jueves, 29 de septiembre de 2022

Fundación Beyeler I

Una de las muchas razones por las que ir a Basilea es la Fundación Beyeler, un museo de arte moderno que podrá gustar más o menos, pero que siempre tiene exposiciones temporales que combinan con sus fondos propios y nunca decepciona.


Los marchantes de arte Ernst Beyeler (1921 - 2010) e Hilda Kunz (1922 - 2008), crearon la Fundación Beyeler en 1982 y encargaron a Renzo Piano el diseño de un museo para albergar su colección privada. Se expuso públicamente por primera vez en su totalidad en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid en 1989, y posteriormente en la Nueva Galería Nacional de Berlín en 1993, y en la Galería de Arte de Nueva Gales del Sur en Sídney, en 1997. (Wikipedia).


El edificio en sí es una obra de arte que facilita el acceso y posterior visionado de los cuadros. Una tercera parte del espacio disponible se reserva a las exposiciones temporales y la luz se cuela desde todas direcciones.




Hay que darse una vuelta por el jardín que, si bien no es muy grande, alberga obras itinerantes.


Desde octubre hasta enero, como conmemoración por su 25 aniversario, se expondrán casi 400 obras de artistas de primera línea desde 1800 hasta la actualidad, lo que me recuerda que tengo que volver a visitarla. Ver cuadros de Wassily Kandinsky (Fuga 1914), Claude Monet (El estanque de nenúfares), o Francis Bacon (Portrait of Georges Dyer Riding a Bicycle), siempre merece la pena.




Porque los impresionistas nunca defraudan, ya sea Vincent van Gogh (Campo de trigo con acianos), Paul Cézanne (La route Tournante en Haut du chemin des Lauves) o Paul Cézanne (Paysage au toit rouge), por no repetir a Monet.




Auguste Rodin (Iris messagère de dieux) Joan Miró (Composition Petit univers), Pablo Picasso (Mandoliniste) y Alberto Giacometti (Caroline, El hombre que marcha II & Grand Femme) van a completar esta entrada, no por falta de material, sino porque empieza a ser extensa incluso para mí.






Como es habitual en toda Suiza, el transporte público te deja en la misma puerta, y un tranvía te lleva desde la principal estación de tren de Basilea, ya que la fundación se encuentra en realidad en Riehen.

7 comentarios:

Senior Citizen dijo...

¿Todas las salas tienen luz natural? Por muy buena que sea la luz eléctrica, se ven mucho mejor los cuadros, los colores son más naturales, pero es difícil encontrar un museo con ventanas.

unjubilado dijo...

No se si hay que pagar entrada, pero me he colado dentro y he visitado las salas que he querido, ahora mismo estoy delante de unas esculturas un tanto extrañas.

ethan dijo...

Estupenda la exposición, me gustaría verla en vivo. La colección de autores es impresionante.
Saludos!

Una mirada... dijo...

Es un paraje pintiparado para un museo, como hecho a conciencia para ese edificio y su contenido. He estado mirando la página de la Fundación y son atrayentes las exposiciones.

Rud dijo...

Hola, Javier
No he visitado Basilea, pero la tengo muy presente debido a que allí se firmó una especie de tratado internacional para mejorar la capacidad de respuesta bancara frente a perturbaciones económicas y financieras y lograr estabilidad financiera mundial.
Me fascina el arte, así que sería fabuloso visitar el museo es la Fundación Beyeler, quisiera lograrlo el año próximo, aunque tengo en mente las auroras boreales :)
Las imágenes, brindan un paseo espectacular para observar las piezas de arte. Esa escultura de Auguste Rodin, Iris messagère de dieux, me parece haberla visto en el Musée Rodin.
Ha sido un gusto visitarte; mil gracias por la exposición.
Un enorme abrazo.

Silvia E.Duraczek dijo...

Hermoso lugar!! Muchas gracias por el recorrido que nos muestras! Abrazo argentino!!

Tawaki dijo...

Senior Citizen, no todas, pero la inmensa mayoría, bien sea por los grandes ventanales o porque ésta entre desde un techo de cristal.

Un jubilado, la entrada no es barata, y aquí en Suiza no es común que los jubilados tengan descuento, pero, afortunadamente, la visita digital todavía no la cobran.

Ethan, sus fondos son muy buenos, pero es que además los complementan con todo tipo de exposiciones temporales que siempre nos atraen.

Una mirada, efectivamente, el edificio fue pensado para acoger la colección permanente desde un principio, convirtiéndose así en el lugar más adecuado. Yo me acerco de vez en cuando a ver qué exponen, pero entre el billete de tren y la entrada, resulta algo caro.

Rud, es común que las ciudades suizas sirvan de localización para todo tipo de acuerdos y tratados internacionales. No en vano, Suiza es conocida por su declarada neutralidad. Mientras te decides entre el país helvético y las auroras boreales, quizás puedas echarle un vistazo a la web y calmar esas ansias artísticas. Decidas lo que decidas, que te salga bien. Rodin, como tantos escultores, solía hacer varias versiones de sus obras.

Silvia E. Duraczek, muchas gracias; me alegro de que te haya gustado la exposición.

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.