Hay quien no es partidario de repetir los sitios
visitados. Por otro lado, está los que piensan que cada ocasión es diferente. A muchos, no solo no nos importa volver, sino
que es algo que buscamos activamente, bien sea por mostrar ese lugar a otra
persona, bien porque queramos comprobar si ha cambiado o nos inspira los mismos
sentimientos.
Ese fin de semana de octubre, soleado como hay pocos
en Suiza, nos fuimos a Stoos, para ver el lago de los Cuatro Cantones desde
Fronalpstock, una vista que siempre impresiona y que ya he vivido tres veces.
Antes, hemos subido en telesilla, admirando un circo de montes que nos cubre las espaldas. Aquí y allá hay árboles vestidos de otoño.
El domingo, aprovechando otro día sin nubes, nos acercamos a otra de las montañas emblemáticas, el Titlis, cerca de Engelberg, al borde
mismo de los Alpes.
Había menos nieve que de costumbre, pero el puente colgante seguía en su sitio, retándonos a que lo atravesáramos, cosa que
hicimos una vez en cada dirección. También se trataba de mi tercera visita,
aunque aquí no sé si volveré, porque se ha masificado hasta extremos
increíbles.
Eso fue hace dos otoños, pero en la Semana Santa de
2018 nos decantamos por otras tres excursiones que nunca decepcionan. La primera,
la del Rigi que es estupenda, con subida en tren cremallera por una vertiente,
bajada por la otra, incluyendo un paseo en barco hasta Lucerna. El sol pegaba
bien fuerte, por cierto.
En cuanto al Pilatus, la montaña del dragón, había más
nieve que nunca, pero en un día despejado como éste, el paisaje es abrumador y
no podíamos perdernos algo así.
En la garganta del Aar, casi nos cayó más agua del techo
que la que llevaba el río. Aprovechamos que el día estaba nublado para caminar
por las pasarelas de madera y no encontramos demasiada gente, quizás porque el
tiempo no acompañaba como otras veces.
Como he dicho al principio: a mí no me importa repetir.
¿Y a ti?
11 comentarios:
No me importa repetir sitios, si son tan maravillosos como los que nos muestras en las imágenes.
Es como las películas, hay algunas que yo volvería a ver infinidad de veces y no me cansaría...
Abrazos
Claro que vale la pena ver esos paisajes muchas veces. Lo poco que yo he viajado, ha sido repitiendo la misma ciudad hasta que no quede absolutamente nada por ver y siempre digo que soy muy pesada viendo cosas, incluso en mi propia ciudad.
He disfrutado el viaje como si hubiera viajado
mas la comodidad de mi casa con aire acondicionado sin moverme
gracias
TODO ESTO ES COMO VIVIR UN SUEÑO ¿No te parece?
Me lanzo a escribir un comentario, aunque no soy muy dado yo a estos menesteres.
Leyendo este artículo me he dado cuenta de la dicotomía existente en mi cabeza, pues soy defensor simultáneamente de ambas opciones. Lo soy de repetir sitios, para así descubrir matices nuevos con cada visita, igual que descubro nuevas virguerías de Mark Knopfler con la guitarra cada vez que pongo uno de sus discos. A la vez defiendo eso de "donde fueras feliz, no debieras tratar de volver" porque hay viajes en los que prima la experiencia sobre el lugar, y a veces esa experiencia es irrepetible.
Ahhh! Fue un paseo estupendo. Todo me encantó y cosa rara entre tanta belleza hubo una foto que atrajo mi atención por el movimiento del agua, la 19, soy rara verdad? Unas vistas magníficas. Gracias por el paseo. Beso
Ligia, yo, de hecho, repito mucho las películas que me gustan. Y los libros también. Aunque conozcamos las historias, nuestras sensaciones nunca son las mismas.
Senior Citizen, es la mejor forma de conocer los sitios, patearlos en profundidad. Yo repito, pero quizás no tantas veces, pues es mucho lo que merece la pena ser visto.
Recomenzar, pues ya tuviste suerte, porque en Suiza el aire acondicionado es un bien muy escaso. Me alegro de que te haya gustado.
Alí Reyes, y tanto. Siempre he dicho que soy muy afortunado de poder vivir en Suiza, un país precioso con un alto nivel de vida. La suerte es inmensa.
LeStrat, ¡qué bueno verte por aquí! Es cierto que solo hay una primera vez y que es imposible volver a experimentar las mismas sensaciones, pero nosotros también cambiamo con el tiempo, de forma que nuestras apreciaciones cambian. No es fácil repetir habiendo tanto por ver, pero al mismo tiempo, algunos nos encontramos a gusto repitiendo. No es una cuestión fácil, desde luego.
Rosa María, es que en cuestión de gustos no hay nada escrito. Está hecha desde un barco, nada más zarpar de Vitznau en dirección a Lucerna, de ahi ese movimiento. Son sitios preciosos y tengo la suerte de tenerlos relativamente cerca, así que es un gusto repetirlos.
Muchas gracia a todos por vuestros comentarios.
Por mucho que se repitan las visitas, los paisajes son irrepetibles y cambiantes; la mirada tropieza siempre con perspectivas novedosas que suman más sensaciones enriquecedoras... Se me han ido los ojos a esas pozas artísticamente encajonadas entre esas imponentes paredes que el agua y el tiempo han cincelado y afinado; una maravilla.
Una mirada, cada vez es algo diferente y nos cuenta algo nuevo, especialmente en lugares tan bonitos, por lo que es posible repetir y disfrutarlo, pero a la vez, el tiempo para ver sitios nuevos es limitado. De ahí la duda. Yo la resuelvo pasándolo bien sea donde sea. Un abrazo.
Yo sí soy partidaria de repetir sitios, resulta increíble que por muchos años que pasen nos sigamos sorprendiendo y disfrutando con nuevos detalles.
La garganta del Aar sería un claro ejemplo, como muchos otros tantos lugares (lejanos y cercanos).
Contadora de ibros, a mí me gusta repetir, y de hecho lo hago a menudo, pero es tanto lo que hay que ver que a veces uno duda. Como comenté en otra respuesta, lo mejor es pasarlo bien independientemente de lo que se esté viendo.
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