En Suiza se tomaron
medidas contra el Covid-19 bastante pronto, debido sobre todo a los 65.000
italianos que cruzaban a diario la frontera para trabajar en Ticino. Enseguida,
los principales focos, exceptuando Zúrich, se localizaron en las fronteras, en
las ciudades de Ginebra y Basilea.
Pero no fueron medidas
drásticas y se limitaron a cerrar comercios y a sugerir el teletrabajo,
evitando en la medida de lo posible el uso del transporte público. No solo han
permitido que salgamos, sino que el Gobierno Federal nos incitaba a pasear y
hacer deporte, consciente quizás de que los suizos actuarían de forma
responsable.
De hecho, hay de todo,
y a veces se juntan demasiados niños con sus padres en el parque, pero en
general la gente permanece en sus casas y aquí en Zug las calles están vacías.
El chiste del momento es que los suizos, para respetar los dos metros de
separación, tienen que acercarse.
Yo he salido lo menos
posible, una vez al supermercado y un par de paseos a la semana, aprovechando
esta primavera tan soleada que estamos teniendo. Siempre a pie, evitando el
centro de la ciudad y las calles más grandes, pero es que esto es un pueblo y
la mayoría de los expatriados se han marchado a pasar la cuarentena en sus
países de origen. Con una población de 126.000 habitantes en el cantón, en el
momento de escribir esto tenemos 192 casos totales, 41 activos, 143 curados, y 8
fallecidos.
Fui a ver los cerezos,
pero el mejor momento de la floración había pasado.
En cambio, pude
apreciar cómo, semana a semana, mi roble se iba llenando de hojas.
Después de un mes sin
lluvia, algo tan inusual que las autoridades empezaban a preocuparse por lo que
ellos denominan una pertinaz sequía, tuvimos varios días seguidos con agua. La
carretera que lleva a Arth discurre paralela al lago, con una gran acera que
estaba desierta. Las nubes, amenazantes como matones de barrio, daban al lago
un aire un tanto siniestro y el sol hizo un intento que solo duró un par de
minutos. Un poco más adelante, descubro que han repuesto los bancos. El
Pilatus, casi libre de nieve, nos anuncia que el verano se acerca.
Otro fin de semana,
más soleado, recorro la orilla norte del lago, pero no me alejo mucho, porque
en cuanto avance la mañana esto se va a llenar de familias y quiero evitar
riesgos. Yo voy más temprano, y regreso cuando ellos llegan. Las fotos son las
mismas de siempre, pero no puedo resistirme a volver a hacerlas.
El otoño es muy
fotogénico, pero en esta época del año los árboles estrenan hojas nuevas, de un
verde intenso.
13 comentarios:
Que bonito todo, y con tanta tranquilidad que da gusto darse este tipo de paseo.
Nosotros seguimos con el confinamiento severo, pues no estamos pasando a la fase 1 con lo cual lo máximo que hago es darme un paseo, de todas formas ya a mi edad poco ya hacía, así que ahora aprovecho más mis horas buenas de sol en la terraza y lectura.
Un abrazo.
Claro que vale la pena volver a hacer fotos de los mismos sitios, pues disfrutamos viéndolas. Yo, al menos, no he visto en dos meses más verde que el de las lechugas que compro en el super...
Las fotos preciosas. Me gustaría poder subir al Pirineo a ver como esta el jardín y mi casita, pero en España va para largo. Allí seguro que estaría más tranquilo paseando que aquí, solamente he salido en tres ocasiones y una vez a la semana en coche a hacer la compra y me pongo nervioso, no lo puedo remediar, ya que trato de huir de los sitios donde hay gente.
·.
Fotos de brillante colorido que son muy acordes con la primavera que tanto hemos estado ansiando.
Me ha gustado el chiste ese de 'los dos metros'. No me extraña que hayas buscado las zonas menos concurridas.
Un abrazo... y cuidaros !
.·
LaMiradaAusente · & · CristalRasgado
Los cerezos suelen ser muy madrugadores en su floración; a veces, peligrosamente madrugadores, porque florecen, vuelve a helar y terminan por no dar fruto. Lo digo por experiencia, porque los tengo a la vista todo el año. En cuanto al covid19, la distancia social y el lavado de manos es el mejor antídoto; en mi pequeñísima localidad, no ha habido ninguna persona con síntomas y es precisamente ahora, cuando hay mayor apertura, cuando empieza la gente mayor a tener cierto miedo, sobre todo, por la gente "de fuera" que ha venido a sus casas de veraneo, pese a que quienes estamos "dentro" hemos ido y venido por motivos laborales y de avituallamiento.
Preciosa la primavera de Zug, con la climatología invitando a recorrer los paisajes; reconozco que soy más de otoño, pero los comienzos primaverales son hermosos.
A ver si, poco a poco,se va superando el tramo de pandemia, aunque dicen que mientras la mayoría de la población no tenga anticuerpos, la posibilidad de repunte siempre estará ahí.
Cuídate. Cuidémonos.
Hola Javier,
Me alegro que hayan repuesto los bancos, y que tú estés bien. Aquí, mañana comienza la fase 1, no creo que yo salga mucho porque visto lo visto lo que algunos han hecho durante la fase 0 no estoy por la labor de encontrarme con un mogollón de gente a mi alrededor.
