no
nos dicen gran cosa.
Nos
acercamos a uno de los muchos hoteles para tomarnos una cerveza mientras, con
el sol enfrente, controlamos la entrada y salida de barcos del puerto.
La
vuelta, con muchos cambios de tren, se nos hace pesada, pero decidimos que
tenemos con volver en verano, cuando los jardines estén llenos de flores.
13 comentarios:
Si ahora es una maravilla, me imagino que en verano, con flores, debe ser espectacular. Los edificios son preciosos y no sabría donde mirar porque todo me gusta, interior y exterior. Tus fotos, como siempre, muy originales. Abrazos
Se ve que esta afición a viajar te viene de antiguo.
Que bonito! Me han encantado los edificios con las fachadas pintadas, sobre todo el del Ayuntamiento. Lástima que al principio el día no acompañase demasiado, aún así se ve precioso. Un saludo
Carmen
Casitas de muñecas ¿Vale otra definición?
Un nuevo lugar que descubro, que no conocía ni había oído hablar antes de él.
Me pareció muy pintoresco, pero muchos lugares de Suiza me lo parecen.
Me recuerda, las fachadas de las casa y la pintura, al pueblo de Stein Am Rheim.
Las fotos muy bonitas. Fíjate que hasta yo, que no suelo tomo asiduamente cerveza, me apeteció una al ver la de foto!!! jaja.
Un beso.
Gracias.
Indubitavelmente um lugar precioso!!! Que bela reportagem, Javier! Parabéns pelo passeio e por tão dedicado relato das construções e lazeres do local. Lugarejos são sempre muito charmosos e deliciosos de se conhecer... (que boa pinta tem esse copo de cerveja!...)
Feliz fim de semana.
Um beijo
Bonito recorrido y preciosas fotos. ¿Me puedo pedir una cerveza La Zaragozana que es de mi tierra?
Bellos los frescos del techo.
Saludos Tawaki.
Es muy pintoresca y llamativa.
¿Qué más querían escuchar decir a los romanos? :)
beso
Ligia, tengo muchas ganas de ir en verano, porque como sucede en esta parte de Europa, los pueblos y ciudades cambian mucho cuando suben las temperaturas, aunque en verano suele llover más...
Senior Citizen, es un virus que me inocularon mis padres hace mucho tiempo. No tiene cura, de hecho va a más.
Carmen, estoy conociendo la Alemania que hay más allá de las grandes ciudades. Creo que hay mucho que ver.
Alí Reyes, me parece muy acertada, aunque estas muñecas beben cerveza y comen codillo.
Nélida G.A., mi idilio con la cerveza viene de antiguo, y Alemania es un buen sitio para probarlas. Stein am Rhein lo conozco, de hecho ya estuve tres veces, y es muy bonito. Toda esta parte de Europa está llena de lugares interesantes.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Teca, me encanta la cerveza y la comida alemana, así que aprovecho ahora que la tengo más cerca. Es una suerte poder ver todos estos sitios tan maravillosos, con calma y sosiego.
Un jubilado, la conozco por haberla bebido, pero en Madrid, en una de mis cervecerías preferidas, pero debéis consumirla toda vosotros porque hace mucho que no la encuentro.
Lola, ¡cuánto tiempo! ¿ya asentada en la nueva isla? espero que vaya todo muy bien.
Nélida, los romanos estuvieron por todas partes, dejando su impronta, hasta que murieron de éxito. En este lugar no es que hayan quedado muchos restos, imagino que por haberse desarrollado más tarde, con el comercio.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Otro de esos lugares que deja con buen sabor de boca, al menos al leerte. Si en verano aun gana más, imagino que estara impresionante, también de turistas claro. Cuanto más conocemos de Europa más conscientes somos de que no conoemos nada... ay.
¡Saludos!
El Guisante Verde Project, desde luego da para echar un rato, dar un buen paseo y probar algo de la gastronomía alemana. El lugar es pequeño, pero muy agradable, y con sol y flores en los balcones ha de ser una maravilla, aunque a mí me gustó verlo con algo de niebla y sin turistas.
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