miércoles, 10 de agosto de 2011

Toronto

He regresado a Canadá antes de lo previsto porque la empresa, que debe ser consciente de lo mucho que me falta por aprender, me envió a un curso de liderazgo que tuvo lugar en Toronto el pasado mes de julio.

Nos juntaron por grupos y estuvimos resolviendo casos y más casos durante tres días intensos en los que no pisamos la calle. Eso ha sido lo mejor, conocer a gente inteligente, rebosante de talento y poder enfrentarnos a nuevos retos. Porque la formación ha sido muy americana, eminentemente práctica y muy participativa.

Ésta era la vista desde la habitación de mi hotel a las seis de la mañana.



La primera noche nos habíamos acostado relativamente tarde, sobre las doce, y a las dos horas saltó la alarma antiincendios del hotel. Al principio creí que era la llamada despertador y estuve un buen rato descolgando como un zombi todos los teléfonos de la habitación, hasta que vi que aún era de noche y comprendí de qué se trataba.

Me vestí, cogí el móvil y el pasaporte; abrí la puerta de la habitación y pensé: Tawaki, estás en la planta 25, son las dos de la mañana y te va a llevar un buen rato llegar hasta la calle por las escaleras.

Decidí esperar un poco dentro de la habitación.

Un aviso por megafonía nos informó de que había saltado la alarma en el lobby y de que lo estaban investigando. Me dije que los fuegos no se investigan, sino que se apagan, así que seguí esperando.

Un poco más tarde nos dijeron que se había tratado de una falsa alarma y pudimos volver a dormir.



La misma vista pero al atardecer.

19 comentarios:

dintel dijo...

Torontontero... Ejem

Blau dijo...

Tawa, jajaja que risas lo que dice Dintel. Que sepas que me encanta tus posts de viaje de trabajo.

Besos

Raquel dijo...

Me encantan esos viajes de trabajo pero no esas alarmas de la madrugada.

Senior Citizen dijo...

Cogí el móvil y el pasaporte...

¿Dinero o la tarjeta no? Pues parece que lo primero que te hace falta si te encuentras a media noche en la calle será dinero. Siempre el "mardito parné"....

nélida dijo...

jajjaa Tawa, te veo, juro que te veo!
Podrías comenzar un apartado especial de post, que se titulen "anécdotas bretoneanas" por lo surrealistas de las mismas.
Besos

Tawaki dijo...

Dintel, sí, así lo llaman mis compañeros españoles de por allí.

Blau, dan mucho de sí, porque pasa cada cosa... Un beso.

Raquel, a mí me gustarían más si hubiese que trabajar menos, pero no vamos a quejarnos con la que está cayendo. Un abrazo.

Senior Citizen, muy perspicaz, es que no he dicho que me vestí y que la cartera estaba en los pantalones. Un abrazo.

Nélida, lo de los teléfonos fue surrealista, porque por lo menos había tres, ja,ja. Un beso.

Muchas gracias por vuestros comentarios.

Elvira dijo...

¡Pues menudo susto, Tawaki! Aunque lo demás que cuentas parece muy interesante. Es un gusto conocer a gente inteligente. La conversación y la interacción es de lo más enriquecedora (a menos que sean unos soberbios, pero eso demostraría que no son tan inteligentes).

Besos

RosaMaría dijo...

Pues sí que es interesante el intercambio e interacción en el trabajo. Hermosas tus fotos, no pierdes el momento y lo captas justo. Una anécdota más en tu vida y las nuestras. ¿Porqué el cambio de nik? Muchas frases dispares las mías, te abraza: Rosa.

Belén dijo...

Pues espero que todas las alarmas sean simulacros ;)

Besicos

Javier G. Pérez dijo...

Cuando alguien me pone de los nervios le pregunto si es de Toronto o de Biota...
Qué cosas...

Cuida que con el fuego no se enreda...

Saludos

Antero dijo...

No debe molar mucho irte a Toronto y no tener tiempo de ver nada, solo trabajo y si encima te toca un hotel donde las alarmas saltan porqué sí, no te digo ná

Un abrazo

Serrano-chan dijo...

Seguro que pudiste dormir después del susto?Seguro que has didfrutado un monton.Besos.

lola dijo...

¡Pero que flemático eres! A mí me suena una alarma de ésas en medio de la noche y salgo pitando con lo que lleve puesto.
Saludos,

Chaac dijo...

Elvira, la mayoría eran personas normales a las que les gusta trabajar en equipo, así que aprendí un montón. Un beso.

Rosa María, vvaya batería de preguntas, ja,ja. igo siendo Tawaki, aunque a veces logger me da problemas y comento como Chaac. Un beso.

Belén, eso, y que nos dejen dormir... Un beso.

Javier, ¡qué cosas se aprenden! Nunca había oído esa expresión. Un abrazo.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

Chaac dijo...

Antero, la verdad es que me escapé el domingo a Niágara;sabía que lueg no iba a poder. Así son los viajes de trabajo, menos glamourosos de lo que parecen. Un abrazo.

Serano-chan, como un tronco. No suelo tener problemas para dormirme. Menos mal. Un beso.

Lola, es que ya llevo unas cuantas alarmas y ningún fuego en el cuerpo. Un beso.

Muchas gracias a todos por comentar.

@maricruzpe dijo...

El susto tuvo que ser muy grande, pero viendo las vistas desde el hotel seguro que al dia siguiente lo superaste.
Un abrazo

Tawaki dijo...

Maricruzpe, merecen la pena ¿verdad? Toronto es una ciudad bonita muy cómoda para pasear. Un abrazo.

Contadora de Libros. dijo...

Yo no sé el susto de los demás, pero sí que el tuyo fue muy cómico.
Heme aquí descubriendo al hombre más tranquilo del planeta.
jajaja.
"los fuegos no se investigan, se apagan, así que seguí esperando".
Ya me lo dijiste todo.

Un beso y feliz finde!!

Tawaki dijo...

Nélida G.A., visto desde la distancia parece algo temerario, pero lo cierto es que ese anuncio por megafonía me hizo esperar. Cuando vivía en Londres tuve que bajar dos veces 34 pisos y sé lo que se tarda. No sé, supongo que de no haberme enterado de la investigación me habría encaminado a las escaleras.