Veo que "tienes" un árbol, un roble, yo también "tengo" un árbol, aunque desconozco qué tipo es, lo veo desde mi ventana y en estos días de cuarentena me ha servido de distracción seguir su evolución y cómo ha ido cubriendo sus ramas desnudas de nuevas hojas, si te pasas por mi fb, lo verás ya que me hice una foto junto a él el primer día que salí a la calle.
Tus fotos, preciosas como siempre.
Un abrazo.
Mari-Pi-R, he tenido la suerte de que me haya pillado en primavera, con buen tiempo y días largos, lo que facilita estos paseos. Espero que estéis todos bien y que el virus en España remita pronto y podáis volver a la normalidad. ¡Mucho ánimo!
Senior Citizen, es uno de los dramas, ya lo hemos hablado, en España los pisos son más pequeños y con menos luz. Como en Suiza hace mal tiempo, las ventanas son parte importante de casi cualquier vivienda. Luego, también ayuda que esto sea un pueblo y tenga los montes a tiro de piedra. Ojalá mejore pronto la situación en España. Ten mucho cuidado.
Un jubilado, es lógico ponernos nerviosos después de lo que está pasando. Pero ni era tan leve como nos querían decir, ni es tan malo como ahora insisten. Lo fundamental es ser prudente y tener cuidado, pero un paseo por donde no haya nadie no tiene por qué ser peligroso. En el Pirineo habrías estado más tranquilo, pero me pregunto si tenéis el mismo acceso a supermercados, farmacias, etc...
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Alfonso, no quiero ni pensar en un rebrote al final del otoño, cuando aquí los días son muy cortos y el ambiente es deprimente. He tenido suerte de que ahora haya tantas horas de luz que puedas salir temprano por la mañana o relativamente tarde sin encontrar demasiada gente. Con tan pocos casos (los reales serán algunos más) uno se siente más tranquilo, sin que ello quiera decir que hemos de bajar la guardia. ¡Cuídate!
Una mirada, aquí, con el clima algo más frío, suelen florecer a finales de marzo o en abril, pero este año se me pasó ir antes. Cierto que en esas semanas estaba recluido voluntariamente en casa, por precaución. Coincido contigo, distancia y lavado son las claves. Confiemos en que el repunte no sea muy alto y permita que los hospitales puedan atender todos los casos, pero después de haberlo frenado creo que toc ocuparse un poco de la economía, que va a quedar muy maltrecha. Mis amigos asturianos tampoco quieren "madrileños" por sus tierras, algo lógico cuando uno se siente a salvo. Es humano, y hay que ser prudente, pero sin caer en un racismo exacerbado. Cuanta menos gente se mueva de su sitio, mejor.
Lola, espero que sigáis todos bien y que el virus pase de largo. Haces bien en ser prudente, pero también hay que salir cuando haya menos afluencia de gente. Tenemos que cuidar nuestra salud mental además de la física. Ese árbol debe ser el más fotografiado de toda Suiza. Lo tengo a un par de minutos caminando, y para mí es una bendición ir a verlo de vez en cuando. Para colmo, está junto a mi restaurante favorito, aunque sigo sin ir por precaución. En Facebook haca ya muchos años que no entro, me gusta más el mundo de los blogs.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
Preciosa primavera en Zug.
Creo que la naturaleza, en todos lados en general, ha empezado a respirar un poco por la "ausencia" de los humanos que han estado (la mayoría) confinados en sus casas. Y eso se nota. Al menos yo por aquí lo noto.
Ojalá seamos más conscientes y disfrutemos mejor de todo esto, con prudencia y sentido común.
El verde que augura la primavera es muy bello; y esos paisajes aún más.
Qué bueno los puedas recorrer y disfrutar con tanto sol a tu favor :)
Me alegra mucho.
Por aquí los días se han vuelto calurosos y el otoño está desconcertado,
no sabe si amarillar o esperar un poco más el frío.
Abrazote
Contadora de Libros, cierto, la naturaleza no solo no nos echa de menos, sino que antes nos echaba de más. Ojalá nos sirviera para aprender, pero me temo que enseguida volveremos a las andadas.
Nella, hemos tenido mucha suerte al contar con muchos días soleados, algo que aquí es un lujo poco habitual. Espero que no tengáis que estar confinados mucho tiempo y que puedas disfrutar del otoño.
Muchas gracias a las dos por vuestros comentarios.
Qué hermosa entrada, todas fotos estupendas. Cómo se ilumina todo con el verde primaveral. Un recorrido precioso y preciado. Gracias. Te felicito por las fotos. A disfrutar del verano. Aquí con un sol espléndido de invierno. Seguimos en cuarentena, no se sabe hasta cuando, pero siempre haciendo cosas. Besos
Rosa María, tengo la suerte inmensa de vivir en una ciudad pequeña que está al borde de un lago y con unos bosques estupendos muy cerca. No es normal tener tantos días seguidos de sol, pero esta vez ha tocado así y no nos vamos a quejar, porque Suiza es maravillosa con sol, mientras que se vuelve deprimente cuando llueve o los días son cortos. De momento, que me quiten lo bailado. Un beso y cuídate mucho.
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