lunes, 9 de noviembre de 2020

Cementerio de prisioneros rumanos en Soultzmatt

Verano de 2020. Estamos, aunque aquí en Suiza no lo parezca, en mitad de la pandemia, con las vacaciones canceladas. Dejando a un lado un fin de semana en Ginebra, visitando a unos amigos, es la primera vez que vamos a salir de Zug en muchos meses. Hemos alquilado un coche y nos vamos de excursión a Alsacia, a recargar la bodega con la intención de respirar un aire diferente.





Alsacia es una vieja conocida, y nos centramos en los pueblos más pequeños, los eternos olvidados por el turismo de masas porque no salen en las guías turísticas. De esta forma, llegamos a Munster, hogar de uno de mis quesos favoritos.







A mi amigo le gusta conducir, y en lugar de tomar la autopista, regresamos por carreteras secundarias que se internan en los Vosgos. Estamos solos, y el paisaje es espectacular. Es así como, sin haberlo previsto, nos topamos con este cementerio, el mayor de todos los militares rumanos en territorio galo. Son 553 tumbas de 678 prisioneros (125 están en dos fosas comunes) que fallecieron durante la Primera Guerra Mundial.




En 1919 el pueblo de Soultzmatt donó unos terrenos a Rumanía para la creación de este cementerio, una necrópolis que daría cobijo a los fallecidos que estaban dispersos por más de treinta y cinco pueblos alsacianos. En 1922 fue inaugurado por el rey Fernando I de Rumanía y su esposa María, de quien podemos ver una estatua. Tengo que decir que, según las fuentes consultadas, las fechas bailan.



Tres placas conmemoran respectivamente a aquellos que dieron su vida lejos de su hogar, al comité encargado de reunirlos y a la propia reina. A pesar de este esfuerzo, todavía quedan más de tres mil rumanos repartidos por esta parte de Francia.




Clasificado como monumento histórico, pudimos visitarlo en soledad bajo una lluvia de esas que aparecen en las películas clásicas cuando hay que despedir a un ser querido. Con lluvia o con sol, el lugar impresiona.





Tras la entrada de Rumanía en la guerra al lado de los aliados, el país sufriría un tremendo varapalo a manos de los alemanes, que dividirían a los 18.000 prisioneros en varios grupos. Uno de ellos fue enviado a esta parte de Francia, donde las extremas condiciones de trabajo, el hambre y el clima se cebarían con ellos. 125 fallecieron congelados en una sola noche.







Este cementerio es pequeño si lo comparamos con los que pude visitar en Ypres, pero transmite la misma emoción, al tiempo que nos recuerda los errores que hemos cometido en el pasado.

11 comentarios:

unjubilado dijo...

Preciosas fotos y añoranza de las dos o más excursiones que este año al igual que los anteriores íbamos a hacer. La primera un fin de semana completo en San Sebastián, esta con el hotel ya pagado, la excursión internacional de una semana no nos dio tiempo a decantarnos por uno u otro sitio la pandemia nos encerró en casa,

Senior Citizen dijo...

Decimos que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero viendo estas fotos no lo parece.

Mari-Pi-R dijo...

Si no hay prisa lo mejor son las carreteras secundarias y en ellas siempre descubres algún buen paisaje y pueblo.
Buena salida, un abrazo.

RosaMaría dijo...

Qué tristeza da y más después de tu relato. Un cementerio muy bien realizado, creo que hubo respeto para hacerlo. Las guerras nunca son buenas pero persisten, mucho negociado e interés partidario y de posesiones. Qué suerte que pudiste salir, hermosas fotos y lugares. Gracias. Beso grandote

Contadora de Libros. dijo...

Alsacia ya es una conocida en tus excursiones. Siempre por las fotos que nos has compartido, me parece una ciudad preciosa.
Si puedo elegir, para recrearme en el paseo, siempre prefiero las carreteras secundarias. Es ahí donde descubres más belleza, el tiempo pasa con más calma, y -como fue el caso- puedes tropezar con cosas realmente inesperadas, como fue para ustedes, este Cementerio). Muy interesante toda la información que nos compartes.

Tawaki dijo...

Un jubilado, está siendo un año raro, especialmente para que nos andamos moviendo siempre de un lado para otro. Afortunadamente, ya va quedando menos.

Senior Citizen, bueno, yo digo siempre que cualquier tiempo pasado fue peor... Y reto a cualquiera que no esté invadido por la nostalgia y dé razones objetivas. La prueba la tenemos en este cementerio.

Mari-Pi-R, una salida muy necesaria en estos tiempos de pandemia y reclusión, sea esta forzada o voluntaria.

Rosa María, me sorprendió porque desconocía la historia de estos soldados rumanos y de cómo habían terminado sus cortas vidas. Ojalá nos sirviese para evitar repetir una guerra tan terrible. Necesitamos convivir en paz y armonía.

Contadora de Libros, la sorpresa le dio más valor, al igual que esa lluvia tan fina que nos hacía reflexionar. No es la primera vez que me topo con las consecuencias de aquella guerra cruel, pues Europa está llena de cicatrices, pero me sigue impresionando como la primera vez. Y lo triste es que estamos olvidando nuestra historia, viéndonos abocados a repetirla.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Alí Reyes dijo...

Qué entrada más SOBERBIA a pesar de lo sobrio que también es...Quedé impresionado, no solo por las fotos, sino por lo dramático de la historia que encierra. Gracias hermano por descubrir para nosotros esta joya oculta en un pajal.

Una mirada... dijo...

Los edificios son preciosos, con ese aire del pasado que tanta prestancia da. Y el cementerio... cómo impresiona ese ejército de cruces que guardan tantas ilusiones rotas y recuerdan los horrores de esas guerras siempre inacabadas, siempre presentes, siempre devastadoras...

alfonso dijo...

·.
El que muestras es todo un gran monumento al horror de las guerras.
Son cementerios que imponen. Solo conozco el Americano de Normandía, en Omaha Beach, y el de Arlington, frente a Washington. Terminan siendo bellos lugares, primorosamente cuidados, homenaje a nuestros muertos (que los muertos son siempre de todos)
Buen post.

Un abrazo Javier

LaMiradaAusente · & · CristalRasgado

Ela dijo...

It's always nice to see photos from your travels!
Greetings

Tawaki dijo...

Alí Reyes, es en estos sitios donde te das verdadera cuenta de las consecuencias terribles de las guerras. Confío en seguir descubriendo lugares con historias detrás, y que estas no sean tan tristes.

Una mirada, vivimos en el periodo de paz más largo de la historia, y nos cuesta imaginar lo que tuvo que ser esa guerra que tantas vidas se llevó por delante. Afortunadamente, tenemos formas de recordarla, con la esperanza de que no se repita.

Alfonso, estuve en Normandía, pero apenas me dio tiempo a ver nada porque solo fui un día. Espero volver con más tiempo. Me pregunto qué tendrán estos sitios que tanto atraen la atención. La fascinación del horror, supongo.

Ela, I am glad that you enjoy my pics. Today, they tell us a sad story of war and death, but still, it is something that belongs to our past and should not be forgotten.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.