Seguimos
donde lo habíamos dejado hace unos días. La naturaleza apabulla, sobre todo por
los paisajes, ya que la fauna es esquiva y mantiene una distancia enorme con
los humanos, con la excepción de gaviotas y charranes. Estos últimos son bien
agresivos en cuanto te descubren cerca de unos nidos que ni siquiera has visto,
atacándote desde arriba sin importarles tu tamaño.
La
llaman la isla del hielo y el fuego, pero encontramos más viento y más agua en
estado líquido que otra cosa. Hay flores y lava por todas partes, pero también géiseres, calderas y fumarolas, volcanes dormidos, de bonitos colores, ríos que
lo mismo discurren apaciblemente como se precipitan formando altísimas y
ruidosas cascadas dignas de aparecer en una película.
Salimos
a ver ballenas un par de veces, cosechando una de cal y otra de arena,
embutidos en trajes especiales que te protegen del viento y el frío. Saber que
tienes cerca un animal tan grande, aunque solo puedas ver un trocito de él
durante apenas un instante, ya emociona. Como en muchos otros sitios, el
avistamiento con fines turísticos aporta más divisas que su caza y gracias a
ello puede que estos gigantes se salven.
Pasear
junto a los acantilados te garantiza encontrar muchas especies de aves, a veces
hasta focas que duermen perezosamente, pero por lo general, unos y otras están
demasiado lejos para mi 300 mm. Sacar fotos es frustrante por la distancia y
por la rapidez con la que sobrevuelan el mar y las rocas. Es mejor llevar unos
prismáticos y disfrutar del momento.
Los
frailecillos (Fratercula arctica) nos estuvieron dando esquinazo durante muchos
días, pero cuando por fin los encontramos pudimos acercarnos más de lo que
esperaba. Era uno de los objetivos del viaje, y lo cumplimos con creces.
Las
carreteras son estrechas, con buen firme en la nacional uno, baches o grava en
muchas otras partes, pero siempre sin tráfico. No condujimos por las que cruzan
el centro de la isla, pues además de estar vedadas a los vehículos de alquiler,
son más complicadas, aptas solo para vehículos especiales y conductores
experimentados.
Hacia
el final, nos adentramos en dos túneles de lava que nos maravillaron. Antes,
habíamos caminado por un glaciar cubierto de cenizas de color negro y nos
habíamos embarcado en un bote anfibio para ver témpanos errantes movidos por el
viento a su capricho. Todos ellos son paisajes extraterrestres, de ciencia
ficción.
Esta
vez no hubo que comer insectos, como en Camboya, pero sí nos atrevimos con el
tiburón podrido. Para ello tuve que convencerme de que no estaba contribuyendo
a su exterminio, como os cuento en el blog de tiburones, pero sigo pensando que
deberíamos hacer lo posible por evitar estas capturas, por muy accidentales que
sean.
Ahora,
como siempre, he de pegarme con las fotos para ir preparando entradas. Como
colofón, decir que íbamos con unas expectativas muy altas que no fueron
defraudadas. Si algo siento es no haber tenido tiempo para recorrer más
senderos.
11 comentarios:
Que buen recorrido, me alegra que puedas hacer estos viajes en plena naturaleza y que nos hagas participar de ellos.
Un abrazo.
Naturaleza pura y espléndida, con las maravillosas extravagancias paisajísticas alumbradas por el paso de miles de años.
Qué genio, ¿no?, los charranes; seguramente es la mejor manera que tienen de proteger sus nidos y sus crías.
¡Que país! Parece de leyenda...
Qué maravilla.
Me he llenado los ojos de vida.
Es un país único, que ofrece una naturaleza brutal y unos paisajes tras otros, a cual más espectacular.
Cuántas cosas me transmiten tus fotos, y todo lo que sé de esa isla. Precisamente esta tarde vi un documental sobre Islandia, maravilloso y muy bien hecho.
Yo lo pasaría genial en un viaje por esos lares.
Una tierra hermosa, bravía y salvaje por lo que cuentas, en ocasiones con las cámaras nos perdemos escenas que si hubiéramos estado atentos las hubiéramos conseguido ver, no obstante es cierto que lo que se suele apreciar en una foto pudiéndola ver con tranquilidad, es mucho mayor y con más detalle que lo que se ve al natural.
Such a lovely place to travel and admire nature !
Beautiful photos !
Greetings
Hola Javier, sí que es una tierra de hielo y fuego. Hace años pasaban en la televisión unas imágenes, en lugar de poner anuncios, supongo que sería en Islandia ya que más o menos por esa época un volcán de ahí dio mucho que hablar, y la verdad es que resultaba impresionante ver cómo la lava se iba abriendo paso a través de la nieve.
Has hecho muy buenas fotos, como siempre, me gusta mucho la de la cascada.
Saludos.
Mari-Pi-R, Islandia es preciosa, con unos paisajes increíbles, muy diferentes a los de la Europa continental, y lo pasamos estupendamente.
Una mirada, no me quejo de los charranes, a fin de cuentas soy yo el que invade, a veces sin saberlo, su territorio. Islandia es variada y original, muy diferente a los países a los que estamos acostumbrados.
Senior Citizen, no en vano, ellos tienen sus sagas. En pocos lugares del mundo puede una familia remontarse hasta sus orígenes, y eso los hace especiales.
Contadora de Libros, tú vives en otra isla volcánica, pero para los que llegamos desde el continente, Islandia es todo un espectáculo. No son solo los volcanes o la lava, sino también los fiordos, cascadas, glaciares... Es muy bonita y merecería una visita más pausada.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Un jubilado, a mí me ocurre que lo que no fotografío se me olvida, así que prefiero traerme muchas fotos que me permitan viajar allí cada vez que quiera. Es mucho trabajo para seleccionarlas y clasificarlas, pero me merece la pena.
Ela, lo es. Es un lugar muy especial, una tierra muy diferente que hay que conocer a base de recorrerla andando. El problema es que el tiempo es limitado y uno no puede hacer todo lo que le gustaría.
Lola, recuerdo muy bien ese volcán, porque para ir desde Madrid a México tuve que sobrevolar las Canarias. Islandia es espectacular en cuanto a naturaleza se refiere. Lástima de no haber dispuesto de más tiempo para patearla como se merece, pero hemos visto muchos sitios bonitos. Que nos quiten lo bailado.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Qué bellas fotos, hermoso viaje y me alegra que al fin hayas podido fotografiar lo que querías. Maravillosas todas. En el sur me pasó lo mismo con las ballenas, muy entretenidas con educar a sus ballenatos o ballenitas apenas si pudimos tener mini fotos. gracias por este viaje. Besos
Rosa María, con los animales en general, y con las ballenas en particular, hay que tener suerte y evitar la publicidad engañosa de verlas saltar fuera del agua, porque luego te puedes llevar decepciones. Mejor si sabemos a lo que vamos. En cuanto al resto del viaje, ya ves que lo pasamos estupendamente, por mucho que, como dije en la entrada anterior, cambiase yo alguna que otra cosa. Lo único que siento es no haber dispuesto de más tiempo para ver la isla con más calma. Un beso.
